Gastronomía
Alta cocina a punto de nieve
El sábado Oriol Castro, Eduard Xatruch y Mateu Casañas cocinan en Grandvalira
Apasionados del esquí y de la buena mesa, leed, leed, porque en ninguna estación de esquí se come mejor que en Grandvalira, a donde acuden algunos de nuestros grandes cocineros para servir unas cenas a punto de nieve a las que puede asistir quien lo desee. Y es que el plan no puede ser más apetecible, ya que a los establecimientos gastronómicos se llega en telecabina o en máquinas pisanieves cuando la estación sólo está abierta para los privilegiados comensales. Sí, Grandvalira apoya la mejor gastronomía en la región de los Pirineos, de ahí que se haya convertido en un lugar apetecible incluso para quienes no esquían.
El pasado 15 de febrero fue Fina Puigdevall, de Les Cols (Olot), con dos estrellas Michelin y tres Soles Repsol, quien tomó los mandos del Snow Club Gourmet de Soldeu El Tarter durante una cena en la Arrosería Pi de Migdia en la que se rindió tributo a la Grande Dame de Veuve Clicquot. Burbujas míticas que armonizaron con platos como las judías de Santa Pau D.O.P y con un caldito volcánico hervido en su propia piedra. Delicias de altura que sientan de diez después de una jornada en las pistas.
Este mismo sábado, la misma estación acoge otra cita culinaria brutal a más de 2.250 metros de altitud. Oriol Castro, Eduard Xatruch y Mateu Casañas trasladan a Grandvalira el templo de creatividad y vanguardia que es Disfrutar, el noveno mejor restaurante del globo, según el archifamoso ránking World's 50 Best Restaurants. Quienes asistan saborearán en un emplazamiento único unos platos en los que no faltarán los productos de Caviaroli, esferificaciones que ellos mismos idearon junto a Ferran Adrià durante sus años como jefes de cocina de elBulli y que ahora distribuye la citada casa. Entre ellos, los bombones líquidos de chocolate, que llevan Caviaroli de aceite de oliva virgen extra de arbequina, misma variedad que combina con el polvorón de tomate. Les seguirán el moshi de pesto con Caviaroli de aceite de oliva virgen y albahaca, la minipizza crujiente coronada con las esferificaciones de aceite de oliva virgen y guindilla, el canutillo crujiente de maíz con crema de aguacate junto a las de aceite de oliva virgen y guindilla y la ostra a la japonesa con huevas de trucha, que saben mejor con las de aceite de sésamo, mientras que la fresa y parmesano lleva Caviaroli de vinagre balsámico de Módena y el canapé de salmón marinado con Idiazábal armoniza con las de jugo de limón.
Tomad nota, porque el día 21 es el turno de Oriol Casals, de Teòric, en Barcelona, que con Miquel Gordó, de Cal Tomàs, prepararán riquísimas piezas de carne de vaca ecológica a la brasa mientras que el 4 de abril en L’arrossería el maestro Paco Pérez ofrecerá una “arrosada” con el arroz carnaroli envejecido de Acquerello.
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