Interior
Tranquilidad en la UCO ante el nuevo jefe: "Si hay interferencias políticas, lo sabremos"
Los agentes están tranquilos ante el ascenso del máximo responsable, Rafael Yuste, y consideran que "el trabajo se seguirá sacando como hasta ahora"
El ecosistema en el que trabajan los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil se ha visto alterado esta semana. El Gobierno decidió este martes ascender a general de brigada a Rafael Yuste, al frente del equipo investigador desde junio de 2023. Aunque esperada, la noticia ha generado un cierto runrún en la sede de Barajas, en Madrid. La promoción de su máximo jefe llega en un momento crítico para el Ejecutivo y el PSOE, principal partido de la coalición, precisamente por el trabajo de esta unidad de élite.
"Yuste era el número uno, es un reconocimiento. Da que pensar si es una forma de quitárselo de encima, pero no lo podemos asegurar. Lo que sí que es segura es su trayectoria y su trabajo", resume una fuente conocedora de la situación. "Si el Gobierno quiere controlar las investigaciones, se encontrará con la negativa de los mandos. No puede ser de otra forma. Si lo hacen, nos enteraremos todos".
En el Ministerio del Interior y en la dirección general de la Guardia Civil enmarcan el ascenso de Yuste en la más estricta "normalidad". El mando aprobó como número uno el último curso de ascenso a general. Aunque podría haber sucedido a mitad de 2026, los plazos que ha dispuesto el ministerio son totalmente legales. Algunas voces critican la "premura" del hecho, pero todas reconocen que el jefe de la UCO "se lo merece".
Este jueves, la secretaria de Estado de Seguridad, Aina Calvo, defendió la promoción de Yuste en la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados. La «número dos» de Interior aseguró que se ha producido "en un marco de normalidad absoluta", añadiendo a este respecto: "No hay nada que objetar, ni nada que esconder".
En la Guardia Civil, los coroneles permanecen dos años en el mismo puesto. Después, cambian de destino. En el caso de los generales, el tiempo es de cuatro años antes de pasar a la reserva a la espera de un nuevo puesto. Por eso Yuste, al ascender, tendrá que recalar en un nuevo departamento. Algunas fuentes lo sitúan en un puesto técnico de alto nivel que asesore a la cúpula de la Benemérita.
Más cambios en la UCO
El del máximo responsable de la UCO no es el único cambio que esperan los agentes. En marzo, el teniente coronel Antonio Balas comenzará el curso de ascenso. De aprobarlo, también tendrá que optar por un nuevo destino. Este mando es el responsable del Departamento de Delincuencia Económica. Es decir, el jefe de los agentes que investigan en las causas más sensibles para el Gobierno, como el caso Koldo, la de Begoña Gómez o la del hermano del presidente Pedro Sánchez. Pero también el de la presunta y reciente trama de corrupción en la Diputación de Almería, que afecta al PP.
Este relevo llega en un momento de mucha tensión en la UCO debido, precisamente, a la persecución que las cloacas del PSOE han ejercido sobre Balas. La exmilitante, y considerada "fontanera" del partido, Leire Díez, pidió datos sobre él a un empresario investigado en la Audiencia Nacional en una causa de hidrocarburos. "Si Balas está muerto, mejor", llegó a decirle, de una manera figurada.
Los relevos se producirán cuando las principales investigaciones que afectan al PSOE estén en su momento más decisivo. Sin embargo, las fuentes consultadas los desligan de un posible cambio en el proceder de los agentes. "Estamos más pendientes de cómo será el jefe nuevo, si habrá cambios a nivel de unidad o en la metodología que otra cosa. El trabajo se sacará igual que siempre, con respuesta única a los jueces", explica otra persona.
Los agentes consultados recuerdan que "la interferencia" política "no es posible". Y varios recuerdan el caso del coronel Diego Pérez de los Cobos, ya jubilado por la negativa del ministro Fernando Grande-Marlaska a ascenderle, a pesar de que consiguió la mejor calificación varias veces en el proceso. El mando se negó a dar información de una investigación secreta a la cúpula de la Guardia Civil cuando estaba al frente de la Comandancia de Madrid.
Ese caso, explican, es representativo de lo que puede pasar si el Gobierno o Interior pretenden controlar, guiar o conocer de manera previa las investigaciones. "De los Cobos se negó a dar conocimiento de lo que hacían sus hombres, y por eso acabó como acabó. Pero todo el mundo supo lo que quería hacer el Gobierno". El ministro Marlaska lo destituyó de su puesto, pero el coronel peleó en los tribunales y consiguió volver a él. También ganó ante la Justicia todas las veces que le negaron el ascenso a general, lo que le empujó a la jubilación al cumplir los 60 años.