Entrevista
Virgilio Zapatero: «Entre el PSOE y Podemos o Bildu hay diferencias muy importantes»
El exdirigente socialista publica «Aquel PSOE. Sueños de una generación» (Almuzara)
Virgilio Zapatero (Cisneros, 1946), figura destacada de la etapa de Felipe González en el PSOE, fue diputado en el Congreso entre 1977 y 1994 y, durante una buena parte de ese tiempo (1986-1993), dirigió prácticamente toda la actividad legislativa de los socialistas como ministro de Relaciones con las Cortes. Ahora, recoge en un libro los principales hitos de ese tiempo: una obra que repasa con gran exhaustividad toda aquella etapa política y las más de 500 leyes y reformas que se aprobaron y pusieron las bases del actual Estado del Bienestar y de Derecho.
Zapatero presentó el libro «Aquel PSOE. Sueños de una generación» (Almuzara) el martes en Madrid, rodeado de los primeros espadas del PSOE de su etapa: de hecho, reunió en la misma sala a Felipe González y Alfonso Guerra, algo que no ocurría desde hacía casi 10 años.
¿Qué es lo que importaría de aquella época política a la actual?
La forma de entender la política es en lo que ha cambiado bastante. Para nosotros, en aquella época, la política no consistía en cavar zanjas sino en establecer puentes que comunicaran las distintas formaciones políticas y eso es lo que hizo posible todo lo demás: la Constitución, entre otras cosas. La dictadura impone su verdad, pero en democracia no hay verdades absolutas, todos tenemos algo de verdad. La política en democracia es llegar a acuerdos razonables, que no es todo lo que tú quieres, pero es una parte.
Si atendemos a las cifras, el PSOE de González legislaba casi el doble que el de Sánchez. ¿Qué explicación puede encontrarle? ¿El actual PSOE es víctima del contexto de fragmentación o de sus propios liderazgos?
Pues eso ya no lo sé porque no sé analizar si es víctima o no, pero es evidente que el PSOE de entonces regulaba las relaciones sociales a través de leyes: leyes que se llevaban al parlamento y se daba pie a la oposición para que ofreciera alternativas. Se respetaban escrupulosamente los procedimientos, se legislaba teniendo en cuenta la opinión de los órganos asesores: no se nos hubiera ocurrido hacer una reforma del Código Penal sin que hubiera pasado por la Comisión de Codificación y expertos en la materia. También es diferente lo que se hace de los decretos leyes.
Usted, como observador de la política, ¿cuándo cree que se produce ese punto de inflexión en la elaboración de leyes?
Yo creo que viene de más atrás, pero sí que se agrava con los gobiernos de coalición, que es una coalición heterogénea. Yo creo que las diferencias que hay entre el PSOE y Podemos o Bildu son muy importantes y cuando presentas los proyectos de ley basados en una mayoría tan heterogénea, terminas recurriendo a los decretos o haces textos legales francamente mejorables, como nos ha ocurrido.
¿Qué diferencia a los tres presidentes del Gobierno del PSOE: González, Zapatero y Sánchez?
Cada uno corresponde a una época distinta de una generación distinta y eso hace difícil compararlos. Hay que valorarles preguntándoles si realmente acometieron los problemas que en cada momento tenía la sociedad.Nuestro problema era resolver si monarquía o república, la distribución territorial, definir claramente una carta de derechos y libertades o llegar a un acuerdo entre los que pretendían la confesionalidad del Estado y la laicidad.
¿Qué opina de la ley de Memoria Democrática?
Mejorable. Tiene partes positivas y que son avances, pero tiene errores, como entender que la democracia empieza en 1983. Me parece una tontería. Es más, creo que es un insulto para todos los que hicieron la Transición en este país.
¿Usted no cree que el propio PSOE actual ha contribuido a mancillar aquella etapa política dando legitimidad a esos discursos con sus pactos con Podemos?
Yo creo que no lo legitima y creo que el PSOE no ha perdido una de sus señas de identidad capitales, que es ser un partido constitucional. Puede haber cometido errores, pero, hoy por hoy, el PSOE es unpartido amarrado a esta Constitución. Si no fuera así,tendría un gravísimo problema. Puede haber cometido errores, pero el PSOE sigue vinculado a la Constitución.
Hace referencia en el libro a buena parte de la obra legislativa. ¿Qué destacaría y qué autocrítica haría?
Todo el desarrollo de derechos y libertades y leyes sociales que fueron capitales porque constituyeron la base del Estado de Derecho. Hay una pequeña pega, que siempre cito y es atribuible al Gobierno de entonces y a la oposición: es que no fuimos capaces de llegar a un pacto educativo y así estamos todavía, ley tras ley educativa. Salvando esto, las leyes educativas, de ciencia o sanidad fueron grandes leyes. También destacaría el ingreso en la Unión Europea porque es lo que ha cambiado España: es otra España. También la reforma de Defensa: hoy las Fuerzas Armadas no nos dan miedo, más bien sentimos orgullo de lo que están haciendo en el exterior, de sus misiones.
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