Ministerio de Defensa
Morenés: «La presencia de EEUU en bases españolas es fundamental»
Una visita sorpresa a Irak la pasada noche ha puesto fin al último viaje del ministro de Defensa, que regresaba de India y Turquía.
Una visita sorpresa a Irak la pasada noche ha puesto fin al último viaje del ministro de Defensa, que regresaba de India y Turquía. Pedro Morenés ha ido a Bagdad y a Besmayah para ver el trabajo del contingente español, lo que él considera «una inversión inteligente», «formar a las Fuerzas Armadas de los países a los que ayudamos». Tras poco más de tres años en el cargo, el ministro cree que la participación en misiones como ésta no sólo dan «credibilidad», sino que convierten a España en «un país que hoy cuenta en Defensa». Gracias a ello, nuestro país ha ganado peso internacional, lo que se palpa en las numerosas operaciones en las que participa España o en la asunción de puestos clave en Europa. Ve el futuro con más luces que sombras y confirma que habrá nuevas misiones este año.
–Entramos en la recta final de la legislatura. Haga un balance de lo que se ha conseguido.
–Se ha conseguido algo muy importante, que es estabilizar el régimen económico de la Defensa. Pero también reestructurar los aspectos organizativos de las Fuerzas Armadas y proyectarlas al exterior con una presencia cada vez más intensa y reconocida internacionalmente. Se ha conseguido iniciar el camino a una integración industrial del sector de la Defensa que permita competir en una igualdad de dimensión con otras empresas europeas; sacar adelante proyectos legislativos importantes como la Ley Orgánica de Régimen Disciplinario, ahora el Código Penal y la reforma de la Ley de la Carrera Militar; se ha conseguido una vinculación muy estrecha entre los cuarteles generales y esta casa, y, por último, y quizás lo más importante, reforzar la figura del Jefe de Estado Mayor de la Defensa como el mando operativo fundamental y único. En definitiva, se ha conseguido consolidar una Defensa que estaba un tanto deslavazada y también que en España se entienda la fundamental tarea que desarrollan las Fuerzas Armadas para garantizar la seguridad y la estabilidad.
–¿Qué le queda por hacer para decir «he cumplido»?
–Me faltan esos aspectos legislativos que creo que son importantes. Y es importante que la Defensa sea una política de Estado de largo plazo y poder acordar con otras fuerzas políticas aspectos fundamentales que afectan a la seguridad de España. Y quiero agradecer el mayoritario apoyo parlamentario a las operaciones que hemos desarrollado en República Centroafricana y en Irak. Es muy relevante desde el punto de vista de esa búsqueda permanente del consenso en políticas que van y tienen que ir más allá de las propias condiciones temporales de una legislatura.
–¿Confía en que el presupuesto de Defensa comience a crecer?
–Espero que sí, porque estoy seguro de que la convicción del Gobierno y del presidente es que España tiene que estar a la altura de sus responsabilidades, también en los ámbitos de la Defensa. Así se acordó en la última Cumbre de la OTAN, y en el Consejo Europeo de junio se va a hablar también de la Defensa. Va a dar un impulso a un sector donde ya empezamos a ver señales, en naciones que forman parte de Europa, de que la situación en el mundo requiere una especial atención a la Defensa. Y esa especial atención, en uno de sus ámbitos, es su financiación. Es evidente que el mundo va por unos derroteros en los que la seguridad cada día se ve más amenazada por circunstancias que hace poco ni existían.
–Ha destacado las misiones en el exterior. 2015 es el año con más operaciones simultáneas. ¿Qué supone para España?
–La asunción de una responsabilidad internacional de un país que quiere tener un papel relevante en el concierto internacional de las naciones. También es un ejercicio permanente de adiestramiento de nuestra Fuerza en misiones reales. Y supone la credibilidad de España en el ámbito exterior. España es un país que hoy cuenta en Defensa, tanto que en 2016 vamos a liderar la Fuerza de Reacción Rápida de la OTAN. Cuenta tanto que este año vamos a organizar en España el ejercicio «Trident Juncture» para desarrollar, después de lo que ha sido Afganistán, el ejercicio real más importante que va a hacer la OTAN; cuenta tanto como para que el director general ejecutivo de la Agencia Europea de Defensa sea español, y algún otro nombramiento que dentro de poco sabremos y que no voy a decir porque no me compete; tanto como para que estemos mandando la operación europea en Mali... Y también como para que el Gobierno sea plenamente consciente y apoye a este Ministerio por la relevancia que sus homólogos en el mundo le dan al papel que España quiere jugar en este asunto.
–¿Veremos a los militares españoles en nuevos escenarios?
–Este año podría haber escenarios nuevos, de salida y de entrada. De salida, hemos terminado la misión en República Centroafricana, vamos a terminar en Afganistán... De entrada, participaremos en una misión de formación en República Centroafricana. También vamos a ser país sponsor de Colombia, en caso de que decida integrarse en la misión «Ocean Shield» de OTAN en el Índico, lo cual es extraordinariamente relevante desde el punto de vista de nuestra relación bilateral, pero también desde lo que es el rol que va a jugar España dentro de OTAN, un rol que hasta ahora sólo han jugado los británicos.
–¿Qué implica ser sponsor?
–Significa ser el garante ante OTAN de que un país que quiere contribuir a las operaciones cumpla los requisitos OTAN. Es una misión de confianza: hacia España dentro de OTAN de poder ser sponsor y de España hacia Colombia de estar convencido de que puede desarrollar esas operaciones. Y de Colombia hacia España de que podamos tener ese rol de garante de una eficaz participación.
–En cuanto a esa misión de entrenamiento en República Centroafricana, ¿qué capacidades aportaría España?
–Estaríamos en un nivel más de adiestramiento, en principio, de los cuadros de Mando. Va a ser una misión de entrenamiento de la UE, no vamos a ir por libre a formar, sino que aportaremos Fuerzas, y una vez hayamos aportado veremos cómo repartimos el trabajo. Es un país que está vacío de capacidades y de estructura de Estado. Hay que empezar por lo más elemental, formar a los cuadros de Mando. Sin ellos es imposible tener una Fuerza mínimamente operativa.
-¿Hay intención de ofrecer más capacidades a la Coalición contra el Estado Islámico?
–Tenemos 300 militares en Irak, unos adiestrando en Operaciones Especiales y otros, a una brigada. Es lo que nos han pedido, lo que hemos dado, lo que hacemos muy bien... La eficacia de España en el ámbito aéreo, naval y de adiestramiento es excepcional, como demuestra la misión en Mali, por ejemplo. Y es una tarea fundamental en las nuevas misiones en el mundo. Se trata de formar a las Fuerzas Armadas de los países a los que ayudamos. Más que hacerles las tareas de seguridad, enseñarles a que las hagan. Más entrenar y menos intervenir directamente, salvo que haya carencia de determinados elementos.
-El yihadismo apunta muy directamente a España y gana fuerza y adeptos. ¿Cómo se le frena?
–Se han adoptado algunas medidas operativas importantes, como las intervenciones aéreas. Aunque hay una impresión mediática de que el yihadismo es una expansión difícil de contener, creo que no es así. Tiene un poco más de leyenda que de realidad. Esa misión aérea ha debilitado de manera fundamental al DAESH y, sin embargo, creo que su capacidad de expandirse, paradójicamente, es importante, porque no se transmite por movimientos físicos desde el punto de vista de las personas o del material, sino de incorporaciones de otros ámbitos yihadistas radicales a ese movimiento que, entonces, pueden aparecer en países diferentes y lejanos a Siria o Irak. No olvidemos que dentro de Europa podemos ser objetivos, como lo hemos sido. La manera de frenarles pasa por la contención física en donde es posible, a través de la intervención directa o de la formación de las Fuerzas que tienen que combatirles. El yihadismo hoy en día se expande por la Red y hay que combatirlo también en la Red, cosa que se está haciendo, impidiendo que sus mensajes y ordenes lleguen a células durmientes o que estén creándose en otros lugares. Y un elemento clave es compartir la información entre países que luchan contra el yihadismo.
–África se ha convertido en otro foco del problema y ha sido una de sus preocupaciones. Lo que se está haciendo, ¿ha servido de algo? ¿Queda mucho por hacer?
–África es muy compleja y no sólo existe un problema de terrorismo. Hay un problema de desaparición del Estado en algunos países. Hay que abordar cada problema con la receta de apoyo que se necesita. Y no es la misma en Atalanta, en Somalia o en Mali. Tenemos que ayudarles a que sean capaces de garantizar su futuro. Estamos en una EUTM Somalia, en una EUTM Mali, en la que se formará en República Centroafricana... Estamos haciendo cosas que a corto plazo no parecen efectivas, pero que a medio-largo plazo garantizarán que esos países generen esa estabilidad, que es su estabilidad, pero también la nuestra. África, la cercana y la no tan cercana, afecta a nuestra seguridad, la europea y mundial. Es una inversión inteligente formar a las Fuerzas Armadas de esos países. Y quiero hacer una mención especial al Golfo de Guinea, donde se producen especiales atentados contra la estabilidad general de nuestros países. Es la puerta de entrada del narcotráfico que tiene una enorme capacidad desestabilizadora, porque financia toda suerte de terrorismos para garantizarse su vía libre hacia Europa. Estamos allí y vamos a seguir cooperando con países como Francia, Portugal y EE UU.
–¿Cómo va esa misión de la que se hablaba en el Golfo de Guinea?
–Las negociaciones no se han dejado, pero esta casa no habla mucho de lo que hace. Nuestra cooperación ha empezado en Mauritania, Senegal o Cabo Verde. Ya vamos a lanzar operaciones de acuerdo con nuestros aliados y los países de la zona. Estamos formando al ámbito naval de esos países para que puedan cooperar con nosotros, pero hacen falta medios. La posibilidad de posicionar nuestros barcos o sistemas de inteligencia por la zona depende de nuestras relaciones con esos países y de que quieran y sean responsables o corresponsables de una seguridad que les afecta. Esas zonas son para nosotros de una importancia capital.
–En cuanto a Afganistán, ¿cuándo concluirá definitivamente la presencia de España?
–La idea es terminar este año. Pero hay un principio importante: tenemos que cumplir los compromisos con nuestros amigos y aliados. Es lo que vamos a hacer sin perjuicio del cumplimiento de la misión y de la seguridad de nuestra gente, de la que nos encargamos en Herat.
–¿Hablamos de final de año?
–Sí, estamos pensando en eso.
–¿Y en Líbano?
–En Líbano, la circunstancia de sus alrededores ha cambiado bastante. Los países cercanos están en una situación muy preocupante. Pero hay un consenso general entre Israel e Hizbulá de que la misión de UNIFIL sea una misión que permanezca. Ha habido un desgraciadísimo hecho de enfrentamiento militar con el resultado de la muerte del cabo Soria y hemos solicitado que la ONU haga las investigaciones oportunas, y a Israel, y lo han aceptado por primera vez, que se sepa hacer una investigación conjunta. Cuando tengamos los dictámenes de ambas comisiones compareceré en el Parlamento.
–Cambiando de tema, ¿es un reto para España liderar la punta de lanza de la OTAN en 2016?
–Es un reto extraordinario y precisamente por eso nos honra mucho que nos hayan elegido.
–También este año España liderará el ejercicio «Trident Juncture», ¿cómo será?
–En él van a participar más de 35.000 efectivos, de los que unos 6.000 serán españoles, y se desarrollará en España, Portugal e Italia. Se quiso llevar al este con la crisis ucraniana, pero en Cardiff mantuvimos que la estrategia Sur y Este son compatibles dentro de la OTAN. Y después de una lucha un tanto especial lo entendió todo el mundo, entre otras cosas porque España contribuye a la estabilidad báltica con una patrulla aérea allí. Ese acto de generosidad debe exigirse a cualquiera de los países de la Alianza.
Es importante que se celebre en el sur. Es un ámbito geográfico y geopolítico de gran relevancia y es un mensaje importantísimo desde el punto de vista de la disuasión.
–España va ganando peso en el ámbito de la Seguridad. Ocupa puestos de responsabilidad, lidera misiones... ¿Cómo de importante es esa Diplomacia de Defensa?
–La Defensa es un elemento fundamental de la presencia y credibilidad exterior de España. Es una obviedad que aquí hay que repetir, porque no se entiende. Y desde esa obviedad de la presencia exterior de España a través de su compromiso en la estabilidad mundial, lo que hemos hecho es usar las capacidades militares en todos sus aspectos, desde la formación hasta la acción directa, para potenciar esa presencia y ese crédito, esa ambición y ese estatus de España en el concierto de las naciones. Y ha dado un resultado extraordinario. No ha sido fácil, hemos recorrido el mundo y nos ha dado credibilidad y reconocimiento. Creo que hemos puesto nuestro grano de arena en esa política exterior, que es una de las tareas fundamentales del presidente del Gobierno.
–Y se ha reforzado la relación con Estados Unidos, que quiere aumentar su presencia en España. ¿Cómo van las negociaciones?
–La relación con Estados Unidos se ha recuperado mucho. En España tiene un interés muy marcado por los aspectos geoestratégicos. La Defensa en EE UU es el sustrato sobre el que se construye el bienestar, genera estabilidad, proyección, seguridad... Por tanto, EE UU y España han tenido siempre esa relación cercana en el ámbito de la Defensa, pero en estos últimos años se ha recuperado de una manera extraordinaria. Sobre el incremento de su presencia en España, particularmente en Morón, pero muy vinculada al escudo antimisiles de Rota, no hacen otra cosa que reconocer la posición geoestratégica de España. Primero, la relación bilateral con EE UU garantiza la defensa de Estados Unidos y también la de España. Segundo, formamos parte de una coalición como es la OTAN, donde también esa presencia se refuerza y, tercero, la posición de España en relación con su contribución a la seguridad en el ámbito europeo, pero también a nuestra directa conexión con el norte de África, se refuerza extraordinariamente con esa presencia.
–Entonces, ¿lo apoyarán y se modificará el acuerdo con EE UU?
–Su presencia es fundamental para la estabilidad de la zona mediterránea y en consecuencia para la estabilidad y la seguridad de España, y vamos a apoyar esa operación. Tiene una serie de connotaciones colaterales que para nosotros son extraordinariamente importantes y las autoridades de EE UU saben cuál es nuestra preocupación y prioridad, fundamentalmente en temas que afectan a los aspectos laborales conexos con ese incremento de los marines en Morón.
–Hábleme de la reestructuración de las Fuerzas Armadas.
–Hay elementos nuevos en las Fuerzas Armadas y son dos espacios físicos que no estaban. El primero es el ciberespacio, donde se producen atentados contra la seguridad de las naciones y de sus ciudadanos, y ante los que tenemos que reaccionar con inteligencia, fuerza, inversión, cohesión, unidad... Es una amenaza muy seria. Y hay otro espacio, el espacio exterior, donde España tiene muchas capacidades, tanto desde el punto de vista industrial como de su presencia. Y luego hay otras capacidades sentidas por los tres Ejércitos, también en esos ámbitos nuevos, que deben estar centralizadas en el Estado Mayor de la Defensa: Inteligencia y Operaciones Especiales, una nueva capacidad que cada vez se va a usar más.
–Usted ha impulsado mucho la industria y entre sus planes estaba un proyecto industrial de Defensa. ¿Qué objetivos se buscan?
–Lo primero es conseguir un tejido de industria de Defensa nacional que sea capaz de tener dimensión suficiente, financiera, comercial y de I+D+i, que le permita ser puntera en todos los mercados. Es lo primero que estamos haciendo. ¿Y qué hacemos desde esa visión fuera? Tratar de que los desarrollos de la industria nacional puedan tener mercado fuera. Apoyarlos para que los conozcan y los usen. No hay un solo Gobierno que no haga esto. Cuando se habla de cooperación con determinados países en temas de Defensa se habla de formación, de poner a las Fuerzas en común en acciones combinadas, donde soldado con soldado afrontan el mismo peligro. Pero se habla también de desarrollar capacidades, bien por adquisición pura y dura, o por el desarrollo común. Hoy en día, estar en el mundo no significa poner productos en el mundo, significa poner las propias industrias en el mundo. La deslocalización es un instrumento útil. Y es muy importante también iniciar programas nuevos que permitan que la industria investigue, desarrolle, innove, se involucre y se integre para hacer frente a programas como los que vamos a desarrollar. Básicamente, un vehículo 8x8 para el Ejército de Tierra y una fragata F-110 para la Armada. En el del Aire irá enfocado al desarrollo de aviones tripulados a distancia.
–¿Hay alguna compra desde el exterior a la vista?
–Estamos avanzando en temas en los que España tiene capacidades, como vehículos terrestres, barcos, aviones... El avión «Casa 295» es un éxito comercial como no ha habido en este país. Pero también somos parte del conglomerado industrial europeo donde ofrecemos nuestra capacidad de impulso comercial y de peso como nación por los compromisos que tenemos para poder apoyar esa industria. Tenemos muchas cosas abiertas, también en aspectos de comunicación o radar, y creo que ya hemos cerrado importantes contratos estos años con empresas españolas fuera.
–En ese proyecto industrial, Indra era uno de los puntales más importantes, pero ha habido revuelo por el cambio de presidente. ¿Qué es lo que ha ocurrido?
–Indra no era, es uno de los puntales, si no el más importante, que tiene España para desarrollar esta integración de las capacidades industriales de la Defensa nacional. El plan desarrollado por esta casa para dotar a España de esa industria de Defensa, integrada, eficiente, que garantice nuestra soberanía y seguridad y pueda competir, es un plan que hay que poner en marcha y hemos elegido a la persona que consideramos que lo puede poner en marcha. Además, las noticias que vemos (Indra perdió 92 millones en 2014) demuestran que era necesario un cambio.
–¿Volverán a ver en Barcelona un museo militar algún día?
–Vamos a hacer un museo en Barcelona que muestre a los catalanes y al resto de españoles que lo quieran visitar cuál es la historia militar de Cataluña y la historia militar de España en Cataluña.
–¿Tienen alguna fecha en mente?
–Estamos intentando llevar recursos, que no es fácil, pero lo haremos pronto. Queremos hacerlo bien.
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