Ceuta
La doctrina penal avala las concertinas
En la doctrina penalista, a las concertinas u otros mecanismos de defensa en inmuebles, como pueden ser los alambres de espino, las vallas electrificadas o los vidrios en los muros, se los conoce con el término latino «offendicula» o «defensas predispuestas». Su finalidad evidente es evitar la intrusión no autorizada en el inmueble en el que se colocan. Y se consideran un mecanismo legítimo de defensa, siempre que cumplan unos requisitos determinados, según juristas expertos en la materia.
Debe quedar acreditada que su finalidad es evitar una agresión o intrusión no autorizada; deben ofrecer una respuesta proporcionada a esas agresiones o intentos de intrusión, y deben tener una notoriedad suficiente (que sean perceptibles de forma clara) para que no puedan dañar más que a las personas que pretendan entrar en el recinto acotado, de tal manera que, en caso de intentar el acceso no autorizado, sean ellas mismas las que conscientemente se pongan en riesgo de sufrir lesiones.
Las concertinas son un ejemplo típico de «defensas predispuestas». «Y lo dicho en el párrafo anterior, aplicable sin discusión a la defensa de la propiedad privada, es igualmente aplicable a la frontera de España con Marruecos en Ceuta y Melilla, en la medida que esas defensas cumplen plenamente los requisitos indicados», sostiene el informe técnico jurídico que maneja el Gobierno.
Ayer, en una entrevista en LA RAZÓN, el ministro del Interior, Jorge Fernández, defendió que «el PSOE instaló las llamadas concertinas y reforzó las vallas de Ceuta y Melilla y, mientras no se demuestre lo contrario, no hay un método más eficaz para hacer frente al problema» de las oleadas de inmigración ilegal. El ministro también anunció que la presión sobre Ceuta y, sobre todo, Melilla, se ha incrementado porque la cooperación europea ha ayudado a cerrar la vía marítima, «y cuando se les cierra una puerta, las mafias que trafican con estas personas buscan otra».
El PSOE ha presentado una proposición no de ley en el Congreso orientada a detectar cuantitativa y geográficamente dónde están los inmigrantes. Pero, según Interior, éste no es el problema, porque ya disponen de información sobre su localización. «De lo que se trata es de tomar medidas que eviten la intrusión ilegítima en nuestro país, no de que nos digan cuántas personas quieren entrar ilegalmente y dónde están», explicó el ministro del Interior. El Gobierno mantendrá las concertinas en tanto «no se le ofrezca una alternativa igual de eficaz» para evitar la inmigración ilegal, y alega que la doctrina jurídica avala esta decisión.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, encargó un informe al respecto para valorar el encaje jurídico y las consecuencias del mantenimiento de las concertinas en la valla. Y en él se refieren las conclusiones arriba citadas.
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