Radiografía de Podemos

Sólo el 18,7% de los españoles quiere que Podemos llegue al Gobierno

Menos de la mitad de los ciudadanos afirman que conocen su programa electoral. Un 35,7% de los encuestados rechaza las recetas económicas de la formación

Pablo Iglesias
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Menos de la mitad de los ciudadanos dice conocer el programa del movimiento de Pablo Iglesias, según una encuesta de NC Report. Apenas un tercio de los encuestados defiende las recetas económicas que promete poner en marcha la formación

Podemos irrumpió con fuerza en la escena política en los comicios europeos del pasado mayo. Un fenómeno que ha sabido aglutinar a los indignados y que se convirtió en el perfecto voto de castigo contra el bipartidismo. Pero más allá de la demagogia utópica, Podemos no es concebido por los votantes como una alternativa real para España. Así se deduce de la última encuesta de NC Report para LA RAZÓN, según la cual el 65,4% de los españoles no le confiaría a la formación de Pablo Iglesias el Gobierno de España. Ni siquiera entre su sector más afín –los jóvenes– hay convencimiento de que Podemos pudiera ponerse al frente del Ejecutivo del país. Sólo un 18,7 por ciento se aventura a dar a esta recientemente creada formación un voto de confianza, un porcentaje similar a aquellos que no tienen o no quieren expresar su opinión al respecto, el 15,9%.

La desconfianza en Podemos se asienta en todos los sectores demográficos y su incremento es proporcional a la edad. La horquilla generacional más desencantada con el partido del profesor universitario es la de los 45 a los 64 años: un 71,3% no le quiere ver en La Moncloa, frente al 15,2% que sí lo vería con buenos ojos.

Pero ¿cómo se explica esta desconfianza en Podemos después de su arrollador debut en las europeas? Es sencillo: a pesar de que comulgan con algunas de sus propuestas, los votantes no valoran positivamente las medidas más importantes que proponen para España, las económicas. Es más, un 35,7% de los encuestados las valora «mal o muy mal», frente al 28,4% que las ve «bien o muy bien». También es un importante porcentaje, un 17,6%, el que valora estas recetas como «regulares» o que prefiere no expresar su opinión al respecto (un 18,3%).

Los jóvenes de entre 18 y 29 años, en este caso, sacan la cara por Pablo Iglesias y son los que, mayoritariamente, dan por buenas sus medidas. El sector más crítico vuelve a ser el de entre 45 y 64 años, que las considera malas o muy malas en el 42,6% de los casos y buenas, sólo en el 22,2 por ciento.

Otra de las razones que apuntaría a la falta de credibilidad de Podemos es que ofrece soluciones fáciles para problemas difíciles. Así lo considera un 57,6% de los españoles, que vería en el populismo de Iglesias una razón para la desconfianza. En este caso, son más los que prefieren no contestar –un 22,3%– que los que consideran que la simpleza de las propuestas es válida para la magnitud de los problemas que pretende solucionar, un 20,1%. Sobre esta cuestión, su bastión más leal, el sector de entre los 18 y 29 años, vuelve a disentir y se suma a la corriente mayoritaria que cuestiona las recetas de Iglesias.

Llegados a este punto, habría que cuestionarse cómo Podemos obtuvo semejante éxito en las europeas si los votantes no le consideran una alternativa fiable ni creíble. La clave podría residir en que menos de la mitad de los encuestados conoce el programa electoral de Pablo Iglesias. El 49% admite desconocer las propuestas concretas que defiende, mientras que el 48,1% sí se confiesa conocedor del mismo.

El pico más alto de interés por el programa de Podemos se aprecia en el sector de entre 18 y 29 años. De ellos, el 55,4% tiene conocimiento del mismo, mientras que entre los encuestados de entre 45 y 64 años cunde el desconocimiento y se muestran mayoritariamente ignorantes.

Además, apoyaría esta tesis que el 57,3% de los encuestados considera que muchas de las personas que votaron a Podemos desconocían realmente su programa cuando lo hicieron. Sólo el 23,1% cree que los votantes fueron consecuentes y ejercieron su derecho al sufragio de acuerdo a las proclamas del partido de Iglesias. En esta cuestión, todos los sectores demográficos coinciden y se muestran conformes con el desconocimiento generalizado del programa por parte del electorado de Podemos.

Si Pablo Iglesias ha hecho una crítica feroz durante toda su campaña, ésta ha sido contra la «casta» y la corrupción que carcome a los principales partidos de la escena política. Sin embargo, los españoles no consideran que si Podemos llegara al poder quedaría a salvo de semejante lacra. Es más, el 62,4% de los encuestados cree que si ostentaran una posición destacada en el panorama político también habría casos de corrupción entre sus filas. Sólo el 15,3% se muestra confiado en que pudieran salvar este problema, por el 22,3 por ciento que no sabe o no quiere expresar su opinión al respecto. Llama la atención que en todos los sectores generacionales estén convencidos de que Podemos claudicaría ante la corrupción.

Una de las cuestiones que más escamaron a los votantes de Podemos fueron las declaraciones de Pablo Iglesias sobre ETA en un vídeo en el que defendía el acercamiento de los presos, o sus alusiones a que el terrorismo de la banda tenía «explicaciones políticas». Además, en su programa electoral abogan por acabar con la política antiterrorista. En este ámbito, los españoles se muestran muy claros: un 85,6% de los encuestados se reconoce contrario a que los presos de ETA abandonen la cárcel y considera que deberían cumplir íntegras sus condenas. Esta tendencia es mayoritaria en todos los rangos generacionales, en los que supera el 83%.

Sólo un 4,4 por ciento considera que la política antiterrorista debería ser eliminada, por el 10% que prefiere no pronunciarse sobre esta cuestión.

A nueve meses para los comicios municipales y autonómicos, queda por ver que si la burbuja de Podemos explota o no.

Tercera fuerza política

La consolidación de Podemos preocupa al PSOE Si algo quedó de manifiesto en el último barómetro publicado por el CIS es la consolidación electoral de Podemos, que después de la sorpresa de las elecciones europeas se ha hecho fuerte en la izquierda. Una izquierda en pie de guerra, ya que de acuerdo con este barómetro, Podemos sería la segunda fuerza política en intención directa de voto –11,9%–, por delante del PSOE y a menos de un punto de distancia del PP. Según la estimación del Centro de Investigaciones Sociológicas, a nivel global sería la tercera fuerza en caso de celebrarse elecciones, con el 15,3% de los votos, y habría superado, por tanto, a sus «camaradas» de Izquierda Unida, con los que no descartan aliarse de cara a las próximas elecciones.