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Perfil

Qué fue de Nadia Calviño: de vicepresidenta del Gobierno de Sánchez a 'la banquera de Europa'

Tras su paso por la política española, Calviño volvió al seno de Europa para desarrollar sus labores económicas

La exministra de Economía, Nadia Calviño. Carlos OrtegaEFE

De los focos del Consejo de Ministros a la discreción de los despachos europeos. Nadia Calviño cerró en 2023 una etapa intensa como vicepresidenta primera y ministra de Economía, Comercio y Empresa del Gobierno de Pedro Sánchez para asumir, a comienzos de 2024, la presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI), una de las instituciones financieras más influyentes del continente.

El nombramiento, avalado por los Estados miembros de la Unión Europea, supuso un reconocimiento a su perfil técnico y a su experiencia en Bruselas, donde ya había trabajado antes de entrar en política. "Era el paso natural", reconoció meses después en una entrevista, aludiendo a su deseo de "volver a un entorno más europeo y menos partidista".

Durante sus cinco años y medio en el Gobierno, Calviño gestionó algunas de las crisis más complejas de las últimas décadas: la recesión provocada por la pandemia de la COVID-19, la crisis energética derivada de la guerra en Ucrania y la implementación del plan de recuperación financiado con fondos europeos. Su estilo, prudente y tecnocrático, generó tanto admiración como recelos dentro del Ejecutivo de coalición.

Un libro sobre su paso por el Gobierno para cerrar la etapa

Desde su llegada a Luxemburgo, Calviño ha mantenido un perfil público moderado, centrado en la gestión de proyectos de inversión sostenible y en reforzar el papel del BEI en la financiación de la transición verde y digital. Sin embargo, ha reaparecido en los medios con la publicación de su primer libro, 'Dos mil días en el Gobierno', donde repasa su paso por la política nacional y ofrece una visión personal de aquellos años.

En sus páginas, la economista gallega admite que "no todo fue fácil" y que las tensiones internas del Gobierno fueron constantes. Además, Calviño relata sus desencuentros con el Ministerio de Trabajo de Yolanda Díaz durante la negociación de la reforma laboral y su empeño por mantener la credibilidad fiscal de España ante Bruselas. "En algunos momentos me convertí en el enemigo a batir", escribió con franqueza.

Ahora, instalada en Luxemburgo, Calviño combina su labor al frente del BEI con una agenda internacional cada vez más intensa. Su objetivo, según ha expresado, es "convertir al banco en una palanca para la inversión inteligente y sostenible de Europa".

Lejos de la política española, pero en el corazón financiero del continente, Nadia Calviño parece haber encontrado un nuevo equilibrio. Tras los sobresaltos del Gobierno, su voz sigue pesando, aunque ahora lo hace desde un escenario más silencioso y más influyente: el de las grandes decisiones económicas de Europa.