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Legislatura agotada

Moncloa asume que Junts ha decidido ir a elecciones

Hoy fracasará el traspaso de la migración. Las urnas retrasarían la apertura del juicio del «caso Koldo»

Míriam Nogueras portavoz Junts per Catalunya. Comparecencia, a petición propia, del Presidente del Gobierno Pe Alberto R. RoldánPHOTOGRAPHERS

Se acabó. La semana pasada, el expresidente catalán Carles Puigdemont comunicó a José Luis Rodríguez Zapatero, en una reunión en Suiza, que su partido no apoyará los Presupuestos Generales del Estado del próximo año. Contragolpe para el mandato de Pedro Sánchez, que por mucho que remarque su afán de seguir hasta el final, cada vez tiene más estímulos para apretar el botón nuclear de las urnas.

Uno de ellos, que a estas alturas de la película Junts da por agotada la legislatura y se abona a la tesis del adelanto electoral. Como Podemos. La «falta de avances» con la aplicación de la amnistía, la imposibilidad de implementar el catalán en las instituciones europeas, el más que previsible gatillazo hoy con la transferencia de las competencias migratorias a Cataluña, el auge de Aliança Catalana, un lobo con dientes largos que amenaza con devorar buena parte del espacio de la derecha independentista... Junts parece tenerlo claro.

De hecho, en las filas independentistas consideran que Sánchez también empieza a tomar conciencia de que el mejor de los escenarios para sus intereses es el de una convocatoria a primeros del próximo año. Básicamente porque la agenda judicial solo puede ir a peor.

«El PSOE ha asumido que un adelanto sería la mejor manera de retrasar una apertura de juicio oral del «caso Koldo», que sería letal para sus intereses electorales porque de ahí solo puede salir basura», aseguran fuentes de la formación independentista a este periódico, donde admiten que el ambiente político ya es de precampaña. Las elecciones afectarían a la agenda judicial, y también ayudarían a que el exministro Ábalos pierda su condición de aforado. «La causa debería ir a la Audiencia Nacional», especulan las fuentes consultadas.

También pesa el calendario electoral autonómico, que tiene una primera parada en Castilla y León en el mes de marzo y la gran cita andaluza, con el duelo entre la dos de Sánchez y Juanma Moreno. Los dos presidentes populares que se someterán a las urnas ya han avanzado que si Sánchez convoca elecciones, harían lo propio para hacer coincidir sus citas con las nacionales. «No tiene sentido votar dos veces seguidas en tan poco tiempo», sostienen desde hace tiempo en San Telmo, sede del gobierno andaluz. El mensaje ha llegado a la Moncloa, donde estudian los pros y los contras de un superdomingo.

Las últimas encuestas, que reflejan una leve recuperación de Sánchez y una caída del PP a costa de Vox, también influyen en el creciente rumor de elecciones, que el Gobierno niega. Aunque en Junts restan importancia a las palabras que el presidente pronuncia públicamente. Es cierto que el contexto internacional, con la guerra en Oriente Próximo instalada en el epicentro del debate patrio, contribuye, y mucho, a los intereses electorales del Ejecutivo, que ha decidido orientar su estrategia en el rechazo a Israel, con avances significativos, como hablar de «genocidio» o aprobar un decreto de embargo de armas. Gaza como el Irak de la etapa de Aznar, y con la televisión pública «totalmente ya en modo electoral».

Moncloa cree que le va a «llover voto útil» procedente de orillas progresistas. «Nuestra intención es disputarle la primera plaza al PP y cada vez estamos más convencidos de que podemos conseguirlo porque Vox está engullendo a Feijóo. El problema estará cuando ganemos y miremos a nuestra izquierda... puede que no tengamos con quien pactar», es el vaticinio de un destacado miembro del Ejecutivo.