Terrorismo

"Txapote", el exjefe de ETA, condenado a 52 años de cárcel por una bomba que no explosionó en Citruénigo

La Audiencia Nacional también condena Asier Arzalluz, “Santi”, y a Aitor Aguirrebarrena, “Peio”, que integraban el comando "Totto"

MADRID, 24/01/2024.- La Audiencia Nacional juzga este miércoles al exdirigente de la banda terrorista ETA, Javier García Gaztelu 'Txapote' por el asesinato del concejal del PP en Rentería (Guipúzcoa) Manuel Zamarreño en junio de 1998, por el que la Fiscalía pide que sean condenados a 120 años de prisión. EFE/ Javier Lizón / POOL
Juicio a los exdirigentes de la banda terrorista ETA Javier García Gaztelu 'Txapote' e Irantzu GallastegiJavier LizónAgencia EFE

La Audiencia Nacional (AN) ha condenado a 52 años de cárcel al exjefe de ETA Francisco Javier García Gaztelu, “Txapote”, y a los exmiembros de la banda terrorista Asier Arzalluz, “Santi”, y Aitor Aguirrebarrena, “Peio”, por la colocación de un artefacto, que no llegó a explosionar, en la jardinera del alféizar de una vivienda de la localidad navarra de Citruénigo en la que creían que vivía un guardia civil. Sin embargo, en noviembre del año 2000 estaba habitada por una mujer y su hijo, un niño de corta edad.

Los magistrados de la Sección Primera de la Sala Penal condenan a los acusados a 38 años de cárcel por dos delitos de asesinato terrorista en grado de tentativa y a otros 14 años por un delito de estragos terroristas también en grado de tentativa.

Según los hechos probados, en noviembre de 2000 los miembros del comando Totto, Asier Arzalluz y Aitor Aguirrebarrena, estaban a las rdenes de Txapote. Poco antes del día 9 de noviembre de 2000, colocaron un artefacto explosivo en una jardinera ubicada en el alféizar de una de las ventanas del salón-comedor de la primera planta de una vivienda. La idea era asesinar a un guardia civil que residía allí. Sin embargo, el agente había abandonado el lugar en 1996 y, por entonces, la casa estaba ocupada por una persona adulta, que no pertenecía a los fuerzas de seguridad, y su hijo.

La sentencia señala que el artefacto no llegó a explosionar por un fallo eléctrico del circuito, como consecuencia de la rotura de los hilos conductores del cableado en alguna de las conexiones del dispositivo. Unos meses más tarde, el 28 de enero de 2001, el artefacto encontrado. Los especialistas del GEDEX de la Guardia Civil de Navarra procedieron a su retirada y desactivación.

Tal como señala la Sala, no hay duda sobre la autoría de Asier Arzalluz y Aitor Aguirrebarrena, que reconocieron en el juicio su participación en los hechos. Sin embargo, "Txapote" se negó a declarar, lo que se interpreta, dice el tribunal, como negación.

Pese a ello. el Tribunal considera que existe prueba suficiente para condenarle por ser la persona que encargó la ejecución de la acción terrorista. Entre ellas, tienen especial relevancia las "kantadas" (autocríticas) manuscritas por el etarra Guridi Lasa, ya condenado por estos mismos hechos. En estas comunicaciones orgánicas a la dirección de ETA relata todas las actuaciones de las que formaba parte el comando "Totto".

Otra prueba relevante se extrae de la agenda personal de García Gaztelu, intervenida en Francia y remitida a las autoridades españolas. Según el análisis de los peritos de grafística, "Txapote" es el autor de las anotaciones manuscritas fechadas en 2001. En ellas hay apuntadas siete citas con el comando "Totto".

Por otra parte, los efectos y documentos intervenidos en la vivienda de la calle Nagusia permitieron captar huellas de Guridi, que vivía allí con su novia, y de los procesados Asier Arzallus y Aitor Aguirrebarrena. Las mismas huellas de estos dos últimos se detectaron en el material para la ekincha que portaba Guridi en la mochila tras ser detenido por el atentado contra el Centro de Menores de Zumárraga.

Asimismo, la Sala alude a los informes emitidos y ratificados por la Guardia Civil sobre la composición y atentados cometidos por el comando terrorista Totto, que les constan en sus archivos que conocen por su experiencia en materia de terrorismo y que interrelacionan con los datos del caso concreto para poner de manifiesto una repetición del modus operandi empleado por el comando en otros atentados, y al frente del cual sitúan a "Txapote".

Para el tribunal fue fundamental "la prueba documental, las cantadas de Guridi y la agenda personal del propio García Gaztelu, que junto a los demás datos corroboradores aportados por las declaraciones testificales y periciales, nos llevan a una convicción fundada de su autoría en estos hechos, sino material sí por inducción”.

Todos estos antecedentes "ponen de manifiesto la capacidad y aptitud letal del medio empleado para hacerlo y la intención perseguida por sus autores, conscientes en todo momento de lo que hacían y perseguían, asumiendo los más que probables resultados mortales", concluye la resolución de la Audiencia Nacional.