Fondo de Liquidez Autonómico

Hacienda devuelve a Mas las facturas de las partidas soberanistas

Hacienda devuelve a Mas las facturas de las partidas soberanistas
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El listado de subvenciones que en estos momentos tiene en vigor la Generalitat de Cataluña deja bastante en evidencia el discurso y la huida hacia adelante de su presidente, Artur Mas. En el tablero político, Mas no se baja de la estrategia soberanista y se ha parapetado tras el Consejo de Transición Nacional para mantener en marcha el camino rupturista. Pero la política y su alianza con Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) va por un lado; la realidad empresarial y social, por el suyo; y la situación económica y financiera de la Generalitat, por otro, en el que, por cierto, no hay de dónde sacar fondos para seguir rellenando el granero más nacionalista.

Mas ha tenido que recortar por la puerta de atrás el grueso de las variopintas subvenciones para alimentar el proyecto de construcción de la Nación catalana, que ha mantenido en vigor prácticamente hasta antes de ayer. La última remesa importante es de finales de verano y otoño del año pasado. Es verdad que todavía hay algunas excepciones en las que sigue abierto el plazo para su solicitud, cinco significativas, no más. Están destinadas a apoyar a los artistas catalanes para su desplazamiento al exterior; la difusión exterior de la literatura catalana; los estrenos comerciales de largometrajes doblados o subtitulados en catalán; la traducción de obras literarias y de pensamiento original en lengua catalana, y la ayuda a la producción editorial en catalán y en occitano (dentro de un programa de adquisición bibliotecaria).

Y ya está. En la actualidad no están convocadas nuevas becas dentro del amplio abanico que ha cultivado estos años la Generalitat. Entre otras materias, ha dedicado fondos a las estancias en comunidades catalanas en el exterior; a ayudas sociales a personas miembros de esas comunidades catalanas en el exterior; a la promoción y proyección internacional de las organizaciones catalanas; a entidades religiosas y sociedades catalanas, o a empresas editoriales que tradujesen al catalán obras literarias en otras lenguas.

Y esto es sólo una gota de todo el entramado de ayudas, becas y subvenciones en clave nacionalista que ha funcionado en Cataluña. Entre las que también están ya fuera de plazo figuran materias tan sorprendentes como la grabación de obras de teatro en formato televisivo para la generación de nuevos públicos; los documentales y largometrajes televisivos destinados a ser emitidos por televisión; la traducción al occitano de obras literarias en catalán; la investigación sobre movimientos, obras y autores o autoras y crítica literaria de literatura catalana; la edición de partituras de especial interés cultural en lengua catalana u occitana; la renovación de páginas web y otros recursos en línea sobre literatura catalana; las residencias de traductores de la literatura catalana; las empresas discográficas catalanas; las tesis doctorales en catalán; las emisoras de radio de titularidad privada que emiten en catalán o aranés; las publicaciones digitales que informan en catalán; los desplazamientos fuera del dominio lingüístico de escritores en lengua catalana y de traductores del catalán; o la promoción exterior del pensamiento en catalán.

Todo este gasto, en convocatorias que en bastantes casos aún no han terminado su desarrollo, «no puede seguir existiendo», según el Ministerio de Hacienda. «No hay otra alternativa al recorte», añaden. La explicación es que la Generalitat tiene que presentar todas las facturas que quiera financiar con el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) y las que afectan a las materias citadas son rechazadas. En el FLA sólo se están admitiendo las facturas de sanidad, servicios sociales, educación y proveedores.

Esto concuerda con el hecho de que entre las pocas ayudas con plazo abierto hay justo muchas de carácter social. En estos momentos los catalanes pueden solicitar la ayuda de la prestación económica para personas menores de edad en situación de riesgo; para atender las necesidades básicas; para los gastos del hogar de determinados colectivos; para cubrir el impago de pensiones y prestaciones alimentarias o compensatorias; para familias con niños o para la acogida de una persona menor de edad tutelada por la Generalitat. Para 2013 la Generalitat ha solicitado al FLA 9.073 millones de euros. Esta cantidad supone 3.703 millones más que en 2012, ejercicio en el que Artur Mas recibió la autorización de Hacienda para pedir prestado a ese fondo hasta 5.370 millones de euros. El Gobierno de Mas depende de este dinero para hacer frente a sus vencimientos de deuda y para pagar nóminas, funcionarios, hospitales o centros de atención primaria concertados, por ejemplo.

En lo que gasta Mas el dinero

2.539.257 euros para la traducción, el doblaje o la creación de películas en catalán

378.896 euros para la creación, traducción o la promoción de obras literarias en catalán

301.381 euros para la promoción y la dinamización de la sardana

147.321 euros para que los sindicatos promocionen la lengua catalana

117.747 euros para la traducción o creación de aplicaciones informáticas y de móviles en catalán

64.436 euros destinados a la promoción y fomento del pesebrismo

45.863 euros para la traducción y la producción de videojuegos en lengua catalana

36.917 euros destinados a promocionar y apoyar a las asociaciones de giganteros