
Vikingos
Así es el enclave gallego que guarda el secreto del pasado vikingo en la Península
Restos de un posible asentamiento vikingo hallados en una de sus playas dan cuenta de la presencia normanda en la Península Ibérica

Enclavado en la costa cantábrica de Lugo, el municipio de O Vicedo se ha convertido en uno de los puntos de mayor interés arqueológico del noroeste peninsular. En su playa de Area Grande o San Román, investigadores y colectivos patrimoniales han identificado estructuras que podrían corresponder a un asentamiento vikingo, hasta ahora único en toda la Península Ibérica.
Los restos, localizados en un promontorio conocido como Os Moutillóns, incluyen un sistema defensivo compuesto por un foso y una posible muralla, complementado por la protección natural que ofrecen dos formaciones rocosas llamadas Os Castelos. La disposición del terreno sugiere la existencia de un puerto natural, lo que encajaría con los patrones de asentamiento de los pueblos normandos.
Según el colectivo Mariña Patrimonio, la configuración del enclave responde al modelo de las motas normandas: una zona elevada para la defensa y una planicie cercana para establecer viviendas provisionales. Aunque no se han hallado restos materiales concluyentes, como construcciones de piedra, se sabe que los vikingos levantaban chozas de madera que apenas dejaban huella arqueológica. Además, los análisis han revelado la presencia de lastres de sílex y anclas de piedra, elementos propios de la navegación medieval y frecuentes en las costas normandas e inglesas, pero muy escasos en Galicia.

La presencia normanda en el norte gallego está documentada desde el siglo IX. A lo largo de los siglos posteriores se registraron incursiones con fines de saqueo en distintos puntos del litoral. Una de las más conocidas es la leyenda de San Gonzalo, el obispo de Foz que, según la tradición, con sus oraciones provocó una tempestad que hundió las naves vikingas que se acercaban a atacar la basílica de San Martiño.
La teoría del asentamiento vikingo en O Vicedo aún no cuenta con la validación oficial de la Xunta de Galicia, que tampoco ha atribuido el enclave a la cultura celta, debido a las claras diferencias con los tradicionales castros gallegos. Sin embargo, el interés histórico del lugar ha crecido de forma exponencial en los últimos años, convirtiéndolo en uno de los enclaves más intrigantes del pasado medieval gallego.
Qué ofrece O Vicedo
O Vicedo, además de su potencial arqueológico, es también un destino turístico en alza. Situado en el extremo occidental de la Mariña Lucense, limita con la provincia de A Coruña a través del río Sor. El municipio ofrece una combinación de naturaleza, historia y gastronomía, con playas como Arealonga, Xilloi o Abrela, rutas de senderismo como la subida al mirador de San Román o la popular Fuciño do Porco, y monumentos como la iglesia de Cabanas o los restos del monasterio de la isla Coelleira, que perteneciera a templarios y dominicos.
El valor histórico-artístico de la zona se completa con puentes como el de O Porto y el de hierro sobre el río Sor, cuya construcción algunos documentos atribuyen a Gustave Eiffel. El municipio conserva también muestras de arte religioso como cruceiros, capillas y petos de ánimas diseminados por sus parroquias.

El interés por el pasado normando de O Vicedo ha dado lugar a una celebración singular: la Romaxe Viquinga. Esta fiesta, que en 2025 alcanzará su octava edición, se celebra el 26 de julio en la playa de San Román. Recrea con espectáculos y combates históricos el desembarco vikingo en tierras gallegas, convirtiéndose en una de las citas más esperadas del verano lucense.
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