Congreso

El PP logra que el Congreso repruebe a Marlaska por la tragedia de Melilla

La moción ha sido apoyada por ERC y los aliados parlamentarios del Gobierno, se abstuvieron

El Pleno del Congreso ha reprobado este jueves al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por sus "mentiras" en la gestión de la tragedia de Melilla de junio de 2022, que dejó una veintena de inmigrantes muertos.

La reprobación, impulsada por el PP, ha salido adelante con el voto de Vox y de Ciudadanos, pero también con el respaldo de partidos independentistas como Esquerra y Junts, mientras que otros socios del Gobierno como el PNV y Bildu han declinado “salvar” al ministro y se han quedado en la abstención.

En concreto, la moción ha sido aprobada con 173 votos a favor, 160 en contra y 15 abstenciones. Al PP se han unido Vox, Ciudadanos, ERC, Junts -que ya habían adelantado que apoyarían la iniciativa-, la CUP, el BNG, el PRC, Foro Asturias y los diputados expulsados de UPN, Carlos García Adanero y Sergio Sayas, mientras que el PNV, Bildu, Coalición Canaria y Compromís se han abstenido. Más País-Equo y Teruel Existe ha votado en contra junto a Unidas Podemos y el PSOE.

El Congreso ha reprobado a Grande-Marlaska por "su falta de sensibilidad, la ocultación de información, los datos falsos facilitados y sus mentiras vertidas en sede parlamentaria".

En la defensa de la moción, el diputado del PP Fernando Gutiérrez Díaz de Ortazu acusó al Gobierno de "no afrontar responsabilidades" y recriminó a Marlaska "la falta de recursos humanos y materiales a la que se enfrentan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado", con el foco puesto en Melilla. ERC, Junts y la CUP reprocharon al titular de la cartera sus "mentiras", no haber dado "ninguna explicación" y aseguraron que lo ocurrido en Melilla significaría "el cese inmediato" de un ministro del Interior "en un Estado de Derecho".

De su lado, Unidas Podemos recriminaron al PP no haber asumido responsabilidad alguna por la tragedia del Tarajal en 2014 y el PSOE tildó de "escándalo" el apoyo de los independentistas a los populares en su iniciativa. Lamentó, concretamente, que partidos "hayan comprado su bulo y su mentira" y se utilicen hechos trágicos, como lo acontecido en Melilla, "como elemento de desgaste del Gobierno".

La enmienda presentada por el partido que lidera Alberto Núñez Feijóo y que defendió ayer la diputada Ana Vázquez también pedía también un segundo punto, «proceder de forma inmediata» al traslado desde Marruecos a España del joven sudanés «Basir», expulsado en Melilla ese día y que se le conceda la protección internacional al encontrarse en una situación de grave riesgo para su vida al ser perseguido por ser cristiano dentro del contexto de conflicto armado que sufre su país.

Grande-Marlaska, criticó durante el debate de la moción el «ridículo» del PP por criticar el cese del coronel de Melilla, que volvió a atribuir a la cadena de mando de la Guardia Civil, una decisión que «respalda» por ajustarse a la legalidad y que comparan con la gestión del Gobierno popular durante el referéndum del 1-O en Cataluña y el juicio en el que su antecesor dijo que «no sabía nada» porque «no daba órdenes». «Fue este ministro quien respaldó en todo momento la actuación de la Guardia Civil, poniéndose delante de ella, no detrás», dijo en la sesión de control del Gobierno en referencia a la tragedia de Melilla en la que fallecieron al menos 23 migrantes.

La diputada del PP y portavoz de Interior, Ana Vázquez destacó a Grande-Marlaska que pasará a la historia por ser el ministro de la «patada a la Guardia Civil» y de «cesar a coroneles» y Marlaska recordó que su gestión cuenta con el aval de la Fiscalía –que archivó la investigación sobre la tragedia de Melilla– y de la Audiencia Nacional y el Supremo sobre el cese de mandos del Instituto Armado.

Como ya hiciera en el Senado, Marlaska reconoció que como ministro está «arriba» de la cadena de mando, pero añadiendo que en el cese del coronel de Melilla la decisión la toman «sus jefes directos» por criterios de «eficacia». «Decisión que yo respeto», enfatizó.

El coronel Torresano, fue cesado por Interior al negarse a abrir expediente a unos guardias civiles de los que actuaron durante los sucesos en la valla de Melilla. En Interior se consideró no adecuado este posicionamiento y se llegó a dar un plazo de 48 horas para que cambiara de actitud. Al no hacerlo, se produjo el relevo. Medios oficiales próximos a la Dirección General del cuerpo señalan, no obstante, que desde su nombramiento se habían producido una serie de hechos que indicaban «que no era el idóneo» para ejercer ese puesto, sin dar más detalles.

En este sentido, el ministro defendió que sus actuaciones se ajustan a la «legalidad». «No como otros ministros del PP», dijo en referencia a su antecesor, Juan Ignacio Zoido, «que sobre octubre de 2017 dijeron en el juicio respecto a sus hombres y mujeres que estuvieron allí trabajando que no sabían ellos nada, que ellos no daban órdenes». «Como siempre, dejándolos solos, como les dejaron en el Piolín», apuntó Marlaska en referencia al barco donde se alojaron los policías y guardias civiles del dispositivo para hacer frente al referéndum independentista y como forma de defensa ante los ataques de los populares.

La portavoz de Interior del PP vinculó como hicieron varias asociaciones de guardias civiles -que el coronel Torresano deje tras dos meses la Comandancia de Melilla para ir destinado a la Jefatura de Enseñanza en Madrid con su petición de elaborar un protocolo para futuros saltos de la valla y para investigar a los migrantes que actúan con violencia, en lugar de a los agentes.En concreto, preguntó si cesará al secretario de Estado de Seguridad por nombrar a este coronel. «Va a pasar a la historia como el ministro de la mentira», le reprochó Vázquez y le reprochó que, siendo juez de carrera, votara a favor de la Ley del «solo sí es sí» que ahora quiere rectificar el PSOE.

Marlaska, por su parte, apuntó que la BBC había rectificado su alusión a migrantes muertos en el lado español durante la tragedia junto a la valla de Melilla, una versión a la que, según él, sí dio «validez» el PP.