Melilla
Melilla homenajea a la Guardia Civil y a la Policía por su «difícil» labor en la valla
La Asamblea de Melilla ha homenajeado hoy a la Guardia Civil y a la Policía Nacional por la difícil tarea que desarrollan en la valla y en los puestos fronterizos que separan la ciudad autónoma de Marruecos, una labor que ha sido reconocida con la concesión de las Placas al Mérito Social.
Las placas han sido otorgadas a la Compañía de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil y a la Unidad de Fronteras de la Policía Nacional, una distinción que también se ha dado de manera individual al agente del instituto armado Abdeselam Mimon por su labor en el puesto fronterizo de Barrio Chino, al Banco de Alimentos y a Gregorio Castillo, presidente del club de pensionistas "La Amistad".
En el caso concreto de la compañía de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil, se ha reconocido la difícil labor de vigilancia de la valla fronteriza, sometida a una extrema presión migratoria desde hace meses.
El presidente del Gobierno melillense, Juan José Imbroda, ha resaltado la responsabilidad de los guardias civiles de esta compañía, quienes desarrollan su trabajo sin olvidar "el drama humano"que supone la inmigración.
"La labor de la Guardia Civil en la frontera sólo es digna de encomio, alabanza y gratitud por parte de todas las instituciones del Estado", ha resaltado el presidente.
El encargado de recoger la distinción ha sido el capitán jefe de la compañía, Daniel Simón, quien ha calificado la tarea que desarrollan como "dura y penosa", pero también "necesaria e imprescindible".
Dentro de ese trabajo diario, sobresale por su humanidad un agente, el guardia Abdeselam Mimon, también de la compañía de Seguridad Ciudadana, al que se le ha querido dar un homenaje de manera particular.
Melillense de nacimiento, este guardia civil destinado en el puesto fronterizo de Barrio Chino, pone orden al desorden que supone controlar el paso de decenas de porteadores, a los que ayuda a que puedan ganarse la vida con el pase de mercancías.
Según ha relatado el propio Imbroda, Abdeselam Mimon va más allá de su propio trabajo y ha llegado a pagar de su bolsillo taxis o incluso, con la ayuda de su hermano, ha comprado patinetes para hacer más llevadera la carga de los pesados bultos que transportan los porteadores, sobre todos mujeres de cierta edad.
La Asamblea de Melilla también ha reconocido el trabajo de la Brigada de Fronteras de la Policía Nacional, encargada del control documental en los cuatro puestos fronterizos que existen entre Melilla y Marruecos, por los que pasan cada día unas 40.000 personas y más de 20.000 vehículos.
A ello hay que sumar la atención de la Oficina de Protección Internacional, donde se han tramitado sólo este año 1.000 solicitudes de asilo, así como la custodia del puerto y del aeropuerto.
Se trata de una tarea "dura, callada y sacrificada", según el jefe de la Brigada, Justo Redondo, encargado de recoger la placa, que trata de conciliar la máxima seguridad con la fluidez en el paso.
Y todo ello, según Imbroda, soportando "provocaciones e insultos", a las que han hecho frente los policías con mucho "temple", lo que ha ayudado que no se haya producido "ni el más mínimo roce"en la frontera.
Las Placas al Mérito Social han reconocido este año el trabajo del Banco de Alimentos, creado en 2006, que debe seguir esforzándose por el bien de la sociedad melillense porque "el hambre desgraciadamente no termina hoy", ha apuntado su responsable, Juan Paredes, quien ha ensalzado el papel de los voluntarios.
Por su parte, Gregorio Castillo, también homenajeado, ha demandado una mayor atención para los mayores, un colectivo que "se merecen todo porque lo han dado todo".
El acto, al que han asistido las principales autoridades de la ciudad, ha terminado con los sones del himno de Melilla.
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