Cataluña

Presión al PSOE por los Presupuestos

PP y Cs tratan de dejar a Sánchez la responsabilidad de no ceder al «chantaje» del PNV, pero fuentes socialistas aseguran que no habrá «consenso alguno» antes del debate de las enmiendas.

El secretario general socialista, Pedro Sánchez, ayer durante la rueda de prensa en la sede del partido
El secretario general socialista, Pedro Sánchez, ayer durante la rueda de prensa en la sede del partidolarazon

PP y Cs tratan de dejar a Sánchez la responsabilidad de no ceder al «chantaje» del PNV, pero fuentes socialistas aseguran que no habrá «consenso alguno» antes del debate de las enmiendas.

El reloj de arena para cerrar los presupuestos de 2018 empieza a correr hoy en el Congreso y las posiciones que han fijado los partidos no crean precisamente un escenario de consenso. PP y Cs fijan su presión en el PSOE, mientras que éste se acomoda en su «no es no», Podemos rechaza el plan del Gobierno como cabía esperar y pide a Sánchez que exija a Nueva Canarias, su socio electoral, el voto para que no apoye las cuentas generales. Pero parece que la postura del PSOE será inamovible hasta el debate de enmiendas a la totalidad para el Pleno de finales de mes, ya que según fuentes consultadas por este periódico, las posteriores comparecencias de altos cargos y reacciones al proyecto no servirán para virar la posición socialista. «No hay intención de llegar a acuerdo alguno, no», zanjan la conversación.

Aunque la presión se dirija ahora sobre el PSOE, también igual que hicieron en la anterior negociación presupuestaria y en lo que es un movimiento estrictamente político, fuentes populares admiten que saben que los socialistas no cambiarán de posición y menos «bajo la presión a la izquierda de Podemos». No obstante, ante la petición de la formación morada al PSOE para que mueva la ficha del diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, los socialistas levantan las manos: «¿Cómo le vamos a pedir nada cuando no tenemos un acuerdo programático?», se preguntan. «Nueva Canarias va por libre».

En el Gobierno mantienen la confianza en que en este mes pueda acabar formándose Gobierno en Cataluña y que esto, a su vez, facilite el apoyo del PNV al proyecto, dado el órdago del partido nacionalista al supeditar su apoyo a la eliminación del 155 en Cataluña. En caso de que fallasen sus previsiones y no hubiera Presupuestos porque Cataluña sigue bloqueada, «la presión sobre el PSOE tendría aún más sentido». El PP traslada la responsabilidad a la oposición sobre la base de unas cuentas «de gasto social y de rebajas fiscales» para poder sostener ante la opinión pública el discurso de que si esas mejoras no salen adelante ha sido «sólo por interés partidista en desgastar al Ejecutivo». El vicesecretario de Política Social y Sectorial del PP, Javier Maroto, requirió al PSOE que no sucumba al «chantaje» del PNV y le pidió «cinco votos al azar» para sacar adelante los presupuestos. «Frivolidades ninguna, somos un partido serio», fue la respuesta de Sánchez en rueda de prensa. Y tachó las cuentas propuestas de «ideológicas» y tendentes a un Estado social «low cost». En la línea del PP, el presidente de Cs, Albert Rivera, espetó al PSOE que actúe con «sensatez y sentido de Estado», y que permita la aprobación de los PGE ante la «delicada» situación y el «chantaje» del PNV. Rivera se mostró «satisfecho» por el acuerdo, y repasó las «partidas naranjas», como la ampliación del permiso de parternidad, las ayudas a la educación infantil, la bajada de impuestos a «las clases medias» o la subida de las pensiones.