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Madrigal: de la misma promoción que Garzón y apoyó la querella contra Artur Mas

Consuelo Madrigal sustituirá a Torres-Dulce
Consuelo Madrigal sustituirá a Torres-Dulcelarazon

El Gobierno propuso ayer a Consuelo Madrigal Martínez-Pereda, actualmente al frente de la Fiscalía de la Sala Coordinadora de Menores, como nueva fiscal general del Estado, en sustitución de Eduardo Torres-Dulce.

El Gobierno propuso ayer a Consuelo Madrigal Martínez-Pereda, actualmente al frente de la Fiscalía de la Sala Coordinadora de Menores, como nueva fiscal general del Estado, en sustitución de Eduardo Torres-Dulce.

Madrigal, que nació en 1956, pertenece a la vigésimo séptima promoción de la Carrera Fiscal, a la que entró con tan sólo 23 años, siendo la más joven de la promoción. Aprobó la oposición en el mismo año que Baltasar Garzón, ex magistrado de la Audiencia Nacional; Álvaro Redondo Hermida, fiscal del Tribunal Supremo; Francisco Vieira, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) y Margarita Robles, magistrada de la Sala Tercera del Tribunal Supremo.

Considerada una fiscal profesional, discreta y no adscrita a ninguna asociación, Madrigal se convertirá –una vez que su nombramiento sea aprobado– en la primera mujer al frente de la Fiscalía General del Estado. Un puesto que detentará durante un año que estará marcado por las citas electorales y los casos abiertos por corrupción en los tribunales.

Ha sido fiscal de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, a donde llegó en 1993, y según sus compañeros, destacó por su «brillantez intelectual y su capacidad para comprender y resolver los problemas jurídicos con comodidad y sentido práctico». Su «profesionalidad» e «intachable» trayectoria destacan entre sus aptitudes desarrolladas a lo largo de su dilatada experiencia.

En su labor en la Fiscalía de Menores en España –desde que fue creada en 2007 dentro de la reforma del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal– ha desarrollado una actividad importante en la coordinación de todos los fiscales especialistas de menores.

Madrigal aspiró a convertirse en la primera fiscal de Sala de la historia en 2003, cuando compitió con otra mujer que sonaba también ahora para ser fiscal general, Pilar Fernández Valcárcel. El Consejo Fiscal de Jesús Cardenal optó entonces por la segunda para alcanzar la primera categoría de la Carrera y acceder así a la Junta de Fiscales de Sala, informa Ep.

Consuelo Madrigal –que figuraba como la número 24 en el escalafón de la Carrera Fiscal en 2011– también ha desarrollado su carrera en la enseñanza. Lo hizo como profesora de Derecho Penal en la Universidad Pontificia de Comillas (ICADE) desde 1986. En docencia, ha dirigido y coordinado cursos para postgrados o en la formación inicial de Fiscales en el Centro de Estudios Jurídicos.

A pesar de que no se le conocen decisiones polémicas, dio su apoyo a la querella contra el presidente de la Generalitat Artur Mas y otros cargos del Govern por las responsabilidades penales derivadas del proceso participativo del 9-N.

Defensora de los servicios sociales, de la educación como vehículo para prevenir la delincuencia juvenil y de la necesidad de dotar de mayor presupuesto a las partidas destinadas a menores, Madrigal se mostró partidaria en una entrevista a «Lawepress» de disminuir a 12 años la edad penal mínima –ubicada en estos momentos en los 14 años– y de buscar un momento intermedio entre los 13 y 16 años para establecer la edad de consentimiento sexual. «13 es poco, 16 es elevada. No queda claro si se adecúa a la realidad social que vivimos», expuso.

También puso el foco en los delitos que se cometen a través de internet. Madrigal ha reclamado más protección frente a contenidos ilícitos en las redes sociales y ha mostrado su preocupación por fenómenos como el «ciberbulling» o el «grooming» que sufren los menores en la red.

La nueva fiscal general tiene un temperamento «artístico», por su especial predilección por la música clásica. Quienes la conocen la definen como una persona de «fuertes convicciones humanistas y defensora de los valores constitucionales». Nunca ha ocultado sus convicciones católicas, pero en ningún caso «fundamentalistas».

Su nombramiento deberá someterse al dictamen del Consejo General del Poder Judicial y volver de nuevo al Consejo de Ministros. Entonces, Madrigal deberá someterse a examen en la Comisión de Justicia del Congreso y, si su designación es aprobada, será definitivamente nombrada por el Gobierno.