
Familia
Cómo explicar a los niños de dónde vienen los bebés, según una experta en crianza
Descubre cómo abordar con naturalidad y claridad la pregunta más común de la infancia con los consejos de Marta Prada

Contar a un niño que va a tener un hermanito es un momento especial para cualquier familia. Junto con la alegría, surgen también las primeras preguntas: ¿cómo llegó ese bebé a la barriga de mamá? Según un estudio de CensusWide para Hasbro (febrero de 2025), el 50,68% de los niños hace esta pregunta a sus padres, mientras que el 95% de los adultos considera importante prepararse para responderla, aunque solo un 38,45% se siente “muy preparado”.
Para resolver estas dudas, hemos consultado a Marta Prada (@pequefelicidad), guía Montessori, formadora de familias y divulgadora especializada en crianza respetuosa.
¿Cómo explicar de forma sencilla de dónde vienen los bebés?
Según Marta Prada, si un niño pregunta, es porque está listo para recibir una respuesta adecuada a su edad. La clave es ofrecer explicaciones sencillas, reales y sin tecnicismos innecesarios. “Podemos decir que los bebés crecen dentro de una bolsita especial en la barriga llamada útero. Allí están seguros hasta que están listos para nacer”, señala la experta.
Si el niño pregunta cómo llegó el bebé al útero, se puede explicar que se necesita un óvulo (de una persona con cuerpo de mujer) y un espermatozoide (que puede venir de una pareja o un donante). Al unirse, comienza la vida y el embrión se desarrolla en el útero.
¿A qué edad se debe hablar de reproducción con los niños?
Marta Prada subraya que no hay una edad concreta, sino momentos marcados por la curiosidad infantil. Lo más importante es adaptar el mensaje al nivel de comprensión del niño y hablar siempre con palabras reales y con cariño. “No necesitamos contarlo todo de una vez. Basta con ofrecer pequeñas piezas del puzle, siempre con verdad”, afirma.
¿Es recomendable usar cuentos como el de la cigüeña?
Aunque algunos padres prefieren explicar el embarazo con metáforas como la cigüeña, la guía Montessori recomienda evitarlo. “Los niños necesitan explicaciones reales y coherentes. Mezclar fantasía con temas importantes como el origen de la vida puede causar confusión y pérdida de confianza”, explica Prada.
La importancia de usar los nombres reales del cuerpo humano
Hablar con claridad sobre el cuerpo desde edades tempranas ayuda a fomentar la confianza, el respeto y la prevención. Usar términos como vulva, pene, óvulo, espermatozoide o útero normaliza el conocimiento del cuerpo humano y fortalece la comunicación entre padres e hijos. “No hay nada vergonzoso en hablar del cuerpo. Contar la verdad con naturalidad fortalece el vínculo familiar”, afirma la experta en educación sexual infantil.
¿Y si no preguntan?
Si el niño no pregunta por iniciativa propia, no hay problema. Marta recomienda simplemente abrir la puerta a la conversación: “Podemos decirle: ‘Si algún día quieres saber más sobre esto, puedes preguntarme’. Mostrar disponibilidad es tan importante como dar respuestas”, concluye.
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