Terrorismo

Ocho presos de ETA se ponen en huelga de hambre en discrepancia con la estrategia que sigue Otegui

Tras echar un órdago al líder independentista, suspenden la protesta al haber logrado que uno de ellos tuviera una celda individual

Cartel en el que se anuncia la huelga
Cartel en el que se anuncia la huelgaLaHaine

Ocho presos de ETA, del sector minoritario, que se oponen a las consignas que emanan de la Izquierda Abertzale oficial que encabeza Arnaldo Otegui (los oficialistas se agrupan en el colectivo EPPK), iniciaron una huelga de hambre por, según explicaban, las “malas condiciones carcelarias” que sufren. Todos ellos se encuentran en centros del País Vasco y Navarra y, al parecer, uno de ellos habría sido sometido a situaciones de aislamiento. En definitiva, se trata de disidentes. La protesta no ha durado mucho ya que al reclusos le han dado una celda individual, aunque en medios vascos se subraya el gesto de estos individuos, pertenecientes al colectivo ATA.

Días atrás, el preso etarra Garikoitz Echeverria inició una huelga de hambre “en protesta por las condiciones de vida que la cárcel le quiere imponer”, informe LaHaine. “El detenido sufre un aislamiento de sus compañeros manteniéndolo en la unidad de aislamiento, en el régimen penitenciario más duro”, aseguraba.

“En solidaridad con su compañero comenzaron una huelga de hambre otros presos: Mikel San Sebastian, Orkatz Gallastegi, Jesús María Echeverria, Aitor Cotano, Jon Kepa Preciado, Dani Pastor, todos ellos en la misma prisión de Álava, en Zaballa; y Patxi Ruiz en la prisión de Pamplona. Pero la cosa no ha pasado a mayores. ya ha terminado.

“En solidaridad con esta medida de lucha, desde la Koordinadora JARDUN, a traves de la Organizacion antirrepresiva ASKE, se convocaron movilizaciones en toda Euskal Herria, el viernes 29, en las capitales Iruñea, Baiona, Gasteiz, Donosti y Bilbo, y el sába una marcha a la prision de Zaballa”, según se anunció.

Se trata de reclusos pertenecientes o proximos a ATA, una organización en desacuerdo con el final pactado de ETA al considerar que dejaron de cometer atentados sin alcanzar sus objetivos estratégicos de independencia en una repíblica socialista y una amnistía total.

La disidencia la enmarcan en actitudes hostiles al régimen carcelario, tal y como explicaba el preso Garikoitz Echeverría: "La mañana del pasado 14 de abril llegué a la prisión de Zaballa procedente de Dueñas en Palencia, y todo fue bien, hasta que me prometieron que me obligarían a hacer doblete con otro preso en la celda cuando debía estar por la tarde. . Me negué a doblar y, como resultado, he estado en confinamiento solitario desde el viernes por la noche. Considero que es derecho de todo preso elegir vivir solo o en pareja en el calabozo sin imponer ninguna de las prisiones, sin embargo, como la prisión es un área de sensibilización y castigo, quisieron sensibilizarme doblemente y castigaron. yo porque yo era insubordinado. En un principio quería denunciar esta situación en la huelga del patio, pero como no tengo visos de solución mientras tanto, me pondré en huelga de hambre desde la mañana del miércoles 19 de abril". Solicitaba a otros reclusos que se unieran a su protesta y lo hicieron siete. Al final, se salió con la suya y, según medios vascos, se le ha dado una celda individual.

No pasa de ser una anécdota, dentro del marco general, que tanto indigna a las víctimas. del acercamiento de todos los freclusos terroristas a cárceles vascas y navarras. En el seno de la izquierda abertale se ha producido en las últimas semanas un debate entre los "posibilistas" de Otegui, que blasonan los éxitos logrados del Gobierno central, y los radicales, apoyados por algunas organizaciones estudiantiles y juveniles. Al final, como es habitual en este mundo, se ha impuesto el centralismo, sobre todo teniendo en cuenta la inminencia de las elecciones.