Política

Palma de Mallorca

Silencio total entre el juez Castro y el fiscal Horrach

No se ven desde la declaración de Camps

Horrach y Castro
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Mucho han cambiado las cosas entre el juez José Castro y el fiscal Pedro Horrach, protagonistas mañana del interrogatorio a la Infanta Cristina como imputada en el «caso Nóos», desde que hace casi un año compareciera en los juzgados de Palma Iñaki Urdangarín. Entonces, ambos prepararon minuciosamente el interrogatorio, como ahora, pero repartiéndose las preguntas para evitar redundancias. Los dos hablaron unas cuantas veces sobre esa comparecencia, como había sucedido en febrero de 2012 con la primera visita del duque de Palma ante el juez. Ahora, sin embargo, sus posiciones procesales se han alejado a raíz de la imputación de la Infanta y todo ha sido distinto. No ha habido reuniones, ni llamadas telefónicas, ni contraste de pareceres. Nada. Castro y Horrach ni siquiera se han visto desde que, el pasado fin de semana, los dos se desplazaran a Valencia para tomar declaración a varios testigos, entre ellos el ex presidente de la Generalitat Francisco Camps.

Castro no se ha dejado ver por los juzgados desde el pasado lunes. Se ha encerrado en casa para preparar a conciencia el interrogatorio que, sin duda alguna, más le ha costado llevar a cabo en su dilatada carrera judicial, que finalmente se celebrará con la oposición de la Fiscalía Anticorrupción y la Abogacía del Estado y con los informes contrarios de la Agencia Tributaria. Hoy sí se le espera por los juzgados, pero las fuentes consultadas apuntan a que, con toda probabilidad, madrugará para evitar a los periodistas, sabedor de que, a estas alturas, es más rehén que nunca de sus palabras.

Además, el magistrado tiene tarea pendiente que piensa despachar esta misma mañana, a menos de 24 horas de la declaración de la Infanta: resolverá los recursos contra su decisión de que la comparecencia se grabe sólo en audio y ratificará la personación en la causa de la asociación Frente Cívico «Somos Mayoría», que preside Julio Anguita, que según el fiscal debe ejercer la acusación a través de la abogada de Manos Limpias.

Los dos hombres que han llevado el peso de la investigación del «caso Nóos» en los últimos tres años acudirán mañana a la declaración más mediática de la historia judicial española sin haber intercambiado una palabra en los últimos días. Hasta el punto de que ni siquiera se conoce quién comenzará el interrogatorio. En las comparecencias de Urdangarín, cuando los papeles interrogatorios estaban delimitados, fue Castro quien abrió el fuego. De él depende, en su calidad de instructor del procedimiento, cómo se ordene el turno de preguntas. Quizá ahora, dado que el fiscal no comparte sus argumentos, le ceda el testigo para echar él después el resto en busca de indicios que le permitan sostener una imputación por delito fiscal y blanqueo contra la que se pronunciaron hace dos semanas tres inspectores de Hacienda y la responsable policial de la investigación.

En esas declaraciones de los peritos de Hacienda fue Horrach quien comenzó a interrogar, pues era la Fiscalía quien los había propuesto. «Lo normal es que en este caso empiece Castro», aseguran fuentes próximas al magistrado.

«Caso Palma Arena»

«No existe la complicidad que existía antes entre ellos, pero su relación es cordial y profesional. Quedan muchas piezas separadas del "Palma Arena"y no se pueden permitir el lujo de llevarse mal...», apuntan fuentes jurídicas. La imputación de la Infanta ha pasado factura a ambos y el malestar de Horrach y de la abogada del Estado Dolores Ripoll con la actuación de Castro es evidente. «El juez les ha dejado a los pies de los caballos –apuntan fuentes de la investigación–, como si fueran unos títeres en manos del poder».

«Lo de los peritos marcó un antes y un después», apunta alguien que les conoce bien. Pero pese a que su relación no atraviesa su mejor momento, desde el punto de vista profesional guardan las formas. «Horrach acudió al despacho de Castro cuando el juez hizo público el auto de imputación, pero no le encontró y le mandó un correo electrónico. Y el fiscal todavía va a entregarle en mano sus escritos, como siempre ha hecho», añaden.

Una vez que sus caminos se han separado en el «caso Nóos», Anticorrupción ha consensuado sus preguntas con la Abogacía del Estado, que centrará su interrogatorio en la imputación que hace el juez de delito fiscal, mientras que Horrach acomodará sus preguntas a la sucesión de hechos cronológicos que vinculan a Doña Cristina con el Instituto Nóos y Aizoon (la empresa que compartía al 50% con Urdangarín).

La Fiscalía pide 600.000 euros como responsabilidad civil

La Fiscalía Anticorrupción solicitará que la Infanta Cristina pague en torno a 600.000 euros en concepto de responsabilidad civil a título lucrativo, la mitad de lo percibido por la empresa Aizoon de los fondos públicos presuntamente malversados por el Instituto Nóos entre 2003 y 2007. Dicha petición quedará recogida en el escrito de acusación del «caso Nóos» que está preparando la Fiscalía Anticorrupción para cuando finalice la instrucción de esta causa, ya que la declaración de la Infanta como imputada el próximo sábado podría ser una de las últimas diligencias que se practiquen, han informado fuentes jurídicas.