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Gastronomía
Garbanzos, alcachofas o sardinas. Escoge bien tu conserva y que no te falte en la despensa
Es crucial salir lo mínimo de casa durante la cuarentena. Por eso, los alimentos en conserva resultan una opción perfecta y saludable para componer los menús

Con garbanzos, judías o lentejas en conserva es posible elaborar un platazo, lo mismo que con unos cardos, unas alcachofas o con unos espárragos. Y, ¿a quién no le entusiasman los berberechos al natural, los mejillones en escabeche, las sardinas picantonas o el atún? Sin duda, ¿qué haríamos sin las conservas? Ahora y siempre resultan imprescindibles en nuestro día a día al tratarse de alimentos saludables por mucho que se conserven en un recipiente. Son las reinas de toda despensa. El laterío entusiasma a todo amante de la buena mesa y de los fogones.
Hablamos de sus beneficios nutricionales con Marta Verona. Según la nutricionista, profesora e investigadora de Nutrición Culinaria en la Universidad Complutense, “utilizar la cuarentena como una forma de vaciar nuestra despensa y llenarla de hábitos saludables es una oportunidad. Las conservas, si las sabemos elegir bien, son muy sanas. Si las integramos en nuestra alimentación, lograremos una dieta completa”. Es un mensaje que desea dejar claro siempre que no falte en nuestro menú, además, una ración de verdura en crudo, porque las conservas jamás deben desplazarla, “aunque estos días cabe una excepción”, dice.
Asimismo, nos explica que antes de escogerlas en el lineal debemos tener en cuenta tres puntos para asegurarnos que lo que nos vamos a llevar a la boca es un producto saludable: “Es necesario saber elegirlas, algo que depende de nosotros, porque hay que tener cuidado con los mensajes confusos”. Se refiere a que las conservas que nos llevemos a casa, ahora y siempre, han de ser bajas en sal, aunque una conserva de pescado o de marisco es complicado, ya que, al final, proceden del mar. En este caso, debemos fijarnos en el etiquetado y ver que la cantidad de sal esté por debajo de un gramo. Sí, todas las conservas que nos comamos deben tener un gramo de sal como máximo.
La siguiente cuestión es, ¿al natural o en aceite? Prioriza las conservas al natural. ¿Sabían que el líquido que encontramos en ellas se llama “líquido de gobierno”. Sí. “Cuando el alimento está conservado al natural es saludable, por éste sólo lleva agua y sal. A veces, algún conservante con vitamina C, que es quien mantiene el color de las verduras, las legumbres, el pescado o el marisco. Lo suyo, continúa, es escurrirlo y quedarnos con el alimento, que es lo que nos interesa, para aliñarlo como queramos.
Si optamos por una conserva en aceite, que sea en aceite de oliva virgen extra, por saludable y antioxidante. Siempre. Éste sí se puede incluir en una ensalada, en otra elaboración o, en el caso de unas sardinas, incluirlo en el pan integral de un bocata: “Las conservas de pescado nunca deben llevar aceite de girasol, porque éste posee una composición distinta, lo que provoca que se pierda el Omega 3 del pescado”, asegura al tiempo que nos recomienda comprar las mínimamente procesadas. Sólo aquellas que el alimento principal haya sido cocido o escaldado. Es decir, no es amiga de las recetas en lata, de las lentejas o fabada, por poner un ejemplo. Dicho esto, nos anima a todos a cocinar, a disfrutar entre fogones.
Llegado el momento de preguntar cuáles son sus favoritas, afirma que las de verduras: “Resultan un aliado para cada día disfrutar de una diferente e ir más allá de las judías verdes”, añade mientras nos confiesa que las alcachofas y el cardo en conserva le entusiasman. Tanto, que jamás faltan en su lista de la compra. Con éste último, “que, a veces, no comemos con lo bueno que es por no limpiarlo”, elabora una receta en la que incorpora almendra: “Es un plato completo al contener mucha fibra, ser saciante y poseer el punto crujiente del fruto seco. Sólo hay que pochar una cebolla muy bien, tostar las almendras, añadir harina integral y un chorrito de caldo de verduras. En diez minutos tienes el plato sobre la mesa”. Y, por último, nos recuerda que las conservas de legumbres, al poseer proteína vegetal, podemos comerlas hasta cinco veces a la semana en estos días de cuarentena.
Palabra de graduada en el Máster de Cocina del Basque Culinary Center.
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