Morenés firma con Egipto el primer acuerdo en materia de Defensa

El ministro de Defensa español, Pedro Morenés, asistirá mañana en Yibuti al acto por el que España asume el mando de la operación «Atalanta».

El ministro de Defensa, Pedro Morenés, ha hecho hoy una parada en El Cairo, durante su viaje a Yibuti, para firmar con su homólogo egipcio, Sedki Shobi, un memorando de entendimiento con Egipto, en la que es la primera visita de un ministro de Defensa al país desde 1990. Este acuerdo marco en el ámbito de la Defensa llevaba parado desde 2003 y ahora finalmente se pone en marcha, pues la pasada semana, durante la visita a España del presidente egipcio, Aldelfatah Al Sisi, no llegó a firmarse. Se trata del primer acuerdo de colaboración en materia de Defensa que firman ambos países. Con anterioridad, en 1953, se creó la agregaduría de Defensa en El Cairo, pero nunca se había suscrito un pacto similar.

De esta forma, se marca la creación de una comisión mixta hispano-egipcia para establecer los puntos de cooperación en áreas como la tecnologia, la enseñanza y adiestramiento, la legislación militar, la asistencia médica o la industria de Defensa, pese a que, en el caso de la exportación de armamento, sigue habiendo limitaciones en la venta de determinado material a Egipto, como es el caso del de uso policial. Con ello, se marcarán tres grupos de trabajo: a nivel geoestratégico (política de Defensa), cooperación militar y cooperación tecnológica.

En la actualidad, Egipto es uno de los países clave para el equilibrio de la zona y, en el caso de España, cobra importancia en materia militar por su colaboración a la hora de permitir sobrevuelos de camino, por ejemplo a misiones como las de Afganistán y Yibuti, o el repostaje de aeronaves españolas en su territorio.

Nada más aterrizar en El Cairo, el ministro, acompañado por el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante general Fernando García Sánchez, ha participado en un homenaje ante la tumba del soldado desconocido, tras lo cual se trasladó a la sede del Ministerio egipcio para firmar el acuerdo y mantener una serie de reuniones con las autoridades del país.

Apenas tres horas después, Morenés pondrá rumbo de nuevo a Yibuti, donde mañana miércoles presidirá el acto en el que España tomará el mando de la operación “Atalanta” contra la piratería en el Índico. Se trata de la quinta vez que nuestro país asume la jefatura de esta operación, en la que participa desde su inicio, en 2009.

Traspaso de mando

La presencia de Morenés mañana en el traspaso de mando supone la escenificación del compromiso del Gobierno con esta misión europea, la cual ha cosechado un importante éxito que queda patente con las cifras de ataques o secuestros: si en 2009 se registraron 163 ataques, 46 de ellos con éxito, en la actualidad ya no se producen secuestros y apenas ha habido 3 ataques. Eso sí, aún quedan 26 personas en manos de los piratas somalíes. El último secuestro de un buque tuvo lugar en mayo de 2012.

Será el Buque de Asalto Anfibio (BAA) “Galicia” -que releva al Buque de Acción Marítima (BAM) “Rayo”- el que ostentará la jefatura de la misión, la cual le traspasará la fragata holandesa “Johan de Witt”, en la que tendrá lugar el acto de hoy.

Desde que arrancó esta operación España contribuye de forma ininterrumpida a la misma con, al menos, un buque y un avión de vigilancia marítima. Actualmente están desplegados en la zona la fragata “Infanta Cristina”, con unos 106 efectivos y el “Rayo”, con cerca de 85. Este último dará el relevo al “Galicia”, que llega a la zona con 185 militares, dos helicópteros y cuatro aviones no tripulados (UAV) con los que controlar las aguas del índico y la costa somalí. Además, nuestro país contribuye con el “Destacamiento Orion”, basado en Yibuti y compuesto por un avión de vigilancia marítima “D4” y unos 55 efectivos del Ejército del Aire.

El éxito de esta operación, en la que también participan otros países como Holanda, Alemania o Francia, ha hecho que en los últimos años se debata la posible implantación de una misión similar en el área del Golfo de Guinea, donde han aumentado tanto los ataques como los secuestros, además de ser uno de los puntos en los que proliferan los tráficos ilegales de armas, drogas o personas.