Negociación

Hacienda rectifica y se abre a un pacto con Sumar sobre el salario mínimo

Montero cede y buscará una fórmula para que las rentas más precarias queden exentas en el IRPF

Sobre la bocina, el Gobierno ha vuelto a cambiar de opinión para tratar de salvar la maltrecha unidad interna en la coalición. El Ministerio de Hacienda ha rectificado para evitar el choque total con sus socios de Sumar en un asunto tan sensible como el Salario Mínimo Interprofesional (SMI). María Jesús Montero se había mantenido hasta ahora en una posición numantina, la de defender la tributación de las rentas mínimas en contra del criterio de sus socios.

Una decisión que se tomó en febrero en un traumático Consejo de Ministros, en el que la aprobación de la última subida quedó eclipsada por el enfrentamiento público entre el PSOE y Sumar en rueda de prensa. Sin embargo, este conflicto amenazaba ya con enquistarse y el reloj corría en contra. Si ninguna de las partes cambiaba de opinión, se propiciaría un conflicto institucional y Hacienda ha dado un paso atrás para evitarlo.

Fuentes del departamento de Montero confirman que se están produciendo negociaciones para buscar una salida. Una salida que pasaría por que Hacienda rectificaría su decisión de que tribute el SMI como le pedía Sumar. De hecho, se valoran ya fórmulas para "compensar" al 20% de perceptores de estas rentas mínimas que no se benefician de ninguna bonificación -el grueso son hombres solteros- y que tras la última subida habían pasado a pagar impuestos por sus ingresos. De esta manera, no se elevaría el mínimo exento, una iniciativa que provoca un efecto en cascada y también beneficia a los tramos más altos del IRPF.

Estas mismas fuentes aseguran que, de llegar a un acuerdo, Sumar retiraría la proposición de ley que registró en el Congreso de los Diputados y se adheriría al "veto presupuestario" que Hacienda va a impulsar a esta y otras medidas de la misma índole, presentadas también por el PP y Podemos, para lograr que el salario mínimo no tribute. En concreto, la iniciativa ha partido del socio minoritario de la coalición. Ya ha habido contactos directos entre Díaz y Montero, que desbloquearon la negociación personalmente y que han delegado ahora en sus equipos para que continúen las conversaciones. Tal como confirmó la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, en una entrevista en "La Noche en 24 horas" desde su departamento se había remitido una propuesta en estos términos para lograr sortear la imagen de colisión interna que se iba a producir en la Mesa del Congreso el próximo viernes.

El órgano rector de la Cámara tenía que decidir si levantaba, con el apoyo de PP y Sumar, el "veto presupuestario" que Hacienda iba a plantear a las iniciativas registradas para que el SMI no tribute. En Moncloa ya advertían, tal como publica hoy este diario, que, de prosperar la revocación del citado veto por parte de la Mesa y en connivencia con sus socios, el Gobierno recurriría en amparo al Tribunal Constitucional, planteando un conflicto de atribuciones, de manera que se elevaría el choque institucional hasta el Poder Judicial, visibilizando una fisura irremediable entre los socios de coalición.

En el Gobierno han evitado proyectar esta imagen de desunión en un momento de máxima debilidad, cuando a duras penas son capaces de compactar la mayoría de la investidura para debates como el del gasto en Defensa o para someter a aprobación unos nuevos Presupuestos Generales del Estado. Finalmente, se ha propiciado la vía del acuerdo para salvaguardar la imagen de la coalición, aunque en el ala socialista hayan vuelto a comprometer todo su crédito en la decisión de que no habría rectificación y que se mantendría la tributación del salario mínimo. En su día, se defendió por tierra mar y aire la pedagogía fiscal y los socialistas se deshicieron en esfuerzos para reivindicar la necesidad de pagar impuesto, acusando incluso a Díaz de sumarse al populismo de la derecha.