Avión
Óscar Puente llama "niñatos israelíes" a los jóvenes expulsados del avión de vueling y el Memorial del Holocausto le acusa de antisemitismo
El ministro de Transportes criticó en un polémico post ya eliminado a los adolescentes judíos desalojados del vuelo, provocando una contundente réplica de Yad Vashem
El ministro de Transportes, Óscar Puente, generó una intensa polémica al publicar el viernes un mensaje en X (antes Twitter), que mantuvo visible durante horas antes de eliminarlo el sábado, donde se refería como "niñatos israelíes" a los 50 adolescentes judíos franceses expulsados de un vuelo de Vueling. En la publicación, cuestionaba irónicamente: "¿Los xenófobos estarán con la compañía española? ¿O todos juntos haciendo piña estarán con los niñatos israelis?".
Yad Vashem responde con contundencia
La reacción de Yad Vashem, la principal institución mundial de memoria del Holocausto, no se hizo esperar. Su sede española replicó al ministro aclarando que los jóvenes no eran israelíes, sino "judíos franceses. Europeos", añadiendo: "Señor Óscar Puente, confundir su identidad religiosa con una nacionalidad extranjera es antisemitismo". La institución enfatizó que "mientras cada año huyen de Europa miles de familias judías amenazadas, se espera de un representante público respeto y que no aliente el odio".
Vueling, por su parte, defendió la decisión de expulsar a los jóvenes alegando "comportamiento disruptivo" que infringía la Ley de Seguridad Aérea. Según la compañía, los adolescentes manipularon equipos de seguridad e interrumpieron la demostración obligatoria, lo que llevó al comandante a solicitar intervención de la Guardia Civil. Un video viral muestra el desalojo, incluyendo la reducción violenta de la monitora del grupo.
El caso ha generado reacciones internacionales. El ministro francés de Exteriores, Jean-Noël Barrot, pidió explicaciones a Vueling para descartar "discriminación religiosa", mientras el ministro israelí Amichai Chikli afirmó que los jóvenes solo cantaban canciones hebreas. La aerolínea negó cualquier motivación política o religiosa en el incidente.