Comunidad de Madrid

Sala dice adiós al TC con críticas al «dislate» de los políticos

López (1º izda.), Xiol (2º izda.), Martínez-Vares (2º dcha.) y González-Trevijano (1º dcha.) tomaron posesión como nuevos magistrados del TC ayer por la tarde, mientras que Francisco José Hernando (centro) se convirtió en presidente en funciones.
López (1º izda.), Xiol (2º izda.), Martínez-Vares (2º dcha.) y González-Trevijano (1º dcha.) tomaron posesión como nuevos magistrados del TC ayer por la tarde, mientras que Francisco José Hernando (centro) se convirtió en presidente en funciones.larazon

El catedrático de derecho constitucional Pedro González-Trevijano, el juez de la Audiencia Nacional Enrique López y los magistrados del Tribunal Supremo Santiago Martínez-Vares y Juan Antonio Xiol –el único progresista– tomaron ayer posesión como nuevos magistrados del Tribunal Constitucional (TC). Sustituyen a los progresistas Pascual Sala, Manuel Aragón y Pablo Pérez-Tremps y al conservador Ramón Rodríguez Arribas, por lo que ahora hay mayoría conservadora.

A pesar de las etiquetas, el presidente saliente del tribunal, Pascual Sala, subrayó ayer que el Tribunal Constitucional es «un tribunal independendiente, no un tribunal político, ni politizado, ni sometido a directrices de partidos o formaciones políticas» y aplaudió «la solvencia y especialización jurídicas» de los nuevos magistrados. A su juicio, las «infundadas acusaciones de politización» se producen porque sus resoluciones tienen «una indudable trascendencia política y, consecuentemente, mediática». «Como advertía el segundo de sus presidentes, Francisco Tomás y Valiente –que fue asesinado por ETA en 1996–­, el tribunal juzga, sí, sobre controversias políticas, pero lo hace con criterios y razones jurídicas», añadió.

En esta línea, Sala remarcó que el Constitucional es «insustituible» como «supremo intérprete de la Constitución» y alabó el «considerable esfuerzo» realizado por la institución para «poner al día» los recursos de amparo y el resto de asuntos que trata. Así, hizo hincapié en que, desde enero de 2011, han ingresado 15.192 asuntos, que sumados a los pendientes entonces arrojan un total de 19.103 asuntos. Durante este periodo se han dictado 16.185 resoluciones de inadmisión, fundamentalmente recaídas en procesos de amparo, y 591 sentencias, de las que 281 corresponden al Pleno y 310 a las salas y secciones.

En opinión del ya ex presidente, quedan como asignaturas pendientes la paridad en el seno del propio Tribunal Constitucional y los retrasos a la hora de asignar magistrados. Según recordó, en enero de 2011 se eligieron los magistrados del turno reservado al Senado con tres años de retraso, en julio de 2012 se produjo la elección de los del Congreso con un año y medio de retraso y, sólo la última renovación, se ha celebrado dentro del plazo previsto.

De acuerdo con Sala, la proximidad de las renovaciones ha supuesto una «grave anomalía», que encima «se ha visto agravada» por las modificaciones legislativas que permiten que, en caso de retraso, los mandatos sean menores y las renovaciones no sean trieniales. Por ello, apostó por «corregir con urgencia este dislate y volver a la renovación ordenada».

Tras el discurso de Pascual Sala, se procedió a la lectura de los reales decretos de cese y nombramiento de magistrados. González-Trevijano, López, Martínez-Vares y Xiol recibieron la medalla de magistrados y ocuparon su sitio. Después, el magistrado de mayor edad entre los más antiguos, Francisco José Hernando, se convirtió en presidente en funciones y dio por constituido el nuevo tribunal.

Entre los asistentes al acto se encontraban el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón; el presidente del Tribunal Supremo y el CGPJ, Gonzalo Moliner; el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce; la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, y el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, y su consejero de Justicia y Presidencia, Salvador Victoria, así como los vocales del CGPJ –entre ellos, Fernando de Rosa, Margarita Robles o Gabriela Bravo– y numerosos jueces.