Política

Francisco Franco

El Vaticano reitera que "no se opone"a la exhumación de Franco

Responde a una carta de la vicepresidenta Calvo, que asegura contar con el visto bueno de la Santa Sede.

El secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin. EFE/Presidencia del Gobierno
El secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin. EFE/Presidencia del Gobiernolarazon

Responde a una carta de la vicepresidenta Calvo, que asegura contar con el visto bueno de la Santa Sede.

El secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, ha escrito una carta a la vicepresidenta del Gobierno español, Carmen Calvo, en la que reitera que el Vaticano «no se opone a la exhumación» de Francisco Franco «si la autoridad competente así lo dispone». «A la comunidad benedictina de la abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos fue recordado y se seguirá recordando su deber cívico de observar plenamente el ordenamiento y de respetar a las autoridades civiles», continúa la carta. El domingo, Calvo explicó en «La Vanguardia» que Parolin le había dado el visto bueno a la posición del Ejecutivo.

La Fundación Franco aseguraba anoche a este periódico que «ninguna de las partes tenemos noticia alguna».

El portavoz interino de la Santa Sede, Alessandro Gisotti, explicó a Efe que Parolin reitera la posición de la Iglesia. El pasado 5 de enero, Gisotti dijo en una nota que la exhumación de los restos de Franco que el Gobierno español trata de llevar a cabo era un asunto concerniente a la familia, al Ejecutivo de Pedro Sánchez y a la Iglesia española. «Sobre el traslado de los restos de Franco no tengo nada que agregar con respecto a lo ya afirmado por la Santa Sede, o sea, que el asunto concierne a su familia, al Gobierno español y a la Iglesia local», afirmó. En octubre, la Curia romana rectificó a Calvo respecto a un acuerdo sobre el lugar de la inhumación y apelaba a que concernía a las «autoridades competentes» en paralelo al «diálogo con la familia».

El prior del Valle de los Caídos, Santiago Cantera, declaró el domingo a LA RAZÓN que «no se puede tocar el cuerpo de un difunto en un templo custodiado por una orden religiosa en un espacio que es inviolable». En el acuerdo alcanzado en Consejo de Ministros que el Gobierno acaba de remitir a la familia se admite la necesaria «autorización de la comunidad benedictina que custodia la Basílica para acceder al lugar de culto a ejecutar el desenterramiento o, en su caso, el visto bueno de la autoridad judicial competente, en este caso el Tribunal Supremo».

Según la resolución adoptada por el Ejecutivo para exhumar al dictador, los familiares de Franco tienen ahora que decidir el lugar donde vuelven a inhumarse los restos de su abuelo. Sin embargo, no podrá ser en la catedral de la Almudena, única alternativa que proponen los nietos, pues el Ejecutivo alega posibles problemas de orden público.

Esta exhumación es una de las primeras promesas del Gobierno de Sánchez una vez llegó al poder en junio pasado, aunque su objetivo se topó con obstáculos administrativos que han retrasado el proyecto durante todo este tiempo. Una demora que puede prolongarse meses aún.