Salud

Todo lo que debes hacer para evitar el dolor de espalda

A veces corrigiendo cómo nos sentamos, caminando un poco más y teniendo un peso saludable, logramos mejorar sustancialmente.

Sentarse mal y llevar una vida en exceso sedentaria es nefasto para la espalda
Sentarse mal y llevar una vida en exceso sedentaria es nefasto para la espaldalarazon

El dolor de espalda es el segundo motivo de consulta médica más frecuente después de la gripe. Afecta al 80% de la población y es el principal motivo de baja laboral.

El dolor de espalda es el segundo motivo de consulta médica más frecuente después de la gripe. Afecta al 80% de la población y es el principal motivo de baja laboral. Son muchos los dolores de espalda que se pueden producir. Las patologías más frecuentes pueden ser el lumbago, ciática, tortícolis... pero el punto de partida debe ser diferenciarlas por el tipo de dolor que ocasionan. Jesús Maestre, fisioterapeuta de Zagros Sports, explica las diferencias entre los principales tipos de dolor y cómo reducir su incidencia en la rutina diaria.

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Las lesiones de espalda más comunes son las musculoesqueléticas, entre ellas las sobrecargas musculares como lumbalgias o cervicalgias. También se incluyen en este grupo las contracturas musculares o bloqueos vertebrales. Este tipo de lesiones son las más habituales en el día a día y en el ambiente laboral. Le siguen las lesiones del tejido nervioso, que consisten en el atrapamiento o daño de algún nervio. Ejemplo de ellas son las ciáticas. El tercer grupo lo conforman las lesiones degenerativas, más vinculadas con patologías de diagnóstico por parte de un traumatólogo. Es el caso de artritis, osteofitos, osteoporosis o lesiones en discos intervertebrales.

Las causas de estos dolores de espalda son muy diversas y pueden afectar a todos los grupos de edades. Las más comunes y que más se ven en las consultas de los fisioterapeutas son:

· Sedentarismo: el sedentarismo, cada vez más extendido en nuestra sociedad, da lugar a múltiples patologías debido a la pérdida de tono de los músculos de la espalda. Esto conduce a una mayor carga muscular porque la espalda no está preparada para resistir el estrés de la rutina. El apoyo constante en el respaldo de la silla, ya sea en el trabajo o fuera de él, provoca que la musculatura de la espalda no se fortalezca (en culturas como la japonesa o la india en la que se sientan en el suelo tienen menos dolores de espalda). Además, esta posición es la que supone una mayor carga sobre los discos intervertebrales a nivel lumbar.

· Mala ergonomía postural: estar sentados, dormir o incluso caminar con una mala alineación de la columna produce dolencias y patologías de espalda. Por ejemplo, las nuevas tecnologías, como el portátil o el teléfono móvil, nos hace estar con una posición mantenida de flexión de cuello. Debemos ser más conscientes de la postura de nuestro cuerpo para prevenirlas, sobre todo cuando pasamos muchas horas en la misma posición.

· Estrés: el estrés tanto físico como psicológico, es un desencadenante de tensión a nivel muscular que puede desencadenar en patologías de espalda si es mantenido durante mucho tiempo.

· Deporte: la ejecución de una técnica deportiva errónea o no respetar los periodos de descanso puede causar dolores de espalda y lesiones a largo plazo. Por ello cobra especial importancia, sobre todo para las personas que han sufrido previamente una lesión, contar con el asesoramiento de un entrenador personal para definir el plan de entrenamiento más adecuado y asegurarnos de la correcta práctica de cada ejercicio.

· Sobrepeso: aunque no se puede afirmar con certeza que el sobrepeso aumente el riesgo de padecer dolor de espalda, ya que muchos estudios realizados han tenido resultados contradictorios, sí que sabemos que reducir el sobrepeso mejora la salud en lo que se refiere a otras afecciones que pueden ayudarnos a prevenir posibles dolencias.

· Edad: la degeneración a nivel articular o de los discos intervertebrales asociada con la edad es uno de los principales factores de riesgo que ocasionan este tipo de dolores.

· Temperatura: los cambios bruscos de temperatura y de presión atmosférica pueden ocasionar diferentes tensiones, espasmos musculares y dolencias articulares. Esto hay que tenerlo especialmente en cuenta cuando salimos de viaje.

Conociendo las causas que provocan los dolores de espalda, es mucho más fácil saber cómo poder prevenirlos y qué podemos cambiar para evitarlos en el futuro. Lo primordial es tener un buen tono muscular que nos permita soportar las cargas diarias, alcanzable a través del ejercicio físico diario. A ello se suma el mantenimiento de una buena ergonomía postural que nos ayude a no sobrecargar zonas de la espalda de forma inadecuada, tanto en el puesto de trabajo como a la hora de dormir o al caminar.

Según el experto de Zagros Sports sumamos a estas recomendaciones la importancia de tener un seguimiento con un fisioterapeuta que nos descargue muscularmente y nos mantenga la espalda en el mejor estado posible para evitar tensiones por sobreuso o acumulo.

Una vez ya tenemos el dolor, ¿cómo lo podemos aliviar?

Contra lo que se ha creído durante mucho tiempo, el reposo absoluto no es una forma de tratamiento, ya que es contraproducente. Genera una cronificación del dolor y puede terminar en una atrofia progresiva de la musculatura. A pesar del dolor, debemos continuar con el ejercicio físico para no perder fuerza en la espalda. Dos ejercicios muy recomendables son el pilates y la natación, este último especialmente indicado para quienes sean propensos a las lesiones debido al bajo impacto del ejercicio en agua en músculos y articulaciones.

Si tenemos que volver al trabajo y a la rutina debemos procurar no mantener la misma posición durante demasiado tiempo. Podemos levantarnos cada hora para dar cortos paseos y hacer ejercicios de movilidad con el cuello para evitar la rigidez y que los dolores aumenten. En este caso los pies también van a jugar un papel clave. Podemos corregir una mala pisada y una mala postura con el uso de plantillas.

Pero, ante todo, lo más importante, es que cuando tengamos dolor de espalda sigamos un tratamiento y estemos supervisados por profesionales médicos y fisioterapeutas.