Ana Blanco
Los expertos analizan a las cinco candidatas del debate de esta noche
«Me van a permitir que haga referencia a la foto de este debate con cinco candidatos y ninguna mujer presente». Con estas palabras la periodista Ana Blanco, que moderó el debate el pasado lunes, criticó que entre los cinco principales partidos no hubiese una sola mujer. En España la lista de mujeres ministras, secretarías de Estado y consejeras en autonomías es larga. Sin embargo, hasta el momento, ninguno de los principales partidos ha optado por presentar una candidata a la presidencia. María Jesús Montero (PSOE), Ana Pastor (PP), Inés Arrimadas (Ciudadanos), Irene Montero (Unidas Podemos) y Rocío Monasterio (Vox) protagonizan el último duelo dialéctico antes de las elecciones hoy en La Sexta.
VERÓNICA FUMANAL
Presidente de la Asociación Comunicación Política (Acop)
Las primarias penalizan
En el debate las participantes demostrarán que el nivel de las mujeres en la política española es altísimo, y en muchas ocasiones, superior al de los varones. En mi opinión, si aún no hay candidatas a la Presidencia que sean mujeres es porque las primarias de los partidos son perniciosas y penalizan la moderación. Lo hemos visto con Soraya Sáenz de Santamaría, Susana Díaz, Carme Chacón o Hillary Clinton. Sobre las debilidades y fortalezas de las candidatas destacaría de María Jesús Montero su carisma y su liderazgo innato. Es una mujer que tiene mucha fuerza y retórica, que ha deslumbrado a parte de la política madrileña, sobre todo tras aquel debate de presupuestos que defendió ella sola. De igual manera que le pasó a Pedro Sánchez durante el debate del pasado lunes, estoy convencida de que Unidas Podemos le va a atacar con los pactos y la coalición, mientras que la derecha le preguntará si va pactar con los independentistas. El punto fuerte de Ana Pastor es la fuerza de la institucionalidad. Es una autoridad en la política española y con muy buena valoración, independientemente del espectro ideológico. Se le ve como una mujer moderada y sensata. Sobre Inés Arrimadas hay que destacar que tiene la pátina de haber ganado a los independentistas en Cataluña. Ese logró fue histórico. Es una medalla que siempre va a tener. Su principal debilidad es el estado de descomposición de su partido. Tendrá que luchar contracorriente contra la demoscópica. La portavoz de Unidas Podemos, Irene Montero, combina juventud con fuerza. Es un política que retóricamente es muy buena con mucha fuerza y una energía especial a la hora de defender con mucha vehemencia sus posicionamiento. Yo creo que su principal debilidad es que no ha aprendido a modular el tono como Pablo Iglesias. Sobre Rocío Monasterio destacaría que proyecta solidez y seriedad, dos cualidades que para un partido de derechas son importantes. Su debilidad es toda la polémica del loft que ha puesto en duda su profesionalidad y deontología.
LAURA REYERO
Experta en marketing político en la escuela de negocios ESCP Europe
Igual de preparadas
Hay muchas mujeres políticas que han demostrado sobradamente su capacidad de liderazgo y de gestión. La lista de mujeres ministras, secretarías de Estado y consejeras en autonomías es interminable, sin olvidar a mujeres que han sido alcaldesas de todo tipo de municipio. Por lo que no podemos afirmar que no haya mujeres preparadas para ser candidatas a la Presidencia. Hablar de falta de preparación sería injusto y falso. Por lo que solo cabe una respuesta, a los candidatos a la presidencia los eligen las élites de los partidos que están formadas en su mayoría por hombres y se eligen entre ellos, incluso en los partidos con primarias. El problema es que no parece que este tema sea importante, ya que está normalizado, que los candidatos sean hombres, y no solo en España, sino en todo el mundo, y de vez en cuando hay una mujer (Hillary Clinton, Margaret Thatcher, Mette Frederiksen) lo que hace que se piense que si una mujer quiere puede llegar a ser candidata o incluso Presidenta. No hay ninguna característica que diferencia a una mujer líder. Trabajamos igual, no somos ni más listas ni más tontas, ni más vagas ni más trabajadoras. Quizás seamos más eficientes ya que además del trabajo tenemos más responsabilidades familiares que ellos, por lo que tenemos que organizarnos mejor. Las diferencias que pueda haber no tienen que ver con el género. Igualmente, si lo llevamos al terreno de la imagen y el marketing, es difícil generalizar la imagen de una candidata. Son diferentes Cospedal y Sáenz de Santamaría o Susana Díaz y Elena Salgado. Si me voy a nuevos partidos, la imagen que proyecta Montero, no tiene nada que ver con la de Monasterio (las dos son madres jóvenes, trabajadoras y con maridos o compañeros que militan en los mismos partidos que ellas). La candidata no tiene rasgos comunes por ser mujer. Lo que les diferencia es que representan al 50% de los votantes, y eso, «per se», es importante.
ALLENDE MARTÍN
CEO de Compolíder
Es prioritario
Los partidos tienen que evolucionar en este ámbito y presentar a más candidatas como cabeza de listas, además de lo que se regule en sus estatutos y el Comité Electoral. El porcentaje de candidatas en las pasadas elecciones autonómicas y municipales fue bajo, un 28% . Tan sólo 13 mujeres ocupaban los consistorios. Desde las pasadas elecciones generales, el Congreso tiene mayor representación de mujeres, 166, frente a 184 hombres. Roza la paridad pero no la igualdad. Es prioritario que las mujeres tengan más protagonismo en puestos de responsabilidad en sus partidos y en su gobierno. Otro factor relevante es que el candidato por Madrid hasta la fecha sea un hombre porque es el candidato a presidente. Así los resultados del próximo domingo de los líderes actuales van a ser muy relevantes, puesto que aquellos que no consigan lo esperado o, no se alcance acuerdo o, un gobierno va a ser un paso más para proponer a candidatas que estén preparadas, y avanzar con acabar con el famoso “techo de cristal”. Unidas Podemos es el partido que tiene más paridad en sus filas con un 46, 2%, Más País un 44,4%, PP 39,2%, PSOE un 38, 5% y Vox es el baja la media con un 23, 1%.En este sentido, hubiera sido muy positivo y, un avance hacia la igualdad, tener a una candidata a presidenta del Gobierno. Ojalá sea pronto. En EE.UU. han tenido que esperar hasta 2016 con Hillary Clinton aunque no lo consiguiera. Había ilusión puesto que llegó a conseguir un 52% del voto femenino, que no es poco. Las mujeres en puestos de alta responsabilidad en el sector empresarial ejercen un liderazgo que se caracteriza por ser más propensas a llegar a pactos, más flexibles, se adaptan mejor a los cambios, alientan la participación y cooperación y, tienen un mayor desarrollo e inteligencia emocional, según se desprende de estudios de directores de Recursos Humanos. Si tenemos en cuenta esto, con posibles candidatas a presidenta, la situación probablemente fuese otra. La aritmética si no da, no da, pero no queda más remedio que llegar a consensos para formar un Gobierno.
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