Elecciones municipales
"No cobrar sale a cuenta por lograr cosas para tu pueblo"
José Luis Bartolomé, alcalde de Navalperal de Pinares, no percibe sueldo desde su elección en 1991.
Pablo Casado es un devoto de los callos que prepara Fina, la mujer del alcalde de Navalperal de Pinares (Ávila), a tiro de piedra de El Escorial. El presidente del PP era cliente de la carnicería antes de su elección en el congreso de los populares el pasado verano. Ahora ha vuelto a hacerse con una casa de temporada en la vecina localidad de Las Navas del Marqués, «pero si viene es con el tiempo tasado para estar con los suyos, a relajarse, y no se mueve mucho. Hace tiempo que no se acerca», dice José Luis Bartolomé, primer edil por el PP desde 1991 (entonces por el CDS), cuya última noticia de Casado es «un WhatsApp que me devolvió el otro día, un poco tarde». «Pero está muy atareado», le disculpa.
En España hay 2.571 alcaldes que no cobran nada. Otros 540, sin dedicación exclusiva, ingresan menos de mil euros al año. En la mayoría de los casos no se trata de un sueldo, sino de otros conceptos retributivos, como las dietas por asistir a plenos. Bartolomé compagina el cargo con su trabajo desde el primer año en la alcaldía. «Por asistencia a plenos y comisiones se cobran 30 euros. Si al año tienes cuatro plenos y cuatro comisiones, al final tú me dirás», dice el regidor abulense, para quien «sale a cuenta por la satisfacción de que consigues las cosas para tu pueblo, ni más ni menos». Esa «ilusión por seguir sumando» es la que finalmente ha movido a José Luis a volver a presentarse. Asegura que «el PP contaba conmigo desde el minuto uno, ni se planteaba que lo dejara», pero el motivo fundamental ha sido «no defraudar» a «toda la gente que me ha apoyado este tiempo y ha insistido para que repitiera».
Acerca de una posible derrota el día 26, no secunda la idea de Manuela Carmena, que no se ve en la oposición. «Si no soy elegido –confío en continuar si la gente reconoce nuestro trabajo– tendré que estar vigilante para que los que ganaran se dediquen al pueblo y no a otra cosa».
Después de estos 28 años, el alcalde asegura que «queda mucho por hacer porque no se termina nunca. Crees que estás acabando las tareas y surgen otras nuevas, otros proyectos, y cada vez más», explica el mismo día en que les acaban de notificar que la Unión Europea concede al consistorio una subvención de 15.000 euros para extender la zona wifi.
Sobre lo conseguido considera el alcalde que «son tantas cosas que no puedo dejar ninguna, y todas eran necesarias: el asfaltado de punta a punta, el cambio del alumbrado, la rehabilitación del patrimonio municipal, el museo etnológico, el arreglo de la piscina, la planta potabilizadora...».
Navalperal es el segundo pueblo de Ávila con más porcentaje de extranjeros, un 20,59%, lo que representa uno de cada cinco vecinos. «La relación con ellos es buena, no hay rencillas ni enfrentamientos», asegura José Luis, quien se muestra sorprendido por los 85 votos –el 19,59%–que logró Vox el 28-A en Navalperal. «Son demasiados pero, por lógica, si procedían del PP espero que vuelvan a nosotros». Los necesita para culminar su promesa estrella de esta legislatura: una residencia de ancianos.
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