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Cómo cocinar en cazuelas de barro

Las cazuelas de barro consiguen esos sabores inigualables que recuerdan a la familia y a esos momentos que se han ido compartiendo a lo largo de los años.

Las cazuelas de barro son recomendables para cocinar platos de cocción lenta porque el calor es uniforme en toda la cazuela, tanto en el fondo, como en las paredes, por lo que se va cociendo de forma homogénea y gradual.
Las cazuelas de barro son recomendables para cocinar platos de cocción lenta porque el calor es uniforme en toda la cazuela, tanto en el fondo, como en las paredes, por lo que se va cociendo de forma homogénea y gradual.larazon

Cocinar con cazuelas de barro, recuerda a esas tradiciones que no se olvidan, a las abuelas cocinando platos exquisitos en ollas de barro en los antiguos hornos de leña.

La arcilla es un material abundante, el más natural y por lo tanto totalmente reciclable, se ha empleado durante miles de años por el hombre en la cocina. Cocinar en barro, tal y como lo señala Naturarla es una tradición ancestral que nos conecta con las primeras poblaciones que desarrollaron el arte cerámico para un uso tan primario como cocinar, almacenar o servir alimentos y bebidas.

Es importante conocer que detrás de esas maravillosas delicias gastronómicas de sabor delicado y cocción uniforme pueden existir ciertos riesgos que se desprenden fundamentalmente de el esmaltado de las piezas y su antigüedad y la frecuencia con la que se consumen los alimentos cocinados o almacenados de esta forma. Actualmente, siguen existiendo las cazuelas de barro y ofrecen muchas ventajas respecto a las cazuelas metálicas en las que todo el mundo cocina hoy en día. Las técnicas de cocción han cambiado, además de que las personas cada vez tienen menos tiempo para dedicarle a la cocina, pero ahora en invierno los platos de cuchara apetecen y las cazuelas de barro son perfectas para comer los mejores guisos.

Las cazuelas de barro son recomendables para cocinar platos de cocción lenta porque el calor es uniforme en toda la cazuela, tanto en el fondo, como en las paredes, por lo que se va cociendo de forma homogénea y gradual.

Según Naturarla, la porosidad y su capacidad para permitir que el vapor excesivo se escape y se mantenga el grado de humedad necesaria para que los alimentos se cuezan mejor. Además son idóneas para la elaboración de comidas tradicionales, la preparación de alimentos de una forma lenta, como los guisos con legumbres, estofados de carne y verduras, que necesitan de 2 a 3 horas de elaboración. También son excelentes sobre todo para cocciones en seco, con muy poca agua o al horno, como el cochinillo, el cordero y también los arroces.

En este tipo de cazuelas no se necesita ni grasa ni aceite, solo agua o caldo, por lo que es una técnica de cocción muy saludable y recomendable. Los alimentos cocinados en estos recipientes quedan más jugosos y tiernos manteniendo todos sus nutrientes.

El barro es un material muy poroso, por lo que las cazuelas solo mantienen la humedad necesaria para que los alimentos no se peguen y se cuezan mejor. Preservan el medio ambiente y son ecológicas, además de mantener mejor el calor, por lo que se pueden retirar del fuego antes de que esté el plato guisado, y el propio calor y el barro terminen la cocción a fuego lento.

Se pueden meter en el lavavajillas y el congelador, además de usarse en el horno, la cocina eléctrica o de gas, la vitrocerámica y el microondas.

En definitiva, con estas cazuelas de barro se pueden conseguir sabores deliciosos, sabores de toda la vida para disfrutarlos este invierno en familia.