Okupas

España, entre los países con mayor tasa de okupación en Europa: la preocupación y el debate entre los españoles

En 2024 las denuncias ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado crecieron en un 7,4%, pese a que las okupaciones reales llevan dos años en descenso

Manifestantes protestan ante el Congreso de los Diputados en Madrid en contra de la okupación y en apoyo a una ley antiokupa.
Manifestantes protestan ante el Congreso de los Diputados en Madrid en contra de la okupación y en apoyo a una ley antiokupa.J.J.GuillenAgencia EFE

El miedo a la okupación ilegal de viviendas sigue estando presente en la sociedad, ya que se ha convertido en una de las principales preocupaciones de muchos propietarios. No obstante, y aunque las estadísticas indican que la mayoría de los casos de allanamiento o usurpación se dan en inmuebles deshabitados, la sensación de inseguridad y la incertidumbre sobre los tiempos de recuperación de la vivienda generan alarma social.

A ello se suman las informaciones sobre okupaciones prolongadas y la dificultad de algunos propietarios para recuperar sus inmuebles tras un largo proceso judicial, algo que ha reforzado todavía más esta inquietud.

Además, la proliferación de discursos políticos y mediáticos sobre el tema ha contribuido a que la okupación se perciba como un problema creciente, incluso cuando su incidencia real total puede ser menor de lo que se cree.

La okupación en España y Europa, en cifras

Lo cierto es que la tasa media de okupación ilegal de viviendas en Europa no está claramente definida debido a la variabilidad en la recopilación y publicación de datos entre los diferentes países. Sin embargo, en el caso de España, según datos del Ministerio del Interior, las denuncias por okupaciones ilegales repuntaron durante 2024 en un 7,4%.

Durante el año 2024 se registraron un total de 16.426 denuncias ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE). Una cifra que, en comparación con las registradas en años anteriores, ha crecido exponencialmente.

Mientras que en el año 2021 se produjo el mayor registro de denuncias de este tipo ante las FCSE, con 17.274 hechos conocidos, lo cierto es que en los años consecutivos la cifra fue disminuyendo (16.765 denuncias en 2022 y 15.283 en 2023); hasta este año que, aunque la cifra se mantiene por debajo de la de 2022, lo cierto es que ha subido con respecto a la del año 2023.

Por su parte, los datos ofrecidos por Interior desvelan que, un año más, Cataluña sigue registrando la tasa más alta de denuncias por okupaciones ilegales en España, con 7.009 casos en todo el año, lo que supone un 42% del total. Tal es el problema en Cataluña, que para alcanzar su porcentaje de hechos conocidos habría que sumar los de la Comunidad de Madrid, Andalucía y la Comunitat Valenciana.

Sin embargo, y pese a que Europa carece de cifra oficial de okupaciones entre los diferentes Estados, diversos expertos arrojan que España es uno de los países con mayor tasa de okupación del viejo continente.

No obstante, lo cierto es que los datos de okupaciones reales, y no allanamientos de morada, son distintos, ya que según datos oficiales del Ministerio del Interior, el número de okupaciones lleva dos años cayendo, y tan solo afectan al 0,057% de las viviendas de España, ya que de un parque de 26,6 millones de casa, en 2024 tan solo se okuparon 15.289 inmuebles, lo que afectaría a menos de 6 españoles por cada 10.000 habitantes.

La okupación: uno de los principales problemas para el 1,6% de los españoles

Por todo ello, según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de marzo de 2025, la preocupación por la okupación en España es relativamente baja, ya que tan solo un 1,6% de los encuestados identifican este fenómeno como uno de los principales problemas del país, mientras que solo el 1,2% de los participantes afirma verse afectado directamente por esta situación.

Unos datos que contrastan con la percepción pública influenciada por los diferentes discursos políticos y mediáticos que amplifican el temor hacia la okupación y que evidencian que, a pesar de la atención que recibe en algunos sectores, las cifras indican que su impacto real es limitado en comparación con otros desafíos que enfrenta la sociedad española; como la vivienda, que es la primera preocupación de los españoles según el mismo estudio.