Corrupción

El móvil de Aldama y la cita de Koldo ante el juez tensan el plan de Moncloa

Aunque el Gobierno trata de rebatir al comisionista, los secretos de su dispositivo aún están fuera de su alcance

El empresario Víctor de Aldama, presunto comisionista del caso Koldo que este jueves ha declarado que pagó comisiones en efectivo a altos cargos, hace declaraciones tras salir en libertad de la cárcel de Soto del Real.
El empresario Víctor de Aldama, presunto comisionista del caso Koldo que este jueves ha declarado que pagó comisiones en efectivo a altos cargos, hace declaraciones tras salir en libertad de la cárcel de Soto del Real.SERGIO PEREZAgencia EFE

Moncloa se ha apresurado a dar un paso al frente para tratar de contrarrestar las acusaciones vertidas por Víctor de Aldama, el comisionista de la «trama Koldo», que han puesto en jaque al Gobierno. Una ofensiva con la que, a poco más de una semana de que declare el «nexo corruptor» en el Tribunal Supremo, buscan vender tranquilidad. Y para ello no han dudado en calmar las aguas con el exministro José Luis Ábalos, ante el que han bajado el tono, mostrándose convencidos de que el día que se siente ante el juez Leopoldo Puente (la citación es para el jueves pero ha pedido aplazarla) este no disparará contra los que un día fueron sus compañeros, aunque luego muchos le dieron la espalda. Sin embargo, en este intento de controlar tanto el relato como las pruebas –las conocidas por ahora en forma de contratos o mails– se siguen quedando varios elementos fuera, a los que de momento no alcanza la artillería de Moncloa ni del PSOE: el móvil de Aldama y la declaración de Koldo García (prevista en principio para el día 17), que podría tirar de la manta sobre la supuesta trama de reparto de «mordidas» por la compra de mascarillas después de haber callado en la Audiencia Nacional.

Y es que estos dos frentes son, por ahora, muy difíciles, si no imposibles, de atacar desde el Ejecutivo, pues no está claro lo que puede salir ni del dispositivo ni de la boca del que fuera exasesor de Ábalos.

Porque, por un lado, Aldama reclamaba esta misma semana, en su escrito ante el Supremo, que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil accediera a su teléfono intervenido, algo que por el momento ha descartado el juez, al menos hasta que le escuche en sede judicial. Pero el comisionista de la trama insiste en ello alegando que puede «acreditar las múltiples conversaciones» con «altos cargos del Gobierno» (como el ministro Ángel Víctor Torres o la ya exministra Teresa Ribera, entre otros), lo que considera que es relevante y aclaratorio para avanzar en el «caso Koldo». Tiene claro que la información que guarda ese dispositivo corroborará mucha de las acusaciones que ya hizo en la Audiencia Nacional. Un secreto en forma de pruebas que el propio «conseguidor» quiere que salga a la luz, como ya amenazó la misma noche que abandonó la cárcel de Soto del Real.

Gota a gota

Porque el comisionista de la trama es realmente el que está marcando los tiempos y, poco a poco, está dosificando tanto la información como las pruebas que sustentan sus acusaciones. Un goteo que, si finalmente se autoriza el acceso al teléfono y se confirman además sus confesiones en la Audiencia con el informe que elabora por orden judicial la Guardia Civil, se convertiría en un grifo abierto sobre el Gobierno.

De momento, Moncloa insiste en el mantra de que Aldama no ha aportado ninguna prueba contundente y que todo es mentira, al tiempo que denuncia el «acoso judicial». Sin embargo, un móvil podría hacer estallar esa estrategia de ataque, por lo que la supuesta calma e «indignación» que venden pende de un hilo.

Y más todavía con el segundo de los frentes que recientemente se les ha abierto: la disposición de Koldo García a romper su silencio para declarar en el Supremo y responder a algunas de las preguntas que se le planteen: las de su abogado y, aún está por ver, las de la Fiscalía. Todo, para dar por primera vez su versión en lo que se refiere a la supuesta trama de reparto de comisiones en la adjudicación de contratos para la adquisición de material sanitario durante la pandemia del coronavirus, tal y como adelantó ayer LA RAZÓN. En concreto, Koldo está dispuesto ahora a explicar su versión en lo que afecta a esas compras, en las que están señalados los ministerios de Transportes e Interior, y los gobiernos balear y canario, presididos entonces por Francina Armengol, actual presidenta del Congreso, y Ángel Víctor Torres, titular de Política Territorial. Su declaración, eso sí, está ahora en el aire por la petición de Ábalos de aplazar la suya. Sea finalmente el día que sea, a Moncloa se le abren dos batallas difíciles de gestionar y que se suman a otros frentes que conforman un vía crucis judicial al que tendrá que enfrentarse tanto el Gobierno como Pedro Sánchez. El descenso a los infiernos incluye, entre otros, la declaración de su mujer Begoña Gómez, el día 18, y la de su hermano David, el próximo 9 de enero.