Consejo Europeo

Sánchez defiende el papel de China como “actor global” en vísperas de su viaje al país

La UE se encuentra dividida sobre el rol mediador de Pekín en la guerra de Ucrania

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha defendido la necesidad de tener en cuenta la voz de China a la hora de encontrar un plan de paz para Ucrania. El propio equipo de la Moncloa explica que el papel de Sánchez no es de “mediador” y que no representa al conjunto de la UE en el viaje que realizará a China el próximo 31 de marzo para entrevistarse con el presidente Xi Jinping. Una invitación que para muchos tiene algo de regalo envenenado, ya que se produce después de que Jinping escenificara este pasado lunes su buena sintonía con Vladimir Putin en un encuentro entre los dos mandatarios.

Sánchez, sin embargo se ha mostrado este viernes desde Bruselas moderadamente optimista sobre el papel de Pekín. “China es un actor global, así que obviamente debemos escuchar la voz para ver si, entre todos nosotros, podemos poner fin a esta guerra y que Ucrania recupere su integridad territorial” ha declarado. Aunque España apoya el plan de paz defendido por el presidente Volodimi Zelenski, Sánchez subraya como puntos positivos que el “plan de posicionamiento chino” rechace las armas nucleares y defienda la integridad territorial de China.

Las instituciones europeas han acogido con escepticismo este texto al considerar que no diferencia entre agresor y víctima y las cancillerías europeas están divididas sobre cómo actuar. Mientras los países Bálticos no confían en Pekín como posible mediador internacional, otros Estados creen -con las debidas cautelas- que no es bueno cerrar totalmente esta posibilidad.

En el mes de noviembre, el viaje del canciller alemán Olaf Scholz a Pekín suscitó todo un terremoto dentro del club comunitario al percibirse que Berlín estaba poniendo por encima sus relaciones comerciales con el país asiático antes que una postura común europea y se acusó a Scholz de no haber pactado un desplazamiento común con el presidente francés, Emmanuel Macron. Ahora se repite el mismo patrón y escenario, ya que el inquilino del Elíseo también viajará a China el 4 de abril junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. París es una de las capitales que defiende con mayor ahínco que la UE reduzca la dependencia respecto a China en temas de gran sensibilidad geoestratégica como el desarrollo de las redes 5G o las materias primas indispensables para la transición energética.

En esta ocasión, el viaje de Sánchez no ha suscitado estas críticas entre los socios europeos y Moncloa achaca este hecho al diferente papel de España respecto al gigante asiático. Más allá de las repercusiones geoestratégicas en vísperas de la presidencia española, el periplo de Sánchez tiene como objetivo conmemorar el 50 aniversario de las relaciones bilaterales entre los dos países y fuentes de la Moncloa no descartan que pueda producirse el anuncio de algún acuerdo inversor en sectores de gran importancia para España como el turismo, productos agropecuarios o la carne.