Muere Alfredo Pérez Rubalcaba a los 67 años

Alfredo Pérez Rubalcaba, ex vicepresidente del Gobierno y ex secretario general del PSOE, ha fallecido hoy a los 67 años

Alfredo Pérez Rubalcaba ha fallecido hoy en Madrid después de que el pasado miércoles sufriera un infarto cerebral (ictus) en su casa de la capital. La capilla ardiente por el ex vicepresidente del Gobierno se instalará a partir de las 20:30 en el Congreso de los Diputados.

Su figura está íntimamente ligada a puestos de responsabilidad en el PSOE y en el Gobierno, donde detentó las carteras de Presidencia y Educación con Felipe González e Interior y Defensa con José Luis Rodríguez Zapatero. También fue vicepresidente y portavoz de este Gabinete y del Grupo Socialista en el Congreso. A nivel orgánico asumió las riendas del PSOE tras la salida de Zapatero y concurrió a las elecciones de 2011 como cabeza de cartel, cuando los socialistas bajaron hasta los 110 diputados y pasaron a la oposición. Presentó su dimisión tras los malos resultados electorales del partido en las europeas de mayo de 2014 y cedió el testigo de la Secretaría General a Pedro Sánchez ese mismo año. Tras una dilatada vida pública, decidió entonces volver a la docencia como profesor de Química Orgánica en la Universidad Complutense. El 2 de septiembre de 2014 hizo efectiva su renuncia al escaño en el Congreso de los Diputados, donde había desembarcado 21 años antes. En la V Legislatura fue diputado por circunscripción electoral de Toledo (desde 1993), pasando a serlo por Madrid tras las elecciones de 1996 y 2000, por Cantabria en 2004 y por Cádiz en 2008.

El velocista que fue en sus años de juventud se ha tenido que enfrentar a una continua carrera de obstáculos durante estos años en la política y en los últimos compases de su vida. El último y escueto parte médico avanzaba la «extrema gravedad» de su estado y el deseo de la familia de no facilitar más información sobre su estado. Las muestras de apoyo se han sucedido desde todos los ámbitos, unos mensajes que se han tornado en condolencias una vez que se ha producido el triste desenlace.