23J

Recuento definitivo: 2,4 millones de votos por correo y 150.000 electores no entregaron su papeleta

Correos constata que han ejercido el voto por correspondencia el 94,2% de las personas cuyas solicitudes fueron admitidas

Las elecciones en pleno verano han disparado el voto por correo hasta unas cifras sin precedentes. Según los datos definitivos facilitados por Correos, 2.471.935 electores han depositado su voto por correspondencia, lo que supone un 94,2% de las solicitudes admitidas, que ascendieron a 2.622.808, por lo que 150.873 españoles que pidieron votar de forma anticipada no han entregado finalmente sus papeletas (según ha podido saber este periódico, 116.467 ni siquiera han llegado a recoger los sobres de las estafetas después de no poder facilitarles en mano la documentación al no hallarse en el domicilio indicado).

Correos hace hincapié en que ese 94,2% de solicitudes admitidas que se han plasmado en votos es el porcentaje más alto alcanzado en unas elecciones generales desde 2008, el primer año con registros estadísticos homologados.

Madrid se sitúa a la cabeza con 592.241 admitidos, es decir, casi uno de cada cuatro del total. Le siguen Andalucía (377.678), Cataluña (251.324) y el País Vasco (204.815).

La Junta Electoral Central (JEC) acordó el pasado jueves –tal y como habían solicitado PP y Vox, una petición a la que se sumó in extremis Correos ante los numerosos cambios de domicilio notificados por electores a quienes no les había llegado la documentación a casa y se iban de vacaciones– ampliar hasta las 14:00 horas del viernes el plazo para depositar los votos en las oficinas, por lo que los ciudadanos que no habían acudido aún a votar pudieron hacerlo también a lo largo de la mañana del viernes.

Evitar la "relajación de los ciudadanos"

Pero horas antes de que finalmente solicitara a la Junta Electoral Central la ampliación del plazo, Correos se opuso a esa prórroga. En un escrito remitido a la JEC el pasado miércoles –al que ha tenido acceso LA RAZÓN–, la empresa pública aseguraba que la iniciativa «apenas tendría impacto» (finalmente la medida ha permitido que 10.651 ciudadanos más pudieran votar por correo) porque los electores habían dispuesto de «margen suficiente» para votar, por lo que extender el plazo podía acarrear «una relajación de los ciudadanos para depositar su voto en el último día». Con el riesgo, recalcaba Correos, de que esas papeletas entregadas in extremis en las oficinas no llegasen a tiempo a las mesas electorales. Y es que Correo consideraba que cerrando la votación por correspondencia el 20 de julio se disponía de «un margen necesario» para hacer llegar el domingo los sobres a las mesas electorales dada la «complejidad logística y operativa» de ese reparto contrarreloj.

Correos explicaba que el pasado martes ya había puesto a disposición de los solicitantes del voto anticipado el 100% de las papeletas (aunque a los que no se encontraban en el domicilio indicado se les dejó aviso de que pasaran a recogerla por las oficinas, algo que no han hecho finalmente 116.467 personas), solo 48 horas después de recibir la documentación de la Oficina del Censo Electoral.

Para la empresa pública, que horas después cambiaría de opinión y se sumaría a la petición de PP y Vox, no existían razones que justificasen «una nueva ampliación del plazo».

El cambio de criterio de Correos

Sin embargo, ya el jueves, dos horas antes de que la Junta Electoral se reuniese para estudiar la petición de PP y Vox (según ha podido saber este periódico ya con una propuesta de ampliación del plazo sobre la mesa), Correos remitió su solicitud de extender el plazo hasta las 14:00 horas del día siguiente. Y justifica el cambio de opinión porque había detectado «que algunos ciudadanos están acudiendo a nuestras oficinas interesándose aún por la posibilidad de reexpedir su documentación electoral a otra dirección distinta a la que indicó en su solicitud». Se trataba de personas a las que no les había llegado la documentación a casa en el plazo esperado y se iban de vacaciones.

La empresa pública constataba que no existía «tiempo material para que completen su voto por correo si el plazo de remisión por certificado en las oficinas de Correos finaliza hoy» (el pasado jueves a las diez de la noche). Por eso respaldaba la ampliación hasta las 14:00 del viernes, pero avisaba de que «en ningún caso puede ampliarse más allá, por cuanto se pondría en muy grave riesgo» –incluso llegando a la «imposibilidad» en algunos puntos de la geografía nacional– «que el voto llegue en tiempo hábil a las mesas electorales».

Los datos del 23J suponen un incremento del 99,08% respecto a las últimas elecciones generales celebradas el 28 de abril de 2019 (1.241.716) y un 82,06% más que los registrados en las del 26 de junio de 2016 (1.357.745), hasta ahora el récord histórico en el número de votos por correo. La diferencia entre solicitudes y votos admitidos, apunta la empresa pública, se sitúa en el 5,8%, la ratio más baja registrada en todos los procesos electorales. En abril de 2019, por ejemplo, ese porcentaje fue del 7,8 por ciento.

Durante la jornada de hoy, Correos deberá entregar todos esos sobres en las 60.314 mesas electorales repartidas por los 22.562 colegios de toda España.