Política

La salud del Rey

El Rey mantiene su agenda

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El hecho de que el Rey sea operado nuevamente, por octava vez en tres años, ha activado una alarma que desde la Casa Real se quiere apagar. Es más, si Don Juan Carlos será intervenido en los próximos días por la infección en la cadera izquierda, no se ha suspendido la audiencia que, dentro del Palacio de la Zarzuela, tenía programada con los presidentes de las cámaras de representantes y de consejeros del Reino de Marruecos este lunes por la tarde.

Después de la operación para sustituirle la prótesis instalada, el Jefe de Estado permanecerá como máximo una semana hospitalizado, y su evolución postoperatoria marcará el periodo de recuperación, que según estableció el cirujano que lo tratará, Miguel Cabanela, oscilará entre las ocho semanas y los seis meses. Durante este tiempo, la jefatura de Estado no quedará huérfana. Porque, según explican desde la Institución, el Rey seguirá manteniendo su despacho diario con el Jefe de la Casa, Rafael Spottorno, y el semanal con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, así como las audiencias dentro de La Zarzuela, públicas y privadas, y la firma de decretos. Es decir, el Monarca no está inhabilitado, aunque no pueda efectuar desplazamientos que perjudiquen su recuperación, como es el caso del viaje previsto a Panamá por la Cumbre Iberoamericana, o representar actos de cierta resistencia física, como es su asistencia al desfile de la Fiesta Nacional el 12 de octubre.

Dada la situación, dentro de los muros del Palacio la noticia se vive en los días previos a la operación con total «normalidad» y optimismo, y el mensaje que se quiere transmitir desde la Casa es que nada diferirá de las recuperaciones de las pasadas intervenciones quirúrgicas, despejando así nuevamente el debate sobre una posible abdicación. Seis meses han pasado desde que este año fuera operado por una doble hernia discal, periodo máximo de recuperación que fijó el traumatólogo Manuel de la Torre, y durante este tiempo el Rey estuvo dos meses sin recuperar su actividad institucional fuera de Zarzuela, pero sí dentro de ella de forma privada.

«Dando guerra otra vez»

A los dos meses mantuvo la primera audiencia con el premio Cervantes Caballero Bonald, en la que le comentó, en lo que sonó como una aclaración indirecta a la sociedad, que pronto estaría «dando guerra otra vez». En el mes de junio realizó el viaje oficial a Marruecos, y a la vuelta del periodo estival hizo alarde de su buen estado de salud al aparecer en su primera audiencia pública con un bastón y no con sus habituales muletas. No obstante, tal y como informó este periódico, en el homenaje a Raúl González en el Santiago Bernabéu días después el Rey empezó a sentir molestias en la pierna izquierda y en la cadera.

Sus últimas apariciones públicas, de una forma más significativa en el recibimiento a los generales de División del Ejército y en la apertura del Año Judicial explicaron por sí solas que el Jefe de Estado no se encontraba bien de salud, por lo que se sometió a una serie de revisiones médicas que dieron con la infección en la cadera izquierda.

Y en estos momentos, en los días previos a la operación, dentro de los muros de La Zarzuela se confía en que el Rey pueda volver a «dar guerra», al igual que ha sucedido después de las últimas operaciones. Eso sí, mientras se encuentra en el «taller», será representado por Don Felipe, que será quien pase revista a las tropas el próximo 12 de octubre, pero no asistirá a la Cumbre Iberoamericana.