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Viajar con niños: errores comunes que cometen la mayoría de padres y cómo evitarlos

Consejos esenciales para prevenir accidentes, cuidar la salud infantil y disfrutar de un viaje familiar sin contratiempos

¿Dónde quieren viajar los niños?
¿Dónde quieren viajar los niños?La Razón

Viajar con niños puede convertirse en una experiencia inolvidable para toda la familia. Los pequeños disfrutan de cada descubrimiento y los recuerdos compartidos duran para siempre. Sin embargo, sin una preparación adecuada, el viaje puede transformarse rápidamente en un caos. Conocer los errores más frecuentes y saber cómo prevenirlos es clave para disfrutar del trayecto sin sobresaltos.

1. No priorizar la seguridad en el coche

La seguridad infantil en carretera debe ser el primer punto a considerar antes de iniciar cualquier viaje con niños.
Datos de Estados Unidos revelan que 599 menores de 12 años fallecieron en accidentes de tráfico en 2022, y el 35% no llevaba puesto el cinturón de seguridad. Además, el 67% de las sillas infantiles se instala de manera incorrecta, un fallo que puede tener consecuencias fatales.

Los errores más comunes incluyen:

  • Sillas demasiado flojas

  • No usar la correa superior en modelos orientados hacia atrás

  • Cinturones poco ajustados

Una silla bien instalada reduce las muertes de lactantes hasta en un 71%, y las de niños pequeños en un 54%. Comprobar una y otra vez la instalación nunca está de más.

2. No tomar medidas de salud antes del viaje

Los niños tienen defensas más bajas que los adultos, por lo que los viajes pueden exponerlos a riesgos adicionales.
Antes de salir del país, es recomendable realizar revisiones médicas preventivas, especialmente si se visitarán zonas de riesgo. Las vacunas recomendadas para menores de 15 años pueden evitar muchos problemas posteriores.

3. Descuidar la hidratación infantil

La deshidratación en los viajes es mucho más común de lo que imaginan muchos padres. Por ejemplo, la humedad en los aviones suele situarse entre 10% y 20%, lo que reseca mucosas y aumenta hasta 100 veces la probabilidad de resfriarse.

Los bebés y niños pequeños se deshidratan más rápidamente, sobre todo con fiebre o altas temperaturas. En viajes por carretera, los atascos en pleno verano pueden volverse peligrosos si no se dispone de líquidos suficientes.

4. No asegurar correctamente a los niños en el avión

Aunque muchos padres viajan con niños menores de dos años en brazos para ahorrar dinero, esta práctica no es segura.
Las turbulencias o un aterrizaje brusco generan fuerzas imposibles de controlar sujetando al niño. Lo más recomendable es que los menores viajen con cinturón propio o en un asiento infantil homologado.

5. Suponer que las normas de casa aplican en otros países

Cada país tiene sus propios riesgos, costumbres y normativas. Explicar estas diferencias a los niños es esencial para evitar peligros innecesarios.
Los padres deben tener en cuenta que “otro país, otras normas”, y enseñar a los hijos cómo comportarse en entornos desconocidos.

6. Ahorrar en cosas que afectan al bienestar del niño

Viajar en familia ya implica un cierto nivel de estrés. Elegir vuelos complicados, escalas excesivas o alojamientos poco adecuados solo empeora la situación.
A diferencia de los adultos, los niños necesitan comodidad, horarios razonables y estabilidad.

7. Olvidar la protección de la piel y el riesgo de insectos

Las quemaduras solares y picaduras de insectos lideran la lista de problemas de salud más comunes en niños que viajan al extranjero.
La piel infantil es más sensible y absorbe sustancias más rápido. Además, su curiosidad aumenta el contacto con animales o insectos.

Recomendaciones:

  • Usar repelentes adecuados

  • Aplicar protector solar de forma frecuente

  • Vestir ropa adaptada al clima

  • Enseñarles a evitar animales desconocidos

8. No llevar objetos de apego que aportan seguridad al niño

Peluches, mantitas o muñecos favoritos no son un capricho: son una fuente de seguridad emocional, especialmente en viajes largos.
Olvidarlos puede desencadenar ansiedad, llanto e incomodidad tanto para el niño como para el resto de la familia.

9. No preparar un plan en caso de que el niño se pierda

Muchos padres no saben cómo actuar si un hijo desaparece durante un viaje. En un entorno desconocido, este riesgo aumenta.
Los expertos recomiendan enseñar al niño:

  • A no moverse del sitio

  • A buscar a otra madre con niños y pedir ayuda

  • A dirigirse a un punto de encuentro previamente acordado

También es útil vestirles con colores llamativos y, si son mayores, llevar en el bolsillo un papel con datos de contacto y la dirección del alojamiento en el idioma local.

Planificar cada detalle, respetar las medidas de seguridad y comunicarse con los hijos es esencial para que el viaje sea un éxito. Un solo descuido puede convertir unas vacaciones soñadas en una fuente de estrés. Con una buena organización, viajar con niños no solo es posible: puede ser una de las mejores experiencias familiares.