Presidencia del Gobierno
El veto a Rajoy aboca a PSOE-C’s a otro pacto imposible
El PP insiste en la gran coalición, los socialistas la rechazan y mantienen su acuerdo con Rivera, al que se opone Podemos
Arranca la semana con 54 días por delante en busca de Gobierno. Fracasados los dos intentos del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, de ser investido como presidente y con el aval de131 «síes» que logró de la Cámara a su pacto con Ciudadanos ambas formaciones se disponen a fijar un calendario con agentes sociales y fuerzas políticas para «enriquecer» el texto y volverlo a intentar. Su objetivo es lograr adhesiones suficientes para conformar ese Gobierno de progreso reformista que tanto socialistas como Ciudadanos promulgan. Pero una vez más la mayoría simple o las abstenciones se presentan en un laberinto de incompatibilidades que hará consumir los tiempos y llevar al límite las negociaciones.
Los vetos puestos por el PSOE que insiste en su «no, no y no» a una gran coalición liderada por el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, –quien logró la mayoría de votos en los pasados comicios (123)– y el rechazo de Rivera al líder del PP como estrategia para atraer a los votantes desencantados con el mensaje de que él puede ser su nuevo líder, hace imposible el entendimiento. Rajoy mantiene su oferta de gran coalición con los partidos constitucionalistas y seguirá insistiendo en esa idea y si no lo quiere, pide a Sánchez que «no sea como el perro del hortelano, y deje gobernar a quienes ha ganado las elecciones», una manera indirecta de pedirle la abstención. El presidente del gobierno en funciones parece dispuesto a asumir un Ejecutivo en minoría y, por ello, le pide a Sánchez que al menos no lo bloquee.
Mientras Ciudadanos persiste en la validez del texto por el que batalló su equipo negociador y que ha hecho suyo a pesar de que, PSOE se arroga la paternidad del 80 por ciento del mismo, curiosamente el mismo tanto por ciento que también le dan los de Rivera. Los populares andan desorientados con la formación naranja, que gira a la izquierda e incluso está dispuesta a negociar con Podemos con actitud «constructiva» y siempre que los de Pablo Iglesias respeten los principios constitucionalistas. Pero la formación morada no entiende de coaliciones con Rivera de por medio y lo ven como un freno para sus pretensiones, y tampoco los independentistas lograrían avanzar en su empresa con la formación naranja en la mesa, con lo cual la aritmética se vuelve a complicar.
El deseo del PSOE es lograr, como mínimo, la abstención de Podemos y así escenificar un gobierno de socialistas con Ciudadanos, pero de nuevo los de Pablo Iglesias harán valer sus 69 escaños, confluencias incluidas a las que deben también gestos, aunque parece que ahora tienen «voluntad» de acuerdo, de algunas renuncias y de gobierno de izquierdas. «Pacto a la valenciana» es lo que pide Iglesias a Sánchez, que no es otra cosa que un PSOE en la presidencia y un Podemos en la vicepresidencia. ¿Y Rivera? Ciudadanos no cree en los tripartitos y mira al PP como solución, pero, aunque Rajoy dice que no es rencoroso, los puentes se rompieron en la investidura –aunque el líder de la formación naranja sintió que el presidente del PP le negó el diálogo antes, cuando por carta le pidió reunirse y Rajoy le emplazó a después– . Con este escenario parece que en primavera podría no llegar del todo el deshielo.
Mientras se esperan las llamadas de unos y otros, los partidos comienzan hoy a hacer pedagogía. El PSOE tendrá a Pedro Sánchez y al portavoz del Congreso, Antonio Hernando en televisión en sendas entrevistas y habrá reunión de la Ejecutiva socialista. Los de Ciudadanos también harán lo propio, porque toca, y Rivera reúne también a su Ejecutiva y dará rueda de prensa posterior. Rajoy estará a primera hora en la radio. Y así comienza la semana para ver quién se sienta primero en la mesa. Un día menos para el acuerdo o para las elecciones. Ya se verá...
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