Entrevista

Isabel Díaz Ayuso: "La inacción de Sánchez con la inmigración amenaza los servicios públicos"

La dirigente del PP explica que "los centros de acogida de Madrid llevan mucho tiempo desbordados, tenemos un límite al que ya hemos llegado"

Sus vacaciones fueron «estar con la gente que quiero, leer y tocar perros». Ha sido un descanso «en parte triste, por Venezuela», y activo, a ratos, para responder al último pacto de Moncloa con ERC.

¿Nos enfrentamos a una amenaza de «invasión migratoria»?

Estamos ante un importante desafío para todo Occidente, especialmente para Europa, que lleva mucho tiempo emitiendo señales. Sin embargo, el Gobierno de Sánchez, como con todos los demás asuntos y graves problemas que afronta España, no ha hecho absolutamente nada en estos seis años aparte de culpar al PP. Y lo cierto es que, a falta de una estrategia clara, un país integrador como el nuestro puede empezar a vivir continuos problemas causados por este asunto. La inacción del Gobierno y su falta de criterio son una amenaza para el mantenimiento de nuestro sistema, nuestros servicios públicos y nuestra convivencia.

¿Y qué se debería hacer, que no se esté haciendo, en el marco, además, de una política migratoria que está condicionada por las decisiones europeas? ¿Está apuntando a una política de deportaciones más severa, por ejemplo?

Eso es empezar por el final porque, como hemos visto, son de dudosa legalidad y no van al foco del problema, al origen. La sequía, las guerras y la demografía africana nos dicen que esto solo es el comienzo de algo que va a multiplicarse como no habíamos conocido antes. Una parte importante de ciudades y pueblos de España ya han dado un giro llamativo, las rutas hacia nuestras costas siguen multiplicándose, dejando miles de vidas por el camino. Los servicios públicos empiezan a resentirse y, mientras, tenemos al presidente provocando un efecto llamada con sus giras de autopromoción. En sus viajes a Ceuta y a México, o, por ejemplo, ante los americanos, también prometió miles de cosas. Menos mal que miente por sistema y evidentemente no ha hecho nada.

La base de la política migratoria de la UE, y Meloni también ha acabado yendo por ahí, es pagar a Gobiernos de países de origen para que controlen sus fronteras, mirando para otro lado sobre los medios que utilizan para hacerlo. Y es el sentido de esta última gira del presidente del Gobierno.

Pero en España sólo hay una política de titulares y fotos. Hay que contribuir a que los países de origen puedan ofrecer oportunidades a sus ciudadanos, que tengan educación, un sistema sanitario en condiciones, seguridad… También hay que perseguir a las mafias que trafican con personas a las que engañan y abandonan en mitad del mar, además de aplicar políticas restrictivas de entrada y permanencia en el país, como hacen en cualquiera medianamente bien gobernado. Y una estrategia entorno a la integración. Es decir, cuánto vamos a crecer, dónde faltan niños y empleos, de qué países y, por tanto, de qué cultura provienen estas personas. La inacción del Gobierno ha dejado que las costas españolas, especialmente en Canarias, Ceuta y Melilla, estén desbordadas. Esto se viene denunciando desde hace mucho, pero Sánchez estaba ocupado en permitir el gran golpe en Cataluña, que es lo que vendrá ahora. Financiado también con los votos de Coalición Canaria, por cierto.

Ante la emergencia humanitaria que hay ahora mismo en Canarias, con menores en situación de claro abandono, ¿qué solución ofrece Madrid?

Para que se entienda la situación real, por encima de los discursos que hacen algunos, le pongo un ejemplo. En el centro de refugiados de Alcalá de Henares tienen a los inmigrantes en campamentos. Este centro acoge a unas 1.500 personas y siempre está lleno. Según se van, automáticamente llegan otras. Cerca de 6.000 ya se fueron, dejando de ser responsabilidad del Gobierno. ¿Dónde están? ¿De qué van a vivir? ¿Tienen antecedentes sanitarios o policiales? Cualquier europeo que viaje a Estados Unidos se somete a un mínimo control. Y nos gusta que así sea. Pero España es víctima de la demagogia del Gobierno y de la izquierda. Ahora la vemos con los Juegos Olímpicos. Estoy esperando a que las feministas de izquierda digan algo sobre la participación de Afganistán, que ha prohibido la voz de la mujer, o sobre los otros países que tampoco han presentado a mujeres deportistas porque están borradas de la vida pública. Callan los mismos que acosaron y trataron de impedir la participación de la joven representante de Israel en Eurovisión. Como le digo, todo es una gran demagogia que se resume en culpar al PP y ocultar los problemas verdaderos que sí tiene España y que son muchos. El mayor, el gran golpe que se nos avecina ahora en Cataluña.

Pero ante la petición concreta de ayuda del presidente de Canarias, ¿qué responde?

Reagan terminó su mandato sosteniendo que en América, como en pocos lugares sucede, se puede llegar a ser un americano más. Eso es Madrid, donde se es madrileño desde el primer día y es maravilloso. La clave está en la integración. Nosotros tenemos claras nuestras raíces culturales y qué valores y principios compartidos nos hacen prosperar a todos. Esfuerzo, trabajo, apertura, libertad, igualdad ante la ley y las oportunidades, máximo respeto a la mujer, la infancia y a los derechos humanos. Madrid no es región de guetos, evitamos los círculos de la inmigración para pasar a ser un madrileño más. Si se rompe este equilibrio solo multiplicaremos el problema que sufren algunas costas. La Comunidad de Madrid tiene los centros de acogida totalmente desbordados, no han dejado de llegar inmigrantes masivamente también, a través del aeropuerto. Y empieza a haber problemas de convivencia en muchos pueblos de la región.

Antes le pregunté por los menores, a los que también se les pone en la calle cuando cumplen los dieciocho, tengan o no un futuro laboral o educativo por delante.

Las comunidades autónomas no tenemos competencias en materia de inmigración o fronteras, pero sí obligación con todos los menores que están aquí, vengan de donde vengan. Trabajamos para darles un futuro, a pesar de que el Gobierno se desentienda de ellos. Como todo, tenemos un límite al que ya hemos llegado.

Isabel Díaz Ayuso. ©Gonzalo Pérez Mata
Isabel Díaz Ayuso. ©Gonzalo Pérez MataGONZALO PEREZ MATAFotógrafos

Por rematar el tema, lo que está diciendo es que Madrid no tiene margen para acoger a más inmigrantes, pese a la situación de hacinamiento que sufren en Canarias.

Los centros en Madrid llevan desbordados muchísimo tiempo. Con menores y mayores, ojo. Por eso, una de las medidas que hemos puesto en marcha es habilitar un centro para menores en Fuenlabrada, a pesar de los intentos de boicot de su alcalde. La solidaridad y el progresismo de la izquierda es directamente proporcional a la distancia que hay entre el inmigrante y sus vidas. Hay más ejemplos entre alcaldes socialistas en Madrid, Galicia y no digamos entre los verdaderos xenófobos que hay en España, los nacionalistas, los socios preferidos de Sánchez.

¿Está acusando al alcalde de Fuenlabrada y a otros alcaldes socialistas de oponerse a abrir nuevos centros de acogida?

Sí. Ellos son los primeros que se niegan tajantemente a dar soluciones a los menores no acompañados.

Usted defiende apostar por la inmigración con la que haya raíces culturales en común, pero la izquierda cree que esto es racismo porque esconde rechazo por color de la piel o religión.

España no es un país xenófobo ni racista, somos una nación mestiza desde nuestros orígenes, la historia está escrita. Si hoy somos uno de los países más prósperos y con mejor calidad de vida del mundo es fruto de nuestra cultura occidental, cristiana, humanista, que defiende la libertad, la vida, la ley, la caridad, esto es, la defensa del débil, el respeto al prójimo y al diferente, a la propiedad. Mucho sacrificio para llegar hasta aquí. Defiendo el mestizaje y la vida entorno a nuestra cultura, que acoge a otras como pocas saben hacerlo. Pero nunca pidiendo perdón por lo que somos ni echando por tierra todo lo conseguido mientras nos ahogamos en subvenciones. Soy una mujer liberal que vive en consecuencia en una sociedad alegre, viva y sí, libre, la de España. Por nada del mundo quiero que esto se pierda.

Entiendo que lo que está defendiendo es que se prime la migración latinoamericana.

Los hispanos no son inmigrantes, están en su casa como nosotros lo estamos en América. No hay dos personas iguales y, por tanto, no todas se integran igual, aunque sean del mismísimo Chamberí. Pero evidentemente es más fácil para aquellos con quienes compartimos una cultura, un idioma y una religión. También es más fácil para aquellos que vienen, por ejemplo, de Europa del Este y de otros países huyendo del comunismo y las únicas dictaduras que quedan, por cierto, de izquierdas. Porque con ellos compartimos una aspiración, la libertad. Y por eso son tan emprendedores, porque quieren vivir de su trabajo y no de la subvención y ser mantenidos.

¿Quienes son los que vienen a ser «mantenidos»? ¿Se refiere a los magrebíes o a quién?

Desde la pandemia, numerosos ciudadanos nos dan las gracias porque pudieron seguir trabajando. Una gran parte de ellos son inmigrantes. Muchos están ofendidos con los que abusan del sistema público, ellos son los primeros que lo pagan con el sudor de su frente.

¿Pero quiénes son los que buscan ser «mantenidos»?

Acabo de responderle.

¿Cuánto le preocupa el crecimiento de la extrema derecha en Europa?

Lo que demuestra es el declive de la socialdemocracia, inmersa en la mentira y en tratar como a niños a sus ciudadanos, atrapados en la demagogia y la ideología, mientras los problemas reales se disparan. Europea envejece, no nacen niños, el campo lucha solo por su supervivencia mientras los lobbies se abrazan a un falso ecologismo, la droga irrumpe con fuerza, falta liderazgo tecnológico y oportunidades para los jóvenes en un mundo cada vez más competitivo ante sociedades mucho más vivas y pujantes. Los problemas occidentales los han dejado en manos de agendas sectarias revolucionarias, impropias de Occidente, y esto provoca que por el camino se pierdan la verdad, la razón y los matices, que es lo que hacen auténtica la vida.

Entonces, ¿este auge de la extrema derecha no le preocupa?

Me preocupa que preocupen unos extremos más que otros. En España es la ultraizquierda quien nos gobierna.

¿La ruptura del PP y Vox en los gobiernos autonómicos debe ser definitiva, sin marcha atrás en todos los ámbitos?

Prefiero hablar de la unidad en torno al centro derecha. Y esto se consigue en las urnas, como hacemos en Madrid.

¿Diría que Abascal es hoy un líder vinculado a Putin y que trabaja para Sánchez?

Algunos en Vox están más centrados en intentar erosionar al Partido Popular que en trabajar para que haya un cambio en España. Ayudan a Sánchez por sistema, algún día sabremos por qué y a cambio de qué.

Con el panorama actual, ¿cree que al PP no le queda más salida que intentar llegar a Moncloa con la ayuda de Vox?

Hay que llegar con la fuerza de una inmensa mayoría de españoles, que es a quienes nos debemos y a quienes tenemos que apelar para poder hacer las reformas que necesita España y derogar todo lo que ha hecho el peor gobierno de la democracia.

Cambiando de tercio, ¿qué piensa del silencio de Zapatero sobre la situación en Venezuela?

No solo es el silencio, son las veces que ha viajado a Venezuela para abrazar la dictadura venezolana y a otras dictaduras bolivarianas. Siento un profundo bochorno, como española, por esto y por la falta de liderazgo de nuestro Gobierno, al que hay que exigirle que desde hoy dé amparo en la embajada a Edmundo González, puesto que la dictadura venezolana quiere acabar con él. Y espero que la Unión Europea y la Corte Penal Internacional actúen ante el éxodo, los asesinatos, las persecuciones y las detenciones en las calles de todo el país. No podemos mirar para otro lado un minuto más y lamento que España no sea la que lidera el frente contra la dictadura de Maduro porque tenemos una obligación social, política e histórica con Venezuela. Es el Gobierno el que desde hoy mismo puede tomar una decisión clave y salvarle la vida a Edmundo y, por supuesto, a la candidatura y a quienes rodean directamente a María Corina Machado, todos perseguidos por el régimen. Muchos de ellos ya están en prisión. ¿Por cuánto tiempo? ¿Cuándo los van a sacar? ¿Qué va a ser de ellos?

Entrando ya en política doméstica, ¿es el momento de convocar el Congreso Nacional del Partido Popular para reforzar orgánica e ideológicamente a la formación?

Yo creo que todos los días son importantes para marcar las calles por las que va a discurrir tu proyecto político y tu discurso.

¿Y eso se está haciendo?

Alberto Núñez Feijóo está demostrando cada día que se puede gestionar de manera totalmente diferente y que, haciendo la política justo contraria a la de Sánchez, a España le iría mucho mejor.

Isabel Díaz Ayuso.©Gonzalo Pérez Mata
Isabel Díaz Ayuso.©Gonzalo Pérez MataGONZALO PEREZ MATAFotógrafos

¿Qué se debería hacer para ser más eficaces en la oposición?

El PP es el partido principal de este país, es quien tiene más respaldo en las urnas y es el que gobierna en la inmensa mayoría de las comunidades autónomas y ayuntamientos. La maquinaria gubernamental es poderosísima en la opinión pública, a quien intentan hacer creer lo contrario a la verdad que tienen delante de la cara, pero los hechos son los hechos. Cada día tiene menos credibilidad, la verdad se impone. Debemos seguir peleando cada día.

Hay quienes dicen que a ustedes les está faltando entender que, ante un político como Sánchez, que juega sin reglas, seguir con las reglas de la vieja política solo les puede llevar a perder los pulsos con él.

Evidentemente hay veces que sí. Y más cuando te enfrentas a un Gobierno o a un proyecto político autoritario que no tiene límites. Pero nosotros tenemos la responsabilidad de no ser como ellos. Actuar de la misma manera llevaría a España a la ley de la selva.

Empezamos un curso político decisivo, si a Feijóo le sale mal, ¿usted saldrá al rescate del PP?

Yo estoy en Madrid, el proyecto de mi vida, y encima en un momento en el que nunca había sido tan importante para el conjunto de la Nación, puesto que ahora mismo la Corona, la Constitución, la Transición y Madrid estorban en sus planes. Lo venimos advirtiendo desde hace mucho tiempo, pero comprendo que muchos españoles no lo quisieran ver.

¿Cómo se ejerce en Madrid el principio de solidaridad con respecto a todo lo que son las diferencias en el reparto de la riqueza? La izquierda siempre le echa en cara que aplique una política fiscal a favor de los ricos.

¡Como si los ricos no pagaran impuestos! La realidad es que todo el mundo acaba en Madrid porque aquí todos cuentan y para todos gobernamos, sin tutelar ni diferenciar por origen, ideas u otras cuestiones. Cuando en cada una de tus decisiones piensas en sumar, bajar impuestos, traer oportunidades e inversiones, construir centros de salud, tener sanidad de última generación…, todo esto hace que Madrid crezca imparable. Y sumando como lo hace este proyecto que encabezo con orgullo. Comenzó con 30 diputados y cinco años más tarde tiene 70.

Los sindicatos dicen que los nuevos centros de salud llevan «lustros varados».

Una nueva mentira política-sindical que no se corresponde con la verdad. Nuestro compromiso electoral es contar en esta legislatura con 34 nuevos centros de salud y ya hemos iniciado todos los trámites. De hecho, hemos autorizado este pasado mes de julio la licitación de los 16 primeros centros de salud cuya construcción se inicia a principios de 2025. Esa es la realidad.

Por cierto, hablando de fiscalidad a los ricos, ¿es partidaria de que se suprima el impuesto a las grandes fortunas que promovió la coalición en la pasada legislatura? Una vez que ya se ha corregido el de las eléctricas y la banca confía en ganar los recursos presentados para que les devuelvan lo aportado.

Estamos totalmente en contra de ese impuesto, que es un robo y un ataque a la propiedad. Lo recurrimos a los tribunales en su día. Es un impuesto contra la Comunidad de Madrid, que se rige por un modelo de bajos impuestos y apertura, como plaza internacional que somos. Sánchez es una máquina de expulsar capital, de subir impuestos, destruir empresas, especialmente las pequeñas. Ha subido los impuestos 69 veces desde que está en La Moncloa para pagar toda la estructura de poder que ha creado, no para mejorar los servicios públicos ni la vida de los españoles.

Para terminar, ¿qué siente cuando escucha decir que vive en la casa de un defraudador fiscal?

Pienso en la siguiente querella.