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Polémica

Micrófono al pecho y al agua: el alcalde de Ourense desafía a la Xunta en bañador

Graba un vídeo acompañado por la concejala de festejos, también en traje de baño, zambulléndose en unas aguas termales que el Gobierno gallego considera no aptas

Como se un déjà vu se tratase, Ourense ha vuelto a vivir un nuevo episodio de política-espectáculo protagonizado por su alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, quien, emulando el histórico baño de Manuel Fraga en Palomares, ha decidido zambullirse para reivindicar la reapertura de las termas do Muíño da Veiga.

Lo ha hecho, además, en bañador, micrófono sujeto en el vello del pecho y acompañado por la concejala de Festejos, Noa Rouco, también en traje de baño. Como era de esperar, la escena, captada en vídeo y difundida por las redes sociales del regidor, ha generado una oleada de reacciones entre detractores y defensores.

El baño no ha sido casual. El cartel visible en las imágenes, colocado por la Xunta de Galicia, advierte que se "recomienda no bañarse". Sin embargo, el alcalde ha querido dejar claro que la advertencia responde a una normativa autonómica que tilda de “surrealista”, y que las aguas de esta terma ourensana, según los análisis municipales, son completamente salubres.

Para reforzar su mensaje, Jácome ha comprado el supuesto riesgo con el de “bañarse en una charca o arroyo del monte” y califica las termas como “un paraíso natural, incomparable en el mundo”.

Baño “simbólico”

El gesto del alcalde va más allá de aquel simbolismo fraguista con el que el entonces ministro desafiaba la supuesta radioactividad de las aguas de Palomares.

Casi 60 años después, Jácome, en su intervención, señala que las trabas para el baño son “de carácter administrativo, no sanitario”. El Gobierno autonómico, por su parte, sostiene que el espacio no reúne las condiciones legales para su uso público al no estar finalizado el proceso que otorgaría a estas aguas la categoría de minero-medicinales. Por tanto, las termas quedarían relegadas a una zona de “baño salvaje”, sin garantías legales.

Pese a ello, el Ayuntamiento ha decidido reabrir el espacio tras las obras de acondicionamiento motivadas por anteriores inundaciones, y asegura que seguirá presionando para lograr la regularización definitiva. “Seguiremos reclamando a la Xunta una normativa más flexible y adaptada a la realidad termal de la ciudad”, afirma Jácome tras su chapuzón.

Críticas desde la oposición

La acción del alcalde no ha tardado en recibir críticas desde el Grupo Municipal del PP, que ha denunciado la “falta de avances” en la solicitud formal para declarar las aguas como termales. “Se comprometieron a presentarla y aún no lo han hecho”, denuncian.

Además, han reprochado la ausencia de programación cultural en la ciudad en pleno mes de julio: “No hay conciertos, ni teatro, ni espectáculos para las familias. Ni vecinos ni turistas encuentran un Ourense vivo y atractivo”, critica la concejala popular Ana Méndez.

También han afeado al gobierno local su inacción ante la ola de calor que afecta estos días a la ciudad, con alertas activadas por altas temperaturas. “La respuesta del gobierno municipal siempre es la misma: excusas y una falta total de voluntad política”, concluyen.