Política

El desafío independentista

El separatismo teme ahora acabar desbordado por la calle

Òmnium convoca una protesta en los aledaños del lugar en el que se celebrará el Consejo de Ministros

Durante los próximos días y semanas, el separatismo tendrá en sus manos crear su anhelada ventana de oportunidad / Efe
Durante los próximos días y semanas, el separatismo tendrá en sus manos crear su anhelada ventana de oportunidad / Efelarazon

Òmnium convoca una protesta en los aledaños del lugar en el que se celebrará el Consejo de Ministros.

Ambición por crear el «momentum» pero temor al descontrol. En esta tesitura se encuentra el independentismo mayoritario, representado parlamentariamente por JxCat y ERC, que durante las últimas horas ha hecho reiteradas apelaciones al civismo tras los desórdenes públicos causados por los CDR el 6 de diciembre, que han generado aún más desgaste al «procés» y han alimentado la tesis de la «kale borroka» propagada por el constitucionalismo. Durante los próximos días y semanas –empezando por el desembarco del Gobierno del viernes en Barcelona, cuando la temperatura de la calle podría alcanzar cotas muy elevadas de tensión, y terminando por el proceso judicial abierto contra los dirigentes políticos–, el separatismo tiene en sus manos crear su anhelada ventana de oportunidad –momentum– que permita apretar el paso hacia la República o acabar desbordado por el caos.

En este marco, los nueve presos publicaron ayer en el «Punt Avui» una carta conjunta en la que reclaman «serenidad» ante lo que viene –el juicio arranca este martes–. «Estamos muy cerca del inicio del juicio ante el Tribunal Supremo. Este es un momento que quiere la máxima firmeza por parte nuestra, pero también toda la serenidad. Y también la quiere de vosotros», afirman, en un texto en el que también aprovechan para reivindicar haber acudido a la citación judicial, en un dardo implícito a los huidos a Bélgica: «Escogimos con plena conciencia y voluntad, el camino de dar la cara y asumir las consecuencias que se pudieran derivar». Los presos, incluso, anticipan escenarios y en una advertencia velada dirigida contra el independentismo radical, disuaden de que se reclame o se exija la apertura de las cárceles. «Entendemos que alguien pueda considerar, fruto de la indignación que generan los abusos, que la solución debería ser abrir las prisiones. Pero, de la misma manera que podemos entender la necesidad de desbravar la impotencia, también debemos decir claramente que esto perjudicaría nuestra causa y los objetivos políticos».

Esta apelación a la «serenidad» ha sido acompañada esta semana por una catarata de mensajes de algunos dirigentes independentistas, así como por las entidades mayoritarias, la Asamblea Nacional Catalana y Òmnium –que tratan de recuperar el control de la calle, perdido durante el último año en detrimento de los CDR–. En este sentido, la ANC ha impulsado una concentración masiva de vehículos para colapsar Barcelona, una forma de desmarcarse y dar una alternativa a las acciones de sabotaje que preparan algunos CDR –rebautizados bajos las siglas de GAAR– para paralizar Cataluña, mientras que Òmnium anunció ayer la convocatoria de una movilización en Estación de Francia, cerca de la Llotja de Mar, en la que se celebrará el Consejo de Ministros –donde los CDR han llamado ya a concentrarse–.