Infancia

Qué es la sala Gesell donde declararon las niñas del caso Highlands

Tiene su origen en un psicólogo y pediatra estadounidense y se usa para evitar la revictimización

Cámaras Gesell de un Juzgado de Madrid.
Cámaras Gesell de un Juzgado de Madrid.C.M.

La semana pasada, las menores de 6-7 años que habrían sido víctimas de agresión sexual por parte del sacerdote Marcelino, el párroco del colegio Highlands, declararon ante la Justicia.

Según explicó a los medios de comunicación el abogado de dos de las menores, Ignacio Fuster-Fabra, la declaración tuvo lugar en una sala Gesell un espacio especialmente habilitado para proteger a los menores y evitar su revictimización durante el proceso judicial. Pese a la dureza de la declaración, el letrado aseguró que las niñas expusieron con claridad los hechos, los mismos que habían denunciado sus padres ante la Policía Nacional.

¿Qué es una sala Gesell?

Toma su nombre del psicólogo y pediatra estadounidense Arnold Gesell que estudió el desarrollo infantil. Su desempeño como profesor y escritor entre los años 1920 y 1950, lo posicionó rápidamente como uno de los grandes expertos en paternidad y crianza infantil en norteamérica.

Inspirado por su padre, que era fotógrafo, Gesell incorporó diversas herramientas tecnológicas apara sus estudios. Entre ellas, comenzó a usar con frecuencia cámaras fotográficas, de vídeo y espejos especiales para observar de forma precisa cómo interactúan y se comportan los niños en distintos contextos.

Las víctimas del excapellán del Highland y sus padres comienzan este lunes a testificar ante el juez
Las víctimas del excapellán del Highland y sus padres comienzan este lunes a testificar ante el juezEuropa Press

Uno de esos recursos, el espejo unidireccional, se transformó con el tiempo en lo que hoy conocemos como cámara Gesell: un sistema que divide dos habitaciones mediante un cristal especial. Desde un lado, quienes están en la sala no perciben que están siendo observados, ya que solo ven su propio reflejo. Del otro lado, los investigadores o profesionales pueden mirar sin ser vistos, lo que permite analizar conductas de forma más objetiva y sin interferencias.

Evitar la revictimización

Fue en la sala Gesell donde las menores pudieron contar su versión de los hechos acompañadas por psicólogos especializados, y sin la presencia directa de jueces, fiscales o del acusado. Primero, entraron en una sala más grande y llena de juegos infantiles donde pudieron tener el primer contacto con la psicóloga que hará las preguntas a las pequeñas a petición del juez. Después, en una sala más reducida donde hay una mesa con sillas las menores fueron respondiendo a las preguntas que la psicóloga las iba haciendo a petición del juez, el fiscal o los abogados. La psicóloga no podrá poner en la mente de la menor ninguna pregunta que incite a una respuesta dirigida y dejará que sean los menores los que hablen.

Niños jugando
Niños jugandoDREAMSTIMEDREAMSTIME

Del otro lado, el o la juez observa desde una habitación contigua, separada por un cristal unidireccional, lo que permite evitar la revictimización de las niñas al no tener que repetir su testimonio ante múltiples autoridades.

Además, toda la declaración fue grabada en vídeo, lo que la convierte en prueba preconstituida: un recurso legal que busca preservar la integridad emocional de las víctimas, al mismo tiempo que garantiza la validez del testimonio en el proceso judicial.

Este protocolo, cada vez más extendido en los casos de violencia sexual hacia menores, permite recoger pruebas sin vulnerar los derechos de las víctimas, en especial cuando se trata de delitos tan delicados como los que se investigan en este caso.

Imagen de las cámaras del centro Highland School donde se ve al sacerdote con una menor.
Imagen de las cámaras del centro Highland School donde se ve al sacerdote con una menor.La Razón

El sacerdote Marcelino, acusado de presunta agresión sexual, continúa bajo investigación judicial. Las declaraciones de las menores en la sala Gesell forman parte clave del procedimiento penal en curso.

El próximo 17 de junio declararán el entonces director del centro escolar, Jesús María Delgado y dos profesoras del colegio a las que las menores contaron lo que estaba ocurriendo, por su posible participación o encubrimiento de los hechos para quienes los padres de las menores han pedido su imputación.