El desafío independentista

JxCat: 1.268 votos menos al día

Carles Puigdemont, en pantalla desde Bruselas en el acto final de campaña de JxCat / Efe
Carles Puigdemont, en pantalla desde Bruselas en el acto final de campaña de JxCat / Efelarazon

El tiempo se agota. Tan sólo restan 15 días para alcanzar un acuerdo en Cataluña que evite la disolución del Parlament y la convocatoria de nuevas elecciones. El bloqueo en el que los líderes independentistas han sumido a la sociedad comienza a tener su efecto en las perspectivas electorales de los soberanistas. Quien acusa especialmente la retirada de apoyo ciudadano es Carles Puigdemont, identificado por los catalanes como el responsable de la parálisis institucional que vive la región. Ante una cita con las urnas cada vez más probable, Junts per Catalunya (JxCat) sería el partido peor parado. Según la encuesta de abril de NC Report –elaborada entre el 17 y 20 del mes–, el otrora PDeCAT cedería un 3 por ciento del voto, lo que se traduciría en tres escaños menos, respecto a sus resultados del 21 de diciembre. Entonces consiguieron el 21,7% y 34 diputados, ahora obtendrían 31 parlamentarios y un 18,7% de los sufragios.

Esta diferencia es más abultada si se traduce a número de votos. En solo tres meses y medio, Puigdemont ha perdido el aval de 152.233 catalanes. Esto supone ceder una media de 38.058 apoyos al mes y 1.268 votos al día. Estas serían las cantidades globales, ya que la sangría de votantes no se ha producido de manera uniforme. Es más, el primer mes después de los comicios, JxCat llegó incluso a ampliar su base electoral un 0,7 por ciento, coincidiendo con la expectativa de formar un Govern para el que daban los números –el bloque independentista a pesar de no ganar las elecciones sumó el 21-D 70 diputados, dos más de la mayoría absoluta–.

Sin embargo, esta dinámica se revierte en febrero y marzo. La actitud obstruccionista de Puigdemont que impuso su investidura a distancia, para la que no existía base reglamentaria en el Parlament, y la promoción de otros candidatos inviables como Jordi Sánchez, en prisión, le pasaron factura. En el citado periodo, las perspectivas electorales de JxCat caen un 3% y le hacen perder dos escaños. En este clima de parálisis también se publica el CEO catalán, una suerte de CIS regional, en el que ERC «sorpassa» al partido de Puigdemont. Según este estudio, la formación de Oriol Junqueras obtendría entre 33 y 35 escaños y JxCat entre 29 y 31 diputados.

Hay que reseñar que también en los «tracking» de NC Report se produce este «sorpasso» de Junqueras al ex president. Una situación que también obedece al bloqueo, ya que los republicanos sí han hecho esfuerzos por alumbrar un Govern efectivo, dispuestos incluso a promover su propio candidato, desligándose de JxCat para lograrlo. De hecho, la principal fuga de votantes de los ex convergentes tiene como destino Esquerra Republicana. Un 9,1% de quienes confiaron en Puigdemont en diciembre, lo harían ahora en Junqueras.

Tras la investidura frustrada de Jordi Turull, el 23 de marzo, con la que se pone en marcha la cuenta atrás para unas nuevas elecciones también se reduce la caída de los ex convergentes que se sostienen con un 0,7% menos en la encuesta de abril, un dato que –no obstante– también les araña un escaño. Queda por cuantificar cómo perciben los electores esta nueva imposición de Puigdemont de perpetrar una nueva investidura a distancia, para la que ya se ha promovido una controvertida ley de presidencia a la que el Constitucional puede dar la estocada final en los próximos días.

No obstante, y a pesar de haberse desligado de la estrategia inmovilista de Puigdemont, el impulso de ERC –que ganaría un escaño– no sirve para compensar el lastre de JxCat en el bloque soberanista. La entente por la independencia cede tres escaños, hasta los 67, y si se repitieran los comicios no llegaría a la mayoría absoluta holgada que tiene en la actualidad (70 diputados). El bloque independentista (44,3%) se coloca por detrás del constitucionalista (45,7%) y los partidos unionistas (Ciudadanos, PSC y PP) que suman 61 escalis sí lograrían alcanzar la mayoría absoluta si son capaces de atraer a los siete diputados de En Comú Podem.

El bloqueo no solo hace mella en el partido de Puigdemont, sino que la situación de parálisis provoca un hastío generalizado en el común de los votantes, lo que haría descender la participación un 2,2%. Si nos fijamos en los tramos de edad, JxCat sólo es la primera opción para los mayores de 65 años (20,9%), mientras que para los más jóvenes representa la cuarta.