Sentencia
Un taxista de Vigo acepta dos años de prisión por agredir sexualmente a una clienta en un descampado
La Audiencia Provincial confirma la condena tras un acuerdo con la Fiscalía que rebajó la petición inicial de 12 años de cárcel
Un taxista de Vigo ha aceptado este viernes una pena de dos años de prisión como autor de un delito de agresión sexual con acceso carnal por vía vaginal contra una clienta, en una vista de conformidad celebrada en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en la ciudad olívica.
El acusado, que finalmente admitió los hechos ante el tribunal, se enfrenta así a una condena muy inferior a la solicitada inicialmente por la Fiscalía, que ascendía a 12 años de cárcel.
Los hechos se remontan a agosto de 2024, cuando el procesado transportaba en su taxi a varias personas, entre ellas la víctima. Según el relato recogido en el acuerdo, en un momento del trayecto el resto de pasajeros abandonó el vehículo, quedando solos el conductor y la joven. El taxista condujo entonces hasta un descampado, donde agredió sexualmente a la mujer.
Durante la vista, el acusado reconoció la veracidad de los hechos con el objetivo de beneficiarse de la rebaja de condena pactada con el ministerio público. Sin embargo, fuera de la sala negó su culpabilidad, pese a que su admisión formal quedó incorporada al procedimiento judicial para permitir el acuerdo.
El tribunal ha impuesto finalmente una pena de dos años de prisión, en la que se ha tenido en cuenta la atenuante de reparación del daño, dado que el hombre consignó íntegramente la indemnización fijada para la víctima, 9.000 euros. La sentencia aún no es firme, ya que la defensa ha anunciado su intención de estudiar un posible recurso.
Además del ingreso en prisión —cuyo cumplimiento ha sido suspendido—, la Audiencia ha decretado varias medidas adicionales: el condenado quedará inhabilitado durante cinco años para cualquier oficio que implique contacto con menores, deberá cumplir libertad vigilada por el mismo periodo y tendrá prohibido acercarse a menos de 10 metros de la víctima o comunicarse con ella durante cinco años más.
El tribunal ha acordado suspender la ejecución de la pena de cárcel durante un periodo de cinco años, condicionada a que el hombre no cometa nuevos delitos, respete en todo momento la orden de alejamiento y se someta a un programa de reeducación sexual. De incumplir alguna de estas obligaciones, la suspensión podría ser revocada y tendría que ingresar en prisión.