Política

Pedro Sánchez

Sánchez no irá a las urnas y hará una agenda social para tapar la tesis

Tras una semana complicada y frente a las voces dentro del PSOE que apuestan por un adelanto electoral, el presidente pone pie en pared y en su entorno aseguran que: «Mantiene su hoja de ruta: censura, estabilidad y elecciones» y que presentará «medidas concretas que van a centrar el debate político»

Los últimos acontecimientos han puesto en jaque la estabilidad del Gobierno de Sánchez. Foto: Cristina Bejarano
Los últimos acontecimientos han puesto en jaque la estabilidad del Gobierno de Sánchez. Foto: Cristina Bejaranolarazon

Tras una semana complicada y frente a las voces dentro del PSOE que apuestan por un adelanto electoral, el presidente pone pie en pared y en su entorno aseguran que: «Mantiene su hoja de ruta: censura, estabilidad y elecciones» y que presentará «medidas concretas que van a centrar el debate político».

«La pinza PP y Ciudadanos ha fracasado. El presidente está fuerte y mantiene su hoja de ruta, censura, estabilidad y elecciones. No lo han conseguido derribar con acusaciones falsas y ha salido mejor que ha entrado. Si querían forzar elecciones han fracasado. Este año no habrá elecciones». Así de contundente se muestra el entorno del presidente Sánchez, que mañana realiza una conferencia en la Casa de América rodeado de sociedad civil, mundo del deporte, de la cultura, empresarios, asociaciones, personalidades conocidas «que presuntamente estaban más cerca de otras formaciones políticas» y, evidentemente, el Gobierno en pleno. En un tuit, el presidente marcaba la ruta de sus próximos pasos «proseguimos, el Gobierno continúa». Por si la idea de Pedro Sánchez no fuera diáfana la conferencia que pronunciará lleva por título «Avanzamos», y para avanzar «el presidente hará un discurso para ampliar la base social que respalde al gobierno socialista». La Moncloa y el PSOE dan por finalizada la polémica sobre la tesis que lanzaron Ciudadanos y PP. El Gobierno ahora lanza sus dardos contra «los culpables de mentir». El PSOE se lanzó con Óscar Puente como abanderado. Albert Rivera debe «rectificar» y Pablo Casado «tiene que enseñar sus trabajos o irse a casa». La hoja de ruta no marca elecciones «porque en la oposición tenían miedo que se superara septiembre. Y eso se va a conseguir. El siguiente paso son los presupuestos», apuntan fuentes socialistas. Son conscientes de que «la ofensiva seguirá, pero nosotros no nos quedaremos quietos», añaden desde el entorno de Pedro Sánchez que insinúan «nuevas sorpresas políticas, saldrán en breve. El presidente quiere marcar la agenda desde el debate político no emponzoñando la política». Según ha podido saber LA RAZÓN, el presidente presentará en un breve plazo «medidas concretas que van a centrar el debate político». Estas medidas se mantienen con la máxima discreción y no se descarta que alguna de ellas pueda ser presentada este mismo lunes.

El Gobierno socialista sabe que ha cometido errores. Algunos sonoros y que han puesto en evidencia que no todo es coordinación y que la política de comunicación hace aguas. «Este caso ha hecho equipo en La Moncloa», contestan, aunque reconocen que hay «cosas que mejorar». «El presidente sale fuerte de una crisis y lo va a poner en valor, a nivel personal y político», porque «tenemos vocación de seguir, no somos de regate corto. No somos cortoplacistas».

Sin embargo, el equipo de La Moncloa y la sala de máquinas del PSOE han puesto en marcha su maquinaria electoral. Las encuestas ya encargadas marcarán la estrategia y aunque hay voces en el socialismo que no verían mal un adelanto electoral, el presidente está con el pie en la pared «es su exigencia personal. Va a cumplir su hoja de ruta». El nerviosismo cundió en el PSOE la tarde del miércoles y el jueves, pero Sánchez recibió un amplio apoyo sin fisuras, aunque con algún silencio. Es generalizada la sensación de que «han ido a por el gobierno, desgastarlo a lo bestia y no han reparado en medios», porque «no quieren que llegue a las elecciones inmaculado y fuerte. Las han querido forzar ahora». Diversos dirigentes socialistas consultados coinciden en no descartar elecciones «aunque el presidente las debe convocar en el mejor momento. Después de salir de una crisis quizás es demasiado temerario, y convocarlas con la posibilidad de que se renueve una mayoría de centro derecha es peor. Ahora, mejor esperar».

Esta espera se refiere a las encuestas que ya se están realizando porque «hay que saber cuál es el terreno de juego», antes de una convocatoria electoral. La situación de ataque ha hecho cerrar filas en el PSOE y ha generado malestar en sus filas «se han pasado líneas rojas, al todo vale». Por eso, «esto que ha pasado es política de baja calidad. Nosotros tenemos que celebrar que se haya demostrado la falsedad de las acusaciones, pero hemos de reflexionar si esta es la política que queremos». En estos días, la mayoría que sostiene al Gobierno ha cerrado filas. Tanto en el Congreso, impidiendo la comparecencia del presidente, forzada por Ciudadanos y PP, como en las declaraciones públicas. Tanto ERC, como Podemos, PDeCAT y PNV han apoyado a Sánchez lanzando sus dardos contra Casado y Rivera. Todos coinciden en que Sánchez ha reaccionado bien.

Con este escenario, el Gobierno debe afrontar las negociaciones de los presupuestos. Hasta el 15 de octubre la UE ha dado margen para presentarlos. Un mes para alcanzar un acuerdo. Sin embargo, no será el único frente que abra el gobierno. Más medidas de carácter social se pondrán encima de la mesa, porque Sánchez quiere mantener su promesa de estabilidad. La cuestión es ver si lo consigue.