Turismo
Este es el municipio de Galicia que no te puedes perder este mes de junio
Su historia, su paisaje y sus leyendas cobran vida con las Olimpiadas Rurales, donde el lanzamiento de adoquín o la carrera de cántaros se convierten en espectáculo
En el interior de Galicia, en uno de esos lugares en los que piedras bien podrían hablar y los árboles poseen una especia de recuerdo, se esconde un pedacito de tierra que parece detenida en el tiempo. Un espacio en el que los caminos serpentean entre valles, castros y fortalezas; en el que las leyendas se deshilachan con el viento; y que este mes de junio se convierte en escenario de emoción entre risas, carreras de sacos y persecuciones sobre zancos.
A fin de cuentas, Friol (Lugo) bien podría ser uno de esos municipios en los que la tradición no se observa, se vive; y en los que el deporte no se mide con cronómetros, sino que se disfruta a través de carcajadas y memoria compartida.
Hablamos de una localidad que no necesita demasiados artificios para conquistar al visitante. Su paisaje -una exuberante sucesión de montes, ríos y aldeas- llama la atención desde un primer momento, especialmente en parajes como la sierra da Cova da Serpe, donde la leyenda de una princesa y una serpiente gigante sigue alimentando la imaginación de propios y extraños.
Allí, la historia se abre paso entre fortalezas centenarias como la de San Paio de Narla -convertida en museo etnográfico- o torres medievales como la de Friol o la de Miraz, testigos de épocas de nobleza, revueltas irmandiñas y romances truncados.
Las Olimpiadas Rurales
Pero si hay una razón para visitar este mes este municipio lucense, esa es sin duda la celebración de las Olimpiadas Rurales, que en su segunda edición prometen superar lo ya vivido.
Serán tres días, del 20 al 22 de junio, en los que la tradición se convierte en juego, en fiesta y en identidad colectiva. Los participantes, agrupados en equipos, competirán en pruebas como el lanzamiento de lastra, el garrote, el tiracroios o la carrera con cántaros. También habrá tiempo para los clásicos de toda la vida: la cucaña, los mizos, las cintas, la comba, los zancos, la carretilla o la célebre “silla de la reina”.
La plaza de Andón Cebreiro será el epicentro de esta competición rural. Allí se celebrará la gala inaugural con un desfile festivo que recorrerá el centro del pueblo. No faltará la música en directo, las degustaciones gastronómicas, con el famoso queso de Friol y el pan de Ousá como emblemas, y las charangas. Todo con entrada libre y con una premisa clara: más allá de la competición, lo importante es disfrutar.
La iniciativa, promovida por el colectivo Hércules y apoyada por la Xunta de Galicia a través de la Axencia de Desenvolvemento Rural, se enmarca en un esfuerzo por revitalizar la vida en los pueblos y demostrar que el rural gallego no es pasado, sino futuro.
Lo dijo la conselleira do Medio Rural, María José Gómez, durante la presentación hace un par de semanas: “Este tipo de eventos sirven no solo para conservar nuestras tradiciones, sino para dinamizar cultural y económicamente nuestros municipios”.
Túmulos e historia
Pero Friol ofrece más; mucho más. A quien decida alargar su estancia le esperan rutas naturales, aldeas de piedra, antiguas mámoas -túmulos funerarios prehistóricos- y una historia milenaria escrita con restos romanos, caminos jacobeos y códices eclesiásticos. Cada iglesia románica, cada cruz de piedra, cada feria de ganado o queso cuenta una parte de un relato mayor, el de un lugar que no ha olvidado quién es.
Porque no hay mejor forma de entender una tierra que pisándola, escuchándola… y jugando en ella. Así que, si en junio hay escoger un destino de Galicia, tal vez este sea una buena inversión para reír, competir, recordar y celebrar. Un lugar donde el adoquín vuela, los cántaros corren y las historias se escriben con sudor, alegría y mucha, muchísima tradición.