Cámara Baja

Más de 60 derrotas y bloqueo de medidas clave: el Congreso cerca a Sánchez

El PP ha logrado ganar 239 votaciones en lo que va de legislatura gracias a la «mayoría alternativa»

Pedro Sanchez en el Pleno del Congreso que vota la amnistia
Pedro Sanchez en el Pleno del Congreso que vota la amnistia. David JarDavid JarFotógrafos

Pedro Sánchez sufrió un nuevo revés en el Pleno del Congreso del jueves y supera ya las 60 derrotas parlamentarias en lo que lleva de legislatura, según el registro de la Cámara Baja. Aunque la sangría parece que sigue sin tocar fondo, porque el presidente del Gobierno tiene medidas clave bloqueadas, sin horizonte de aprobación pese a la urgencia que le imponen sus socios independentistas, nacionalistas y de izquierdas.

Y es que en lo que va de año, en poco más de dos meses y medio, Sánchez ha perdido ya cuatro votaciones con rango de ley: el proyecto de ley para crear una agencia de salud pública del pasado jueves y el proyecto de ley sobre los derechos de emisión de gases de efecto invernadero (tuvo que retirarlo); y dos decretos (ómnibus y gravamen a las empresas energéticas), en enero. Esta cifra no hace sino dar continuidad a la dinámica del año pasado, cuando el presidente del Gobierno acumuló decenas de derrotas parlamentarias bajo la tensión dentro del bloque de investidura.

En concreto, Sánchez perdió seis iniciativas con rango de ley: cinco leyes (la de amnistía, la de proxenetismo, la de Extranjería, la de testamento vital y la de suelo, que tuvo que ser retirada por el Gobierno) y un decreto.

Además, los socialistas también sufrieron dos derrotas con el techo de déficit, lo que dificulta la aprobación de los presupuestos, y cayeron derrotados en un reguero de iniciativas no vinculantes (proposiciones no de ley y mociones), pero sí muy significativas para el debate parlamentario y el rumbo del Ejecutivo.

Esta dinámica no ha hecho más que acentuarse en 2025, ya que la descomposición de la mayoría de investidura se acelera: Moncloa asume que es muy difícil que pueda llegar a aprobar unos presupuestos en toda la legislatura.

Y no solo eso, sino que también hay otras iniciativas clave para Sánchez que huelen a naufragio: para empezar, el decreto que aprobó el Gobierno el pasado martes para el reparto de menores migrantes, que debe convalidarse antes del 18 de abril y Podemos ya ha mostrado sus claras dudas, por lo que probablemente no dé su apoyo. También Podemos ha anunciado su «no» rotundo a la ley para delegar competencias migratorias a la Generalitat, una iniciativa que tildan de «racista». En este sentido, en privado, fuentes del partido morado señalan que Junts está llamando a su puerta insistentemente para atar su «sí», pero en el partido de Belarra niegan que vayan a cambiar de opinión.

De hecho, las mismas fuentes consultadas por LA RAZÓN aseguran que ya están preparados para «cualquier escenario», sea electoral o sea de agotamiento de la legislatura. Lo que es evidente es que «no se dan las condiciones para negociar los presupuestos», y que la tensión dentro de la mayoría de investidura solo puede ir a más. Por otra parte, si los morados frustran la delegación de competencias en materia de inmigración a la Generalitat, el presidente Sánchez verá cómo se agrava la asfixia de Junts.

Igual que Podemos es clave para la carpeta migratoria que urge a Sánchez, también Junts es determinante para la «ley Begoña» y, por ahora, también se está oponiendo a la reducción de la jornada laboral. En este sentido, la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (Lecrim) que quiere impulsar el PSOE para liquidar las investigaciones judiciales a Begoña Gómez y a David Sánchez está en un cajón del Congreso desde el 10 de enero, pese a las prisas del presidente. Y, tal y como ya explicó LA RAZÓN, tampoco este mes de marzo ha podido iniciar su tramitación parlamentaria porque el Gobierno sigue sin atar el apoyo de un Junts que busca solución a la aplicación efectiva de la amnistía para que Carles Puigdemont pueda volver a Cataluña.

De hecho, este próximo martes el PSOE se ha visto obligado a usar su cupo para llevar una ley que el Gobierno tuvo que retirar por el pacto de PP y Junts que coló una enmienda que anuló el impuesto a la generación eléctrica, con un impacto de 1.000 millones para el bolsillo de los ciudadanos: en concreto, es la ley sobre los derechos de emisión de gases de efecto invernadero. El PSOE ahora trata de meterla como proposición de ley, después de que el Gobierno haya retirado el proyecto para frenar el pacto de ambas formaciones, que ya introdujeron también tres enmiendas en la reforma fiscal de finales de diciembre. Estos dos partidos endosaron el jueves una nueva derrota al Gobierno con dos enmiendas sobre el lobo, que han causado malestar en el Ministerio de Transición Ecológica.

Este cúmulo de derrotas parlamentarias empieza a hacer mella en el ánimo del grupo socialista y hay quien ya señala a sus actuales dirigentes: en la pasada legislatura, apenas se perdió alguna votación. En paralelo a las derrotas parlamentarias del PSOE, se está viendo a un PP que logra sacar rédito de la mayoría alternativa con Junts: tiene 17 leyes en tramitación y ha ganado 239 votaciones (contando proposiciones no de ley y mociones).

Estas cifras son inéditas para quien es el principal partido de la oposición, pero se están registrando por la situación política que vive España. Es la consecuencia de que por primera vez gobierne un partido que no ganó las elecciones, pero que sí consiguió una mayoría puntual para la investidura. Para taponar esta fortaleza del PP, Sánchez está utilizando todos los mecanismos que tiene a su alcance (incluso algunos con visos de inconstitucionalidad) para ningunear al Senado y vaciarlo de competencias.

El último episodio ha sido esta misma semana, cuando el Gobierno ha hecho una maniobra inédita y ha bloqueado dos enmiendas que venían de la Cámara Alta con el sostén del pacto PP-Junts y que hubieran supuesto una derrota más para el Gobierno.