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Pujol alegará motivos de salud para no comparecer en el Parlament

La Cámara catalana solicita la asistencia del ex presidente, que no se produciría hasta octubre. Su entorno destaca que por «razones de salud» sería inconveniente su declaración

El Gobierno catalán asegura que el escándalo no afecta a su proyecto soberanista de cara a la reunión de hoy con Rajoy
El Gobierno catalán asegura que el escándalo no afecta a su proyecto soberanista de cara a la reunión de hoy con Rajoylarazon

Todos los partidos catalanes, salvo CiU, aprueban que acuda a la Cámara para explicar su fortuna oculta. El «Molt Honorable» deja de serlo tras renunciar a sus cargos y privilegios como ex presidente de la Generalitat

Ante la Justicia y Hacienda, todo. Fuera de los Tribunales y las autoridades tributarias, nada. Esta es la idea que baraja Jordi Pujol y que le aconsejan todos sus asesores ante la petición de los partidos políticos catalanes de que comparezca en el Parlamento de Cataluña. Según su entorno más cercano, el fundador de Convergencia «está muy tocado» ante los últimos acontecimientos, que le han llevado, tal como adelantó este periódico, a la renuncia voluntaria de sus cargos en el partido y a los privilegios como ex presidente de La Generalitat. Ayer mismo, Pujol y Artur Mas pactaron esta decisión por iniciativa propia y la manera de ser anunciada, en la rueda de prensa ofrecida por el presidente de la Generalitat.

La familia y el círculo íntimo de Pujol lo tienen claro y su pronóstico es que no debe comparecer en el Parlamento por varias razones, personales, políticas y jurídicas. El ex presidente es un hombre de avanzada edad, ochenta y cuatro años, que ha tenido en los últimos meses algunos achaques de salud. Desde el punto de vista judicial, sus abogados le recomiendan ceñirse únicamente a las declaraciones ante las instancias correspondientes. «Es ante los jueces, si le llaman, dónde debe hablar», asegura un letrado de su equipo asesor. Y desde el punto de vista político, la propia cúpula de CDC ve muy negativa su presencia, ante posibles ataques desaforados.

«Si un diputado de la CUP le lanzó un zapato en la cara a Rodrigo Rato, ¿qué no harán con Pujol?,» se preguntan dirigentes de Convergencia, al recordar aquel incidente con el que fuera vicepresidente económico del PP. Estas fuentes subrayan que los ánimos están ahora muy caldeados y que la presencia de Jordi Pujol en el Parlamento puede ser muy agresiva y virulenta. «La imagen de un hombre que ha gobernado Cataluña durante treinta años, insultado y zarandeado es impensable», afirman en la cúpula de CDC. De la misma opinión son dirigentes de Unió, el partido coaligado, dónde el silencio se ha impuesto, pero tampoco partidarios de un linchamiento personal hacia la figura del ex presidente.

Una vez dejado todos sus cargos en el partido y las prebendas de ex presidente, la tesis en la Federación nacionalista es que Pujol debe dar explicaciones ante los jueces y el fisco, por lo que todos recomiendan que no comparezca en el Parlamento. Ello no elude en absoluto sus responsabilidades, pero sí las limita al cerco judicial y fiscal. «Es un hombre anciano que está muy afectado, no soportaría un calvario personal de este calibre, con serias consecuencias para su salud», aseguran en su entorno familiar y sectores médicos, que le llevan tratando desde hace tiempo. Llegado el caso, por razones de salud, podrían certificar la inconveniencia de su comparecencia en el Parlamento. Añaden que el ex presidente está dispuesto a dar todo tipo de declaraciones, porque así lo demuestra su comunicado y asunción en solitario de responsabilidad. En definitiva, la opinión en el entorno de Pujol y en CiU es coincidente: fuera ya de todos sus cargos, bajo el peso de la Ley sin remedio, pero no en un «vía crucis» innecesario de imprevisibles y humillantes consecuencias.

Solicitud parlamentaria

La petición de comparecencia ha sido posible gracias a la retractación de ERC, que tiene la sartén por el mango tanto para pactar con el gobierno convergente, como para pactar contra él. Si bien antes de ayer hacían gala del pacto de fidelidad firmado con CiU al inicio de la legislatura, ayer, tras observar el calado del asunto, se mantuvieron en no adherirse a la solicitud de comparecencia propuesta por el PP y Ciutadans, pero presentaron la solicitud de comparecencia del ex presidente en la próxima Comisión de Asuntos Institucionales de la Cámara catalana.

Esta solicitud esta firmada por todos los partidos del hemiciclo catalán excepto por la federación nacionalista. El jueves, a petición de los grupos para tratar el asunto, se celebrará una junta de portavoces parlamentarios en la que se decidirá cuándo debe comparecer.

Para que lo hicera durante el agosto debería asumirlo la diputación permanente que se hace cargo del ejecutivo hasta el inicio del curso político. Así que lo más probable, habida cuenta del peso que tienen los republicanos en el Parlamento, es que prospere su petición. Teniendo en cuenta que el curso político empieza siempre con el debate de Política General y que éste no se celebrará hasta finales de septiembre, la cita a la que Pujol pretende no asistir no se realizará antes del 11 de septiembtre, día de la celebración catalana de la Diada.

Esto pospone la convocatoria de la Comisión de Asuntos Institucionales al menos hasta octubre. En caso de que finalemente el ex presidente decidiera no acudir, los convergentes conseguirían sortear el escollo de ver al que ha sido su emblema personal sometido a escarno público antes de la consulta soberanista prevista para el 9 de noviembre, informa Rubén González.

Las explicaciones del presidente

Es una cuestión estrictamente familiar, personal. No tengo derecho a preguntarle»

Siento mucha pena, compasión, un dolor muy grande. Era mi padre político. Esto es lo que hay»

Puso a disposición del partido todos sus títulos. No volverá a ninguna reunión de CDC ni CiU»