Historia

Esta isla fue el último refugio templario en la costa gallega

Oculta en la costa de Lugo, no solo deslumbra por su belleza salvaje, sino también por el misterio que la envuelve

Esta isla fue el último refugio templario en la costa gallega
Esta isla fue el último refugio templario en la costa gallegaTurismo de Galicia

Frente a la costa de O Vicedo, en la salida de la ría de O Barqueiro, se alza la misteriosa isla Coelleira, un paraíso natural de abruptos acantilados y paisajes salvajes que la convierten en un rincón casi inexplorado del litoral lucense. A escasos 500 metros de tierra firme, esta isla de dos kilómetros de perímetro y 82 metros de altitud es un refugio para la fauna y un lugar impregnado de historia y leyendas.

Su nombre proviene de la abundante población de conejos que antiguamente habitaban el islote, pero su riqueza natural no termina ahí. Coelleira es un santuario para las aves marinas, con un importante valor ornitológico, lo que la convierte en un lugar de especial interés para los amantes de la naturaleza.

Un entorno salvaje y de belleza singular

El paisaje de Coelleira es un espectáculo en sí mismo. En su cara norte, los acantilados caen en picado sobre el mar Cantábrico, golpeados sin tregua por el oleaje. En el sur, las formas son más amables, con zonas más bajas y accesibles. Rodeada por pequeños islotes como Cabaliño, Percebosa o Carabelas, la isla mantiene una apariencia indómita que recuerda tiempos remotos en los que fue habitada por monjes, fareros y pescadores.

Isla Coelleira
Isla CoelleiraRías Altas

El acceso a Coelleira es complicado. Se puede llegar por el Portiño, en el suroeste, o por el Liñeiro, en el este, siempre dependiendo del estado del mar. Esta dificultad ha permitido que la isla conserve su esencia virgen, sin construcciones modernas que alteren su paisaje.

El último bastión de la orden en Europa

Más allá de su belleza, Coelleira esconde un episodio legendario que la vincula con la Orden del Temple. Se dice que, tras la persecución orquestada por el rey de Francia, Felipe IV el Hermoso, un grupo de 36 caballeros templarios encontró refugio en esta isla, alejados del mundo y en busca de un último escondite donde preservar sus vidas y secretos.

Representación de la batalla de Montgisard, de Charles-Philippe Larivière
Representación de la batalla de Montgisard, de Charles-Philippe LarivièreWikipedia

Pero su retiro no duraría mucho. La historia cuenta que, una noche, una expedición militar desembarcó en Coelleira con la intención de acabar con ellos. A pesar de que la campana del monasterio sonó alertando del peligro, los caballeros fueron superados en número y vencidos. Se cree que aquellos 35 templarios fueron los últimos en morir en Europa como parte de la gran caza de la orden. Todos, excepto uno.

La leyenda habla de un monje que logró escapar a nado hasta la costa, disfrazado de humilde campesino. Se ocultó en una casa de O Vicedo, donde abandonó para siempre el juramento templario. Aún hoy, esa vivienda es conocida como la "Casa do Paisano", el supuesto refugio del último templario de Coelleira.