Videos
«Plena actividad» en Exteriores para hallar a los periodistas desaparecidos en Siria
El ministro Margallo asegura que ningún grupo se ha atribuido la desaparición.
El principal llamamiento del Gobierno español, que coincide con el de los familiares y amigos de los tres periodistas desaparecidos en Siria es a la prudencia y a la discreción. A Ángel Sastre, corresponsal en Iberoamérica de LA RAZÓN; Antonio Pampliega, periodista «freelance», y José Manuel López, fotógrafo, se les perdió la pista el 13 de julio en el barrio de Al Maadi, en Alepo. El grupo, en ese momento de seis personas (los tres reporteros españoles, su intérprete de árabe y otros dos sirios) fue perseguido por un coche blanco que los obligó a parar. Después, fueron asaltados por unos diez hombres enmascarados y armados (con vestimenta paquistaní) que viajaban en un Honda gris, según testigos. La operación fue cuestión de segundos. Desde entonces no se conoce su paradero. Según ha podido saber este periódico, Mohannad Totanyi, el escolta sirio del grupo, fue liberado por sus captores «hace un par de días» por causas aún sin aclarar. También el otro sirio, cuya identidad no ha sido revelada, pudo marcharse. Sin embargo, el traductor sirio –que es oriundo de Alepo aunque en la actualidad ya no vive en la que era la mayor ciudad de Siria antes del conflicto– y los españoles, continuarían retenidos contra su voluntad.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, prometió ayer que el Ejecutivo hará «todo lo posible» para que los periodistas vuelvan a casa sanos y salvos. En declaraciones recogidas por la agencia Efe, Rajoy pidió cautela a la hora de informar. «De momento, no se descarta ninguna hipótesis», pues algún medio español ya dio por hecho ayer y sin contrastar que están secuestrados. El jefe del Ejecutivo incidió en que «no actuará en función de conjeturas, sino de lo único contrastado hasta ahora, la desaparición de los reporteros». Rajoy expresó su solidaridad con las familias, compañeros y allegados de los periodistas desaparecidos y agradeció el tacto con el que los medios de comunicación están tratando este asunto. De hecho, se conocía su desaparición, pero ningún medio quiso publicarlo por responsabilidad ante una noticia de tanta peligrosidad y consecuencias para los reporteros.
También el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, apeló a la «máxima discreción» y señaló que su departamento está sobre el tema desde el primer momento en que se conoció la noticia. Exteriores está «en contacto permanente» con la Embajada española en Ankara, que lleva las operaciones en Siria, país en el que España tiene un documentalista y agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), que son quienes dirigen el operativo para su localización. El titular de Exteriores confesó que tanto él como el departamento que dirige se encuentran en «plena actividad». Lo cierto es que el jefe de la diplomacia española quiso ayer enviar un mensaje de tranquilidad al señalar que «todos los precedentes son buenos». Según informa Servimedia, Margallo dijo que el servicio exterior español, «cuando hay un compatriota en apuros, pone lo mejor de lo mejor». Y en línea con esta postura esperanzadora, García-Margallo aseveró que nadie ha reivindicado la desaparición y «se está haciendo todo lo posible y esperamos de todo corazón que esto salga bien». El ministro de Exteriores recordó que «no hemos tenido que lamentar ninguna desgracia personal en estos cuatro años», al tiempo que añadió que muchos de estos «incidentes» se han resuelto antes de que llegaran a la Prensa.
Desde el Ministerio del Interior también se valoró ayer la desaparición de los reporteros españoles en el norte de Siria. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, destacó los trabajos que «se están llevando a cabo muy intensamente desde hace días» para localizar a los tres periodistas. Por su parte, el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, insistió en la necesidad de «ser prudentes». Sastre, Pampliega y López pertenecen a la organización Reporteros sin Fronteras (RSF). Su secretario general, Rafael Maturana, mostró su apoyo a los familiares e insistió también en que «mantener la mayor discreción»; ya que es «la mejor manera de salvaguardar y proteger a estos tres compañeros». «Siria es el sitio más peligroso del mundo para informar en estos momentos. No vale ni la experiencia, porque estos tres periodistas son de raza, experimentados y han estado un montón de veces en esta situación», señaló Maturana.
✕
Accede a tu cuenta para comentar