Turismo
El mejor balneario de Europa se reinventa con nuevas tecnologías y tendencias
Camas de hidromasaje, chorros con tres alturas, jacuzzis o un geiser plantar completan un espacio donde el agua resulta casi mágica
Hace más de 150 años, los hermanos Peinador comenzaron a escribir, sin sospecharlo, el relato de lo que muchos han dado en llamar “el mejor agua del mundo”. Ambos, Enrique y Ramón, retomaron una historia que, a partir de entonces, conduciría a la excelencia, pero que ya antes empezaba a despuntar.
No en vano, la vida de Mondariz (Pontevedra) gira en torno a la explotación de estas aguas mineromedicinales, existiendo interpretaciones documentales que relacionan la población con la antigua villa romana de Búrbida, y que indican que los antiguos moradores del cercano castillo de Sobroso habían conocido y utilizado estas aguas en unas instalaciones que, finalmente, fueron destruidas en la batalla de Uclés (siglo XII).
Setecientos años después, ya en pleno siglo XIX, Domingo Blanco Lage, médico mondaricense, observó como las aguas curaban las heridas que sufrían en la piel los vecinos, comenzando a emplearlas con fines terapéuticos.
Sería el comienzo del renacer de un relato en el que, a los pocos años, en 1872, aparecen ya los mencionados hermanos Peinador. Apenas un año después, en 1873, las aguas obtienen la Declaración de Utilidad Pública, comenzando así la historia de la marca.
El embotellado de las aguas de los manantiales de Gándara y Troncoso, unido a la transformación del espacio natural sobre el que se asienta el balneario, convierten ya entonces a la villa en un lugar de culto y peregrinación para los agüistas de la época.
La historia, con sus picos y valles, llega hasta nuestro tiempo, haciendo del Balneario de Mondariz el mejor de Europa. Una excelencia que desde el complejo se sigue trabajando para mantenerse a la vanguardia.
Mejoras en el Palacio del Agua
En este sentido, y tal y como informan desde el balneario, su Palacio del Agua estrena instalaciones primando las nuevas tecnologías, novedosas tendencias en balneoterapia e innovadores espacios que mantienen la búsqueda del bienestar a partir del agua.
Una nueva zona de camas de hidromasaje, cuellos de cisne, chorros jet con tres alturas, una seta en el centro del circuito, que completa la gran cascada descontracturante, banco lumbar aire-agua, jacuzzis en varios espacios, geiser plantar, así como un espacio destinado a nadar contracorriente que se añade al río central ya existente son algunas de las novedades que el visitante podrá disfrutar en esta nueva etapa.
De este modo, el spa Palacio del Agua dispone de más de 3.000 metros cuadrados divididos en una piscina central interactiva, zonas de descanso, de servicios complementarios como saunas y pediluvio y una piscina zen al aire libre con vistas a la Fuente de Gándara.
Balneario de Mondariz se reinventa así al cumplirse treinta años de la recuperación de la villa termal de Mondariz que culminó con su reapertura el 15 de julio de 1994 del edificio Baranda y Palacios y que finaliza ya en 2005 con la inauguración del propio Palacio del Agua. Un desarrollo turístico de salud y bienestar que estos años ha conseguido importantes galardones como el Premio Traveler Condé Nast Internacional, el Premio Nacional a la Excelencia Turístico y que luce hoy también el título de Mejor Balneario de España tras recibir el galardón especial en la Fira de Barcelona el pasado mes de diciembre.
De Rockefeller a Isabel de Borbón
El agua de Mondariz es reconocida por su pureza y equilibrio mineral. Proviene de manantiales subterráneos ubicados en un entorno natural protegido, lo que garantiza su calidad excepcional. Su composición mineral incluye calcio, magnesio y bicarbonato, elementos que contribuyen a sus beneficios para la salud. Asimismo, sus propiedades diuréticas ayudan en la eliminación de toxinas del cuerpo.
De los beneficios terapéuticos del agua de Mondariz han disfrutado, a lo largo de la historia, ilustres personajes como Isaac Peral, Echegaray, Arniches, Castelao o W. Fernández Flórez. “Esto no es un balneario. Es el Palacio de las Aguas”, llegó a afirmar el premio Nobel José de Echegaray al conocer los beneficios para la salud de las aguas de Mondariz.
El agua marca, por tanto, el devenir de la vida en Mondariz. Aunque sería más correcto hablar de Mondariz-Balneario, pues pareciendo lo mismo son dos ayuntamientos diferentes.
Ambos coinciden en ofrecer al visitante un rico patrimonio natural e histórico, un viaje que puede conducir, también, a las cercanas Ponteareas, Soutomaior o Tui.
En el caso concreto de Mondariz-Balneario, este se configura como un minúsculo ayuntamiento de apenas 2,5 kilómetros cuadrados. El más pequeño de España. Y, pese a todo, concentra múltiples maravillas patrimoniales, históricas y naturales, y un rico anecdotario alrededor de la cultura balnearia.
Aquí perviven todavía los ecos de la Belle Époque y los años dorados del termalismo a finales del XIX y principios del XX, cuando Mondariz era un referente obligado de lujo y grandiosidad. El majestuoso Gran Hotel de Mondariz supone una buena muestra de aquellos tiempos en los que llegó a alojar a Rockefeller.
También Primo de Rivera, la Infanta Isabel de Borbón, Luis Peral, Emilio Castelar o Ramón Cabanillas subieron algún día las impresionantes escalinatas de corte imperial que conducían a una de sus 250 habitaciones. Llegaron a acuñar una moneda propia, a tener un programa operístico y a editar una gaceta.