Barones piden a Díaz pactar con los críticos para evitar primarias

Quieren una candidatura única para esquivar una nueva guerra interna y en la militancia. Zapatero bendice a la presidenta andaluza: «Representa la fuerza para ganar»

Fricción, tensión, división... El incendio que se desató en el Comité Federal del PSOE del 1 de octubre no se ha extinguido. Todavía existen rescoldos alimentados periódicamente por el movimiento crítico con la gestora y, aunque la voracidad de las llamas se ha ido apaciguando, aún existe «una corriente de fondo en la que el enfrentamiento sigue muy vivo». Por esta razón, un sector mayoritario del partido mira con preocupación lo que supondría un nuevo choque de trenes en la celebración de un proceso de primarias. Este sistema de elección del secretario general sólo impera si concurren dos o más candidatos con los avales suficientes, por lo que se confía en que exista una candidatura única –«convergente» y de «consenso»– para salvar esta situación. A la cabeza de la misma se coloca ya a la presidenta de la Junta de Andalucía. «Si Susana quiere presentarse, necesita articular un acuerdo previo al Congreso para evitar la confrontación», señalan fuentes de una importante federación consultadas por LA RAZÓN. Consideran que Díaz tiene cualidades para ser secretaria general, pero «la primera muestra de ese liderazgo debe ser demostrar su capacidad para hacer de pegamento con los sectores que tiene en contra». Si finalmente se llega a primarias, éstas supondrán «un fracaso colectivo» y serán «sinónimo de que no ha habido consenso». «Si no lo hay antes, es muy improbable que lo haya después», apuntan. Además, existe la opinión unánime dentro del partido de que el PSOE no se puede permitir el lujo de cerrar en falso la crisis interna y volver a errar en la elección de su líder.

El momento para intentar aglutinar a los críticos bajo el paraguas de un mismo proyecto es, por tanto, con carácter previo a la celebración de las primarias y el Congreso previstos para mayo o junio. La presidenta andaluza ya ha comenzado a tejer complicidades con el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, y ayer mandó un mensaje a otra de las líderes afines a Sánchez que ya está virando: la secretaria general del PSE-EE, Idoia Mendia. Díaz criticó a aquellos que alimentan la confrontación diciendo que el norte y el sur no se entienden –en alusión a la escasa aceptación que tendría su candidatura en territorios como Galicia o el País Vasco– y defendió que el PSOE es el único partido capaz de integrarles a todos. Si Díaz no consigue este ejercicio de integración, tendrá que someterse al escrutinio de los militantes y lo hará frente a un candidato en el que previsiblemente se «volcará todo el apoyo del pedrismo», independientemente de quién sea. Las fuentes consultadas dan por amortizado a Pedro Sánchez, incluso los suyos le están presionando para que no se presente, pero recelan de otros perfiles más moderados que podrían atraer a los sectores contrarios a Díaz que no comulgan necesariamente con las excentricidades del ex secretario general. Entre esos perfiles está el del ex lendakari Patxi López, aunque otras fuentes ven en sus coqueteos con el liderazgo una forma de negociar su inclusión en un puesto de relevancia del futuro proyecto. Además, todavía no se considera que Díaz haya logrado desquitarse del rol de «killer» que muchos le atribuyen tras la destitución de Sánchez. Su papel protagonista con grandes actos durante este fin de semana o su impronta en algunas de las decisiones de la gestora trasladan –según las citadas fuentes– la idea de que «ha asumido el rol de jefa del partido y ya ha sido coronada sin votos de por medio». «Debería asumir un perfil más bajo», recomiendan.

No obstante, nadie niega la fortaleza orgánica de Díaz, que controla la federación más numerosa de los socialistas, por lo que ya sea su eventual candidatura o la decisión –menos probable– de que dé un paso atrás en favor de una tercera vía de consenso, deberá contar necesariamente con su apoyo explícito. En el equilibrio de poder de unas eventuales primarias también tiene un papel muy relevante lo que ocurra con el protocolo de relaciones con el PSC, actualmente bajo revisión. Si los socialistas catalanes votan en las primarias, se presupone que no lo harán mayoritariamente en favor de la líder andaluza, de ahí que desde algunos sectores como el del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se apunte a la necesidad de que el paso adelante de Díaz venga precedido de una decisión «colectiva», un acuerdo no tanto con sus afines sino con aquellos que no han estado tradicionalmente alineados con ella.

El presidente castellanomanchego, que participó ayer en un desayuno informativo organizado por Europa Press en Madrid, desestimó la posibilidad de que se impongan «terceras o cuartas vías» y apostó por una «sola dirección». Page evitó respaldar la fórmula de la bicefalia que defienden ciertos sectores, como el ex presidente José María Barreda, que aboga por una fórmula parecida a la del PNV con dos cabezas visibles en el partido: un candidato a La Moncloa y un líder interno para el PSOE. El presidente también se abstuvo de respaldar abiertamente la candidatura de Díaz, pues –aunque entiende que «entra dentro de lo probable»– considera que le haría un flaco favor.

Las claves

- Comité federal El próximo 14 de enero la gestora del PSOE elevará al Comité Federal una propuesta «tentativa» de calendario para la celebración del Congreso y las primarias

- Tiempo para el acuerdo Antes de la presentación de los candidatos operará la estrategia para que Díaz logre ahormar una candidatura de unidad en torno a su figura

- Primarias Si dos o más candidatos presentan los avales suficientes se celebrarán primarias. Quien se enfrente a Díaz contará con el apoyo del sector pedrista

- Tercera vía Ya sea la candidatura de Díaz o la decisión de dar un paso atrás para que surja una tercera vía deberá contar necesariamente con el apoyo de Andalucía